5.2.11

La novela de la que los del mundillo hablan es L'home que dormía al cotxe y está firmada con un seudónimo

El inspector Daniel Martínez, durante la mesa redonda de BCNegra.- MASSIMILIANO MINOCRI.fuente:elpais.com

¿Has leído el libro ese del que todo el mundo habla? ¿Sabes quién es el autor? Los pasillos de la semana negra barcelonesa son tan interesantes como los actos que se celebran, siempre llenos a reventar. La novela de la que los del mundillo hablan, escrita en catalán, publicada por Ámsterdam, se titula L'home que dormía al cotxe (El hombre que dormía en el coche), firmada con un seudónimo que no pasa desapercibido: Nil Barral, que es también el protagonista de la historia. Dicen sus editores que este presunto Barral es "uno de los escritores más reconocidos" de Cataluña, que esta novela es la primera de una serie y que si oculta el nombre es porque forma parte de la intriga.

Por si el misterio fuera poco, lleva en la mismísima portada una recomendación de un escritor y lector excelente, Andreu Martín: "La novela negra más brillante e ingeniosa que he leído en el último año". A Martín, que ayer recibió el sexto Premio Carvalho, lo tienen frito, incluso hay quien sospecha que él es el autor. Lo niega rotundamente. Todo el mundo sabe que Martín es tan generoso como lo era Manuel Vázquez Montalbán, al que, por cierto, Nil Barral dedica un guiño en su novela.

También le han preguntado a Martín si es él Héctor Malverde, el anónimo autor de la excelente Guía de la novela negra (Errata Naturae). "Pero ni siquiera la he leído", contesta resignado.

Lo de los seudónimos no es nada nuevo. John Banville, por ejemplo, firma como Benjamin Black sus novelas negras, y Ruth Rendell publica sus historias más oscuras con el nombre de Barbara Vine.

L'home que dormía al cotxe, que no llega a los 150 páginas, es una novela policiaca / negra amable. Podría estar vagamente inspirada, pero muy vagamente y a la catalana, en Doble indemnización, del insuperable James M. Cain: una mujer y su esposo, que tiene la irrevocable voluntad de ser un sin techo, se separan, aunque en realidad no, para que él pueda cumplir su sueño de ser un homeless, y ella cobrar un subsidio y poder pagar una póliza mutua.

La Guía de la novela negra, de Héctor Malverde, es una invitación a la lectura, una reivindicación del género, incluso de los autores que no le gustan. Su editor dice: "El autor de este libro es un hombre muy conocido y respetado, deseado a partes iguales por los departamentos universitarios y por los congresos internacionales en el ámbito de la literatura. Como lector, una de las grandes pasiones de Malverde es la novela negra, pero el renombre proviene de sus investigaciones y ensayos en otro terreno, aquél que sus colegas de la academia llamarían la 'Gran Literatura' (piensen en Proust, Kafka, Nabokov, Bernhard, Borges, Pessoa...)".

Malverde lo sabe todo del género negro y lo explica más que bien. Hace un recorrido que se inicia con La piedra lunar, de Wilkie Collins y llega hasta El asesino dentro de mí, de Jim Thompson. Abarca todas las épocas y estilos, desde los clásicos a los nuevos talentos. Entre los españoles que recomienda están Eugenio Fuentes, Juan Madrid, Rafael Reig, Francisco García Pavón, Alicia Giménez Bartlett, Francisco González Ledesma, Manuel Vázquez Montalbán, José María Guelbenzu, Andreu Martín, Domingo Villar, Lorenzo Silva... Leerlo es una gozada.

"I love the cocktail"

De todos los autores que participan en BCNegra, el escocés Craig Russell es el único que tiene un cóctel dedicado, El beso de Glasgow, el mismo título que su reciente novela publicada en España.

Russell lo descubrió en el hotel Casa Fuster, uno de los locales que ofrecen cócteles negros con motivo de la semana negra barcelonesa. "I love the cocktail", dijo cuando lo descubrió. "Es fantástico, se lo he dicho a todo el mundo, a mi familia, a mis agentes, a mis amigos. Lo he puesto también en mi Facebook. Es todo un detalle".

Casa Fuster ha hecho unos tarjetones en los que aparece la portada del libro con la copa del cóctel incorporado, una pequeña biografía del escritor y un resumen de la novela.

Los ingredientes de El beso de Glasgow son zumo de piña, whisky escocés, lima Rose's y granadina. "He tomado un sorbito y está buenísimo, es afrutado". Casa Fuster lo ofrece desde el 2 de enero y proyecta seguir inventado cócteles literarios. ¿Por qué no lo dejáis en la carta?, les sugirió Russell.

Lo más divertido es que en la novela y en la realidad, El beso de Glasgow no tiene nada que ver con una estimulante relación sexual. Es simplemente un buen puñetazo en la frente. "El título original en inglés es The long Glasgow kiss en homenaje a The long goodbay (El largo adiós), de Raymond Chandler".

El juez Garzón y el ex fiscal José María Mena, estrellas de BCNegra 2011

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