22.6.10

Joakim Larsson: "Hay cuarta novela"

"Dos semanas antes de morir, Stieg me escribió que ya había 'casi acabado' el libro", dice su hermano. Sin embargo, la ruptura de negociaciones entre herederos y "viuda" impide la publicación

Joakim Larsson y Erland Larsson, hermano y padre de Stieg Larsson, en la cocina de la casa del segundo, mayo 2008, foto: Javier de Pasamonte.fuente:lavanguardia.es

Bajo el máximo de los secretos, en los últimos dos años se han venido manteniendo intensas negociaciones entre los herederos de Stieg Larsson –su hermano Joakim y su padre Erland– y la que fue su pareja durante 30 años, Eva Gabrielsson, a quien la rigidez del derecho germánico –con una filosofía basada en el derecho de sangre, al contrario que el derecho romano– ha privado de cualquier participación sobre los multimillonarios derechos de la trilogía Millennium. Dichas negociaciones se han roto definitivamente. El resultado de dicha ruptura tiene dos consecuencias, una de ellas personal (Gabrielsson no verá ni una corona sueca) y otra de interés general: los lectores no leerán el cuarto volumen de Millennium, que, según comenta Joakim Larsson a este diario, está "prácticamente acabado".
¿Prácticamente acabado? ¿Pero existe realmente la cuarta novela de Larsson, sobre la cual tanto se ha fantaseado en los medios de comunicación de medio mundo? La versión de Eva Gabrielsson –la que tiene en su poder ese cuarto Millennium, pues Larsson lo dejó en el ordenador de su casa– era que existían poco más de 200 páginas acabadas y que el resto no pasaba de ser un borrador que, sin embargo, ella podría acabar "pues Stieg me había hablado en muchas ocasiones de la historia". Pero Joakim Larsson afirma que ello no es cierto, y que la cuarta novela ha sido, justamente, uno de los ejes de las negociaciones con Eva. "La cuarta novela no será publicada. Pero existe. Un par de semanas antes de morir, el mismo Stieg me escribió que ya había "casi acabado" el cuarto libro. Me dijo también que quería que todo el dinero que generara ese libro fuera para la revista Expo –una publicación combativa contra la extrema derecha que Larsson dirigía–. Pero Eva Gabrielsson no quería respetar esa última voluntad de Stieg, ella nos propuso compartir a medias el dinero del cuarto libro y nosotros respondimos que no, que el dinero debía ir directamente a Expo. Eso es lo que ha impedido un acuerdo con Eva al respecto". Gabrielsson sola no puede publicar la novela –aunque la tenga– porque, como recuerda el hermano de Larsson, "mi padre y yo somos los propietarios de los derechos".

Ernald y Joakim Larsson son, a su pesar, dos apestados sociales. A raíz de un documental de la televisión sueca y de los reportajes de los medios de comunicación, han aparecido como los malos de la película que impide a Gabrielsson gozar del éxito de Millennium. Pero Joakim se defiende: "Nosotros queríamos pactar con Eva, ofrecerle una salida digna. Nuestra oferta para ella han sido 20 millones de coronas suecas –unos 2,1 millones de euros– y que a partir de ahora decida conjuntamente con nosotros qué hacer con el resto del dinero. Le hemos ofrecido un puesto en el consejo de nuestra empresa, que gestiona los derechos de Larsson y tomar parte en todas las decisiones". Eva lo rechaza porque cree que su papel no es el de "ser una socia minoritaria". ¿Quiénes son los malos? Arriba, Joakim y Erland Larsson, en la cocina de la casa del segundo, en Umeä. Abajo, Eva Gabrielsson, con quien no han llegado a un acuerdo

10.6.10

Encuentran cuentos que el autor de Millenium escribió cuando era joven

Son textos de ciencia ficción que Stieg Larsson había mandado a una revista a los 17 años

FENOMENO. Larsson conquistó el mundo después muerto.foto.fuente:Revista Ñ

Iba a pasar. Se sabía, de alguna manera, que el fanatismo incondicional que despertó en todo el mundo la trilogía Millenium , del escritor y periodista sueco Stieg Larsson, seguiría produciendo noticias. Ayer se supo que varios textos manuscritos inéditos de Larsson fueron remitidos a la biblioteca nacional sueca.

El anuncio lo hizo una funcionaria de esa institución, Magdalena Gram, quien agregó: "Recibimos textos provenientes de los pequeños archivos de una revista llamada 'Jules Verne Magazine' y, en esos archivos, había algunos manuscritos de Larsson que nunca fueron publicados". El material es de alrededor de 1970, cuando Larsson tenía 17 años, y los manuscritos son "del género ciencia ficción". El autor los había enviado a la revista con la esperanza de que fueran publicados, pero, en cambio, la revista los archivó. Y ahora vuelven a aparecer. Gram dijo también que "en la biblioteca tenían conocimiento de estos textos desde hacía un tiempo", pero que hasta el momento sólo habían comenzado a revisar los papeles y no tenían más detalles.

¿Son buenos los textos que Larsson mandó a "Jules Verne Magazine"? Un dato no menor es que Larsson los escribió a los 17 años. Y la bibliotecaria que dio la noticia lo tuvo en cuenta: dijo que la publicación o no de los inéditos es una decisión que deberán tomar los herederos de Larsson –su padre y su hermano– pero, advirtió, es algo que " deberían pensar dos veces antes de hacer, ya que las primeras obras pueden dañar la reputación del autor".

Larsson murió en 2004, a los 50 años, poco antes de que se publicara Los hombres que no amaban a las mujeres , el primer volumen de la trilogía. Desde el momento en que se editó el primer libro, "el fenómeno Larsson" no paró de crecer. Ni de generar polémicas.
Millenium fue traducida a más de 30 idiomas y figura en los primeros puestos de los libros más vendidos en todo el mundo. A las versiones fílmicas que se hicieron en Suecia, muy pronto se va a sumar una superproducción de Hollywood, que ya se está preparando.

Aunque cada volumen de la trilogía es independiente, forman parte de una gran narración. Y las claves de lo que los lectores en cuentran en Millenium son varias, entre ellas, la fuerza del feminismo, la pelea contra la corrupción, la discriminación y la violencia contra las mujeres. El silencio y la complicidad de los medios y el sistema político.

Pero no es sólo la historia. Ni la potencia de los personajes protagónicos, el periodista –como el mismo Larsson– Mikael Blomkvist y la hacker/punk Lisbeth Salander, una víctima de personajes siniestros relacionados con la policía secreta sueca que buscan, página tras página, destruirla. La viuda de Larsson, Eva Gabrielsson –quien está en juicio por los derechos de la obra con la familia de Larsson– dijo que los lectores "buscan más la gran causa que las aventuras. Lo que atrae es la idea de justicia del héroe y la heroína".

Los cuadernos secretos de Agatha Christie

Agatha Christie es la autora que más libros ha vendido en la historia: CUATRO BILLONES DE EJEMPLARES

Portada de el libro de John Curran.foto.fuente:sumadeletras.es

Una fascinante exploración del contenido de los 73 cuadernos de notas de Agatha Christie recientemente descubiertos, que incluyen ilustraciones, extractos eliminados y dos novelas inéditas de Poirot.

Cuando Agatha Christie falleció en 1976 se había convertido en la escritora más popular del mundo. Con unas ventas billonarias en todo el mundo y publicada en más de 100 países, había conseguido lo imposible: publicar más de un libro al año desde la década de 1920, y todos ellos éxitos de ventas.

Tras la muerte de la hija de Agatha, Rosalind, a finales de 2004, se reveló un extraordinario legado. Entre sus objetos personales de la residencia familiar de Greenway se desenterraron los cuadernos privados de Agatha Christie, 73 volúmenes escritos a mano que habían permanecido en gran parte ignorados, probablemente debido a que la inconfundible caligrafía de Agatha era muy dificultosa de leer. Pero cuando el archivero John Curran comenzó a descifrar los cuadernos, se hizo evidente la magnitud de este tesoro escondido…

Este libro abre la tapa del mayor secreto de Agatha Christie: cómo sus anotaciones, listados y borradores se convirtieron en los exitosos libros, obras de teatro y relatos que finalmente fueron. Argumentos alternativos, escenas eliminadas, incluso sus planes para libros que no llegó a escribir, la investigación de Curran revela una enorme riqueza de material inédito, incluidas dos novelas cortas de Hércules Poirot.

9.6.10

Literatura del tedio

Åsa Larsson asegura que los libros la salvaron del aburrimiento. La escritora sueca recibe en Bilbao un premio por Aurora boreal
foto:archivo.fuente:elpais.com

Subida a la ola del éxito internacional de la novela negra de los países nórdicos, la escritora Åsa Larsson (Uppsala, 1966) recogió ayer, feliz y honrada por el reconocimiento de los lectores, el premio Pluma de plata de la Feria del Libro de Bilbao por las ventas que alcanzó su obra Aurora boreal (Seix Barral) en la edición del pasado año.

Larsson, sin parentesco alguno con su colega Stieg Larsson - el autor de la trilogía Millennium- está ocupada estos días en la promoción de su segunda novela traducida al castellano, Sangre derramada. De la feria de Madrid a la de Bilbao, antes de seguir su periplo por España rodeada de libros. Confiesa que esta a gusto porque leer y escribir le salvaron del aburrimiento vital en el que había caído después de estudiar Derecho y dedicarse a ejercer la profesión en el campo de las leyes tributarias. Durante la baja maternal descubrió lo pobre que era su vida. "Buscaba la diversión dentro de mi cabeza", dijo. Y la encontró regresando a la literatura, como lectora y, sobre todo, como escritora. "Es un misterio que esa decisión me haya traído hasta aquí", reconoció.

Con Aurora Boreal ha logrado vender sólo en español 250.000 ejemplares, en un momento en que los escritores nórdicos encabezan las listas de libros más vendidos. ¿Razones para el éxito de la novela negra que llega del Norte? "Ni idea", respondió Larsson. "Pensamos en ello cada día, pero no hemos encontrado una respuesta. No sabemos por qué ocurre". La escritora quiso compartir su alegría con los lectores. "Escribir libros es compartir, comunicar, viajar a mundos diferentes por el módico precio de 30 euros", dijo. Y se acordó especialmente de los libreros y distribuidores, "el puente entre autores y lectores".

Un año después de recibir el Premio de la Crítica por sus novelas Derrumbe, La ofensa y El corrector, el escritor Ricardo Menéndez Salmón (Gijón, 1971) regresó ayer a Bilbao para presentar Asturias para Vera (Imagine Ediciones), el libro con el que ganó el Premio Llanes de viajes 2010.

Menéndez Salmón explica que la clave de este libro de viajes por Asturias está en su subtítulo: Viaje sentimental de un padre escritor. No es un guía para descubrir los espacios físicos del territorio asturiano. Sus páginas, trufadas de referencias literarias, pretenden, dejar a su hija Vera, de dos años, el testimonio de una cultura, de la memoria heredada por su padre y de las huellas dejadas por la historia en Asturias, donde vive la familia. La obra habla de las fiestas populares, del arte prerrománico, de la conciencia política surgida en el trabajo en las minas o de algo tan cotidiano como el pan. "El viaje es el viajero", dice Menéndez Salmón citando a su admirado Pessoa.

7.6.10

Diario de un viaje al horror

El novelista y dramaturgo Henning Mankell era uno de los viajeros de la flotilla que intentó romper el bloqueo de Gaza y fue interceptada a tiros en aguas internacionales, el 31 de mayo, por la Marina israelí. Ha escrito un diario de ese viaje en el que narra cómo una expedición organizada sin voluntad de enfrentamiento derivó en un baño de sangre y en múltiples humillaciones

Henning Mankell, creador del inspector Kurt Wallander.foto.fuente:elpais.com

Nos dispersan, no nos permiten que hablemos unos con otros. De pronto aparece a mi lado un hombre del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel. Comprendo que ha venido para impedir que me dispensen un trato demasiado brusco. Después de todo, soy un escritor bastante conocido en Israel. Mis obras están traducidas al hebreo. El hombre me pregunta si necesito algo. "La libertad, la mía y la de los demás", respondo. El hombre no me contesta y le pido que se marche, pero él da un paso atrás y se queda allí, cerca de mí.

NIZA. Martes 25 de mayo.
A las cinco de la mañana me encuentro en la calle, esperando al taxi que me ha de llevar al aeropuerto de Niza. Por primera vez en muchos meses, E. y yo gozamos de tiempo libre que compartir. En un principio habíamos pensado que se prolongaría dos semanas, pero finalmente no serán más que cinco días, ya que la operación Ship to Gaza está por fin preparada, al parecer, y debo sumarme a los demás en Chipre.
El objetivo de todo viaje puede interpretarse ya en su punto de partida, me digo mientras espero al taxi. Tal y como acordamos, reduje mi equipaje a una mochila de no más de diez kilos. La operación Ship to Gaza tiene un objetivo claro y bien definido: romper el bloqueo al que Israel tiene sometida la franja de Gaza. Desde la guerra de hace poco más de un año, la vida de los palestinos que habitan la zona se ha convertido en un infierno cada vez más insoportable. Son muchas y grandes las necesidades que habría que cubrir para que la vida allí resultara medianamente decente.

Pero el objetivo del viaje es, naturalmente, mucho más concreto. Las palabras se demuestran con la acción, pienso. Resulta fácil decir que se apoya, se defiende o se combate esto o aquello. Sin embargo, es en la acción donde se materializan como un hecho probado ese tipo de declaraciones. Es preciso que los palestinos a quienes los israelíes obligan a vivir en aquel infierno sepan que no están solos, que no los hemos olvidado. Hay que recordarle al mundo que existen. Y además, también podemos cargar varias embarcaciones con lo que más necesitan: medicinas, plantas desalinizadoras para que puedan obtener agua potable, cemento...

Por fin llega el taxi, acordamos el precio -¡qué caro!- y, por las calles vacías del amanecer, salimos rumbo al aeropuerto. La primera anotación del viaje -ahora caigo en la cuenta- la hago allí mismo, en el taxi. No recuerdo las palabras con exactitud, pero de repente me desconcierta la sensación de que no he tomado conciencia plena de que se trata de un proyecto que los israelíes odian hasta tal extremo que seguramente recurrirán a la violencia para obstaculizar el avance de la flotilla.

Aunque antes de llegar al aeropuerto ya se me ha olvidado. Se trata de una empresa totalmente definida también en lo que se refiere a ese punto: nosotros actuaremos sin violencia, no vamos armados, no existe la menor voluntad de enfrentamiento físico. Si llegan a detenernos, todo se desarrollará de modo que la vida de los participantes no corra peligro.

» NICOSIA. Miércoles 26 de mayo.

Hace más calor que en Niza. Aquellos que han de subir a bordo en la costa chipriota se reúnen en el Centrum Hotel de Nicosia. Es como en una novela de Graham Greene. Gente dispar que se reúne en un lugar olvidado de Dios para emprender un viaje común. Vamos a quebrantar un bloqueo ilegal. Son palabras que se repiten una y otra vez en varios idiomas. Pero de pronto nos invade la incertidumbre. Los barcos se retrasan, han surgido varios problemas, aún no tenemos las coordenadas definitivas de dónde se producirá el encuentro de las seis embarcaciones. Lo único que está claro es que será en alta mar. Chipre no quiere que nuestras naves atraquen en sus muelles. Seguramente, a consecuencia de la fuerte presión de Israel. De vez en cuando advierto la tensión que domina las relaciones entre los diversos grupos al frente de este proyecto tan complicado. El comedor donde desayunamos se ha convertido en una sala de reuniones secretas. Nos van pidiendo que entremos para firmar diversos documentos y para que dejemos constancia de quiénes son nuestros familiares más cercanos, en caso de que suceda lo peor. Todos firman sin pensárselo. Luego nos dicen que esperemos. Que estemos alerta. Son las palabras más usadas esos días: "esperar, estar alerta".

» NICOSIA. Jueves 27 de mayo.

Esperar. Estar alerta. Calor asfixiante.

» NICOSIA. Viernes 28 de mayo.

Empiezo a preguntarme si no tendré que abandonar la isla sin haber subido a bordo. Al parecer, no hay plazas suficientes. Al parecer, hay listas de espera para participar en este proyecto solidario. Pero K., el amable parlamentario sueco, y la doctora sueca S., que son mis compañeros de viaje, me ayudan a mantener el ánimo. Los viajes en barco siempre llevan aparejados muchos contratiempos, me digo. Así que continuamos con nuestra tarea. Esperar. Estar alerta.

» NICOSIA. Sábado 29 de mayo.

De repente, todo se precipita. Ahora, a lo largo del día, aunque sólo quizá, por supuesto, zarparemos en un buque rápido que nos llevará hasta ese punto en alta mar donde hemos de reunirnos con la flotilla de otros cinco barcos que surcarán las aguas rumbo a la franja de Gaza. Seguimos esperando. Pero, hacia las 17.00, las autoridades portuarias nos dan por fin permiso para subir a bordo del buque llamado Challenge, que, a 15 nudos de velocidad, nos trasladará al lugar donde subiremos al carguero Sofia, ya a la espera en el punto de encuentro. A bordo del Challenge hay muchas personas que esperan y están alerta. Creo que se quedan un tanto decepcionadas al ver que sólo llegamos nosotros tres. Esperaban a varios irlandeses que, no obstante, abandonaron antes de embarcar y volvieron a casa. Subimos a bordo, saludamos a todo el mundo y aprendemos enseguida cuáles son las reglas. El espacio es mínimo y hay zapatos en bolsas de plástico por todas partes, pero reinan la tranquilidad y el buen entendimiento. Ahora, de repente, parecen haberse despejado todas las incógnitas. A las 17.00, los dos potentes motores diésel empiezan a zumbar. Por fin estamos en marcha.

» EN EL MAR. 23.00 horas.

Estoy sentado en una cubierta de popa. El viento no sopla con fuerza, pero sí lo suficiente como para que ya se hayan mareado muchos de los activistas. Envuelto en varias mantas, contemplo la luna que ilumina un sendero sobre el mar, resisto la embestida de las olas y pienso que las acciones solidarias pueden adoptar cualquier forma. El zumbido de los motores dificulta la conversación. La mayoría intenta dormir o, al menos, descansar. Y me digo que, en esos momentos, se puede decir que está resultando un viaje apacible. Pero sólo en apariencia.

» EN EL MAR, AL SURESTE DE CHIPRE.

Domingo 30 de mayo. 1.00 horas.

Brillan destellos de luz desde varios puntos. El capitán, cuyo nombre no consigo aprender, ha aminorado la marcha. A lo lejos titilan las luces de las linternas de dos de los buques de la flotilla. Ahora permaneceremos anclados hasta que amanezca y la gente pueda trasladarse a las otras embarcaciones. Pero yo sigo sin encontrar un lugar donde acostarme, así que me quedo dormitando en la silla empapada. La solidaridad ve la luz en la humedad y la espera, pero así hacemos que otros tengan un techo bajo el que cobijarse.

» EN EL MAR. 8.00 horas.

El mar se ha calmado. Nos dirigimos hacia la nave de mayor envergadura

[Mavi Marmara]. Es un buque de pasajeros, "la nave reina" de la flotilla. Lleva a bordo a cientos de personas. Han estado discutiendo la posibilidad bastante probable de que los israelíes centren su intervención justo en esa nave.

¿Qué intervención? Obviamente, es algo a lo que hemos estado dando vueltas desde los inicios del proyecto. Nada podemos saber con certeza. ¿Hundirá la Marina israelí las embarcaciones o intentará obligarlas a retirarse con otro tipo de violencia? ¿Existirá la posibilidad de que Israel opte por la solución razonable de dejar pasar las naves y palíe así parcialmente la vergonzosa fama que se ha ganado en todo el mundo? Nadie lo sabe. A nuestro juicio, lo más probable es que, una vez en la frontera de sus aguas territoriales, nos exijan que nos retiremos amenazándonos desde los altavoces de los buques de guerra. Si no nos detenemos, nos destrozarán las hélices o la quilla y nos remolcarán hasta un lugar donde podamos repararlas.

» EN EL MAR. 13.00 horas.

Los tres subimos por una escala a bordo del Sofia. Es un viejo buque renqueante, muy oxidado y con una tripulación afable. Calculo que somos unos veinticinco en total. La carga se compone, entre otras cosas, de cemento, armazones de hierro y casas de madera prefabricadas. Me asignan un camarote que comparto con el parlamentario al que, tras los largos días de espera en Nicosia, empiezo a considerar como a un viejo amigo. Descubrimos que no hay luz eléctrica. Ya leeremos en otro momento.

» EN EL MAR. 16.00 horas.

Reunida la flotilla. Las proas de las naves ponen rumbo a Gaza.

» EN EL MAR. 18.00 horas.

Nos reunimos en un comedor improvisado entre las bodegas y la cubierta superior de la embarcación. El griego canoso que se encarga de la seguridad y la organización a bordo, a excepción de las tareas de navegación, nos habla en voz baja y nos inspira enseguida una gran confianza. "Esperar" y "estar alerta" son palabras que han dejado de existir. Nos estamos acercando. La cuestión es a qué. Nadie sabe qué se les ocurrirá a los israelíes. Sólo sabemos que han hecho declaraciones hostiles y que han asegurado que ahuyentarán a la flotilla con todos los medios a su alcance. Pero ¿qué significa eso? ¿Usarán torpedos? ¿Maromas? ¿Enviarán a bordo soldados desde sus helicópteros? Imposible adivinarlo. Pero a su violencia responderemos con la nuestra. Sólo en defensa propia. En cambio, sí que podemos dificultarles el ataque. Tenderemos un alambre de púas alrededor de toda la falca del barco. Además, todos deben entrenarse en el uso de los chalecos salvavidas, pondremos vigilantes y decidiremos dónde reunirnos si los soldados abordan el barco. El último bastión es el puente de mando.

Una vez que todo está acordado, empezamos a comer. Al cocinero egipcio, un hombre corpulento y robusto, le duele una pierna, pero cocina muy bien.

» EN EL MAR. Lunes 31 de mayo. 0.00 horas.

Me corresponde participar en el turno de guardia entre la medianoche y las tres de la madrugada. Aún brilla la luna llena, aunque a veces queda oculta tras alguna que otra nube. El mar está en calma. Destellos de linternas. Las tres horas pasan rápido, pero cuando me relevan compruebo que estoy cansado. Aún estamos lejos de lo que puede llamarse la frontera de las aguas territoriales que los israelíes se consideran con derecho a defender como suyas. Supongo que tendré ocasión de dormir unas horas.

Me tomo un té, converso un rato con un marinero griego cuyo inglés es pésimo, pero el hombre insiste en que le cuente de qué tratan mis novelas. Son cerca de las cuatro cuando por fin puedo retirarme a dormir.

» EN EL MAR. 4.30 horas.

Acabo de conciliar el sueño, cuando me despiertan. Ya en cubierta, compruebo que el gran buque de pasajeros está iluminado por potentes focos. De repente, se oyen unos disparos. Y comprendo que Israel se ha decantado por la vía del enfrentamiento brutal. En aguas internacionales.

Transcurrida una hora exactamente, los botes de goma se acercan veloces llenos de soldados enmascarados que inician el abordaje de inmediato. Nos reunimos en el puente de mando. Los soldados se muestran impacientes y quieren que bajemos a cubierta. Alguien se demora y lo atacan con una descarga eléctrica en el brazo. El hombre cae al suelo. Otro hombre que tampoco se movía con celeridad suficiente recibe el impacto de una bala de goma. Y todo esto sucede allí mismo, a mi lado. Es absolutamente real. Personas totalmente inocentes tratadas como animales y castigadas por su lentitud.

Nos agrupan en cubierta. Y allí permaneceremos durante once horas, hasta que el barco atraca en Israel. Los soldados nos filman de vez en cuando, aunque no tienen ningún derecho a ello. Al verme tomando unas notas, uno de los soldados se me acerca enseguida y me pregunta qué escribo. Es la única ocasión en que pierdo los estribos. Le contesto que no es de su incumbencia. Sólo le veo los ojos y no sé lo que está pensando, pero al final da media vuelta y se marcha.

Once horas inmovilizados, amontonados en medio de aquel calor, puede ser un método de tortura. Para ir a orinar, hay que pedir permiso. Galletas, biscotes y manzanas es cuanto nos dan para comer. Tomamos una decisión conjunta: no pedir que nos permitan cocinar. Nos filmarían y lo presentarían como un acto de generosidad por parte de los soldados. Así que nos conformamos con las galletas y los biscotes. Es una humillación sin igual. (Entre tanto, los soldados han sacado los colchones de los camarotes y ahora duermen al fondo de la cubierta de popa).

Durante esas once horas tengo tiempo de concretar lo sucedido. Nos han atacado mientras nos hallábamos en aguas internacionales, lo que implica que los israelíes han actuado como piratas, no mucho mejor que los que operan en las costas de Somalia. Por otro lado, en el momento en que obligaron a nuestra nave a poner rumbo a Israel, nos estaban secuestrando. Su intervención es completamente ilegal.

Entre tanto, nosotros intentamos hablar, dilucidar qué sucederá, y nos preguntamos cómo es posible que los israelíes hayan optado por una solución que los aboca a un callejón sin salida. Los soldados nos observan. Algunos fingen que no saben inglés, pero todos lo hablan y lo entienden. Dos de ellos son muchachas. Parecen preocupadas. Quizá después, cuando hayan terminado el servicio militar, decidan huir a Goa a destrozarse la vida drogándose. Sucede constantemente.

» 18.00 horas.

Un muelle en algún lugar de Israel. No sé dónde. Nos obligan a bajar a tierra y a iniciar una suerte de carrera entre dos filas de soldados, mientras que la televisión militar filma todo el suceso. De pronto se me ocurre que eso, precisamente eso, es algo que nunca les perdonaré. En ese instante sólo pienso en bestias y cerdos.

Nos dispersan, no nos permiten que hablemos unos con otros. De pronto aparece a mi lado un hombre del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel. Comprendo que ha venido para impedir que me dispensen un trato demasiado brusco. Después de todo, soy un escritor bastante conocido en Israel. Mis obras están traducidas al hebreo. El hombre me pregunta si necesito algo. "La libertad, la mía y la de los demás", respondo. El hombre no me contesta y le pido que se marche, pero él da un paso atrás y se queda allí, cerca de mí.

Como es obvio, no hago ninguna confesión. Me comunican que seré deportado. El hombre que me lo anuncia me dice enseguida que le gustan mis novelas. En ese momento pienso en la posibilidad de procurar que ninguno de mis libros vuelva a traducirse al hebreo. Es una idea que no he terminado de madurar.

El ambiente que reina en aquella "sala de recepción de refugiados" es invariablemente caótico y crispado. A cada minuto golpean a uno, amarran a otro, esposan a un tercero. Me repito que, cuando lo cuente, nadie me creerá, pero hay muchos ojos que lo registran todo. Y muchos serán los que deban admitir que es verdad cuanto digo. Los testigos oculares somos multitud.

Un único ejemplo debería bastar. Justo a mi lado, un hombre se niega a dejar sus huellas dactilares. Acepta que lo fotografíen, pero ¿las huellas? No ha cometido ningún delito. Opone resistencia. Y lo golpean hasta que cae al suelo. Luego se lo llevan de allí. Quién sabe adónde. ¿Cómo calificar semejante acción? ¿Repugnante? ¿Inhumana? Elijan libremente.

» 23.00 horas.

Al parlamentario, a la doctora y a mí nos conducen a una prisión provisional. Allí nos separan. Nos arrojan unos bocadillos resecos como un trapo. La noche se hace larga. Uso de almohada las zapatillas de deporte.

» Martes 1 de junio. Por la tarde.

Al parlamentario y a mí nos conducen de improviso a un avión de Lufthansa. Van a deportarnos. Nos negamos a subir sin saber qué será de S. Salimos del calabozo en cuanto nos aseguran que ella también vendrá con nosotros.

Ya a bordo del avión, una de las azafatas me trae un par de calcetines: uno de los soldados que atacaron el barco donde me encontraba me los había robado.

Así muere parte del mito del soldado israelí, valeroso e infalible. Ahora, además, puede añadirse que son simples ladrones. No fui yo el único al que le robaron el dinero, las tarjetas de crédito, la ropa, el reproductor de música, el ordenador... Otro tanto les sucedió a muchos de los que iban a bordo del mismo barco que, un día, a hora muy temprana, sufrió el ataque de soldados israelíes enmascarados o, lo que es lo mismo, de unos piratas disfrazados.

Bien entrada la noche, ya estamos de regreso en Suecia. Hablo con los periodistas. Más tarde me siento un rato en la oscuridad, en el jardín de la casa donde vivo. E. se muestra taciturna.

Al día siguiente, el 2 de junio, oigo el canto del mirlo. Un canto por los que han muerto.

Ahora queda todo lo que debemos hacer para no despistarnos del objetivo: conseguir que se levante el brutal bloqueo de Gaza. Lo conseguiremos.

Detrás de ese objetivo aguardan otros. La desarticulación de un sistema de apartheid lleva tiempo. Aunque no una eternidad.

Un escritor que cree en la solidaridad activa

»Henning Mankell (Estocolmo, 3 de enero de 1948), escritor de novela negra, autor teatral y ensayista, es uno de los grandes nombres de la narrativa nórdica actual. Su saga sobre el inspector Kurt Wallander, compuesta por once títulos, y editada en España por Tusquets, ha sido uno de los mayores éxitos internacionales del género en los últimos tiempos. Con El hombre inquieto, publicada en 2009, Mankell dice adiós a Wallander, al menos de momento. Casado con una hija del cineasta sueco Ingmar Bergman, Mankell divide su tiempo entre Suecia y Mozambique, donde dirige el Teatro Nacional. Los graves problemas del continente africano son una de sus grandes preocupaciones. Novelas como El chino y El ojo del leopardo, su última obra, se desarrollan en África. La implicación activa en las causas humanitarias y la preocupación por la justicia social son señas de identidad de la personalidad de Mankell.

Vuelve Philip Marlowe, el detective de la mirada desencantada y ácida

La edición de Todo Marlowe, reúne 7 novelas y 2 cuentos protagonizados por el antihéroe creado por Raymond Chandler, actualiza un personaje que cambió la novela negra

UN CLASICO. Raymond Chandler en su escritorio. Es un retrato tomado hace casi sesenta años, en 1946.foto.fuente Revista Ñ

La conciencia de Marlowe dispara frases que, tantos años después, siguen interpelando a los lectores: "Tenemos mafias y sindicatos del crimen y asesinos a sueldo porque tenemos políticos corruptos y a sus secuaces en el ayuntamiento y en la asamblea legislativa. El delito no es una enfermedad, es un síntoma", dice el detective en el final de El largo adiós.

Osvaldo Aguirre
Su nombre es Marlowe, Philip Marlowe. Pero no necesita presentación: el investigador privado que Raymond Chandler (1888-1959) creó a principios de los años 30 es un prototipo del relato policial. Fue llevado al cine, a la radio, a la televisión y a la historieta, y periódicamente retorna al libro, su formato original. Ahora Todo Marlowe reúne la saga completa del antihéroe , un personaje consagrado con un origen poco prestigioso: las revistas baratas de narrativa criminal.

La biografía de Marlowe se encuentra dispersa en sus libros. Nació en la ciudad de Chicago y murió en La Jolla, California. Jamás habló de sus padres y después de coquetear con varias mujeres, a veces con riesgo para su vida, terminó por casarse; antes de convertirse en detective privado, trabajó como investigador de una compañía de seguros y otra petrolera, como periodista y ayudante de un fiscal en Los Angeles, un empleo que perdió por mostrarse eficaz "en un sitio en que eficiencia era lo menos que le importaba al que estaba a cargo".

El ciclo del detective comprende siete novelas, desde El sueño eterno (1939) hasta Playback (1958).

Todo Marlowe incluye además los dos cuentos protagonizados por Marlowe: "El confidente" (1934), donde apareció por primera vez, y el póstumo "El lápiz" (1961). Una summa que permite seguir la evolución del personaje, no tanto por las alternativas de su biografía sino por el desarrollo de una visión desencantada y corrosiva sobre su época.

Marlowe surgió de otros personajes que protagonizaron relatos anteriores de Chandler y, sobre todo, como decantación de una voz narrativa de extraordinaria eficacia. La narración en primera persona es una de las claves del ciclo, tanto por el efecto de proximidad que se produce con el lector como porque condensa el programa estético del autor: "Una situación en la que el misterio se develara por medio de la exposición y la comprensión de un único personaje".

En "El confidente" puede encontrarse el abecé del escritor y su personaje. Marlowe es testigo en un juicio por asesinato que involucra a un político ligado con la prostitución y el juego; pese a las pruebas la justicia desiste de la acusación. Una mujer atractiva y peligrosa lo lleva al centro de una telaraña en la que intentan adjudicarle un crimen. El orden podrá ser restablecido, sin que necesariamente intervenga la justicia, "un mecanismo imperfecto"; y es un orden aparente y frágil, permeable al dinero y a los manejos de los poderosos.

Chandler elaboró su visión del género a partir de la obra de Dashiell Hammett y dio forma así a una ruptura en el policial. La novela de enigma cedió lugar a un relato en que la historia era más importante que el misterio y donde los personajes hablaban con el lenguaje de la calle. La figura de Marlowe fue central en ese desplazamiento, al mostrar la irrealidad del detective aficionado, el que resolvía los casos en base a la deducción y la lógica.

Sin embargo, en literatura no hay progreso, y algunas variantes actuales del policial retornan al antiguo relato de misterio. Con sus crímenes remotos, y sus rompecabezas laboriosamente construidos, novelas como Los hombres que no amaban a las mujeres , de la trilogía Millenium (Stieg Larsson), y Las marismas , del escritor islandés Arnaldur Indridason, vuelven a poner los enigmas en un jarrón veneciano, como decía Chandler para criticar los argumentos de la novela tradicional.

El realismo no hizo más verosímil a la novela negra norteamericana. El propio Chandler reconocía que, pese al carácter de sus historias, Marlowe era un personaje de fantasía y que los investigadores de la vida real resultaban más prácticos, y menos interesantes. Era difícil pensar que un detective ayudara a escapar a un prófugo de la justicia, como hace Marlowe en El largo adiós , o que siguiera a un ex presidiario demente en la búsqueda de una mujer, como ocurre en Adiós, muñeca . El sentido del fracaso y la conciencia que impulsan a Marlowe –una conciencia individual que desenmascara aquello que se le pone delante–. Pero son esas actitudes y esos rasgos lo que hicieron convincente al personaje, no su mayor o menor adecuación con algún modelo.

La conciencia de Marlowe dispara frases que, tantos años después, siguen interpelando a los lectores: "Tenemos mafias y sindicatos del crimen y asesinos a sueldo porque tenemos políticos corruptos y a sus secuaces en el ayuntamiento y en la asamblea legislativa. El delito no es una enfermedad, es un síntoma", dice el detective en el final de El largo adiós.

En un momento en que la novela de enigma parece reverdecer, la reedición de las novelas de Chandler recupera la otra gran vertiente del género.

Triste, solitario y definitivo
Todo Marlowe reúne versiones de distintos traductores de Raymond Chandler. Para quienes conozcan ediciones anteriores, puede haber alguna sorpresa significativa.

El final de la novela El largo adiós , con un célebre, conmovedor diálogo entre Philip Marlowe y Therry Lennox, es un ejemplo. El "No le digo adiós. Se lo dije cuando tenía algún significado. Se lo dije cuando era triste, solitario y final", que derivó en el título de una novela de Osvaldo Soriano, se transforma ahora en "No voy a decirte adiós. Te lo dije cuando significaba algo. Te lo dije cuando era un saludo triste, solitario y definitivo".
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Bogart, el mejor actor
Entre las versiones cinematográficas de sus novelas, Chandler se sintió especialmente complacido con "El sueño eterno", la película de Howard Hawks sobre su novela, con Humphrey Bogart en el rol de Marlowe. En 1946, le escribió a Hamish Hamilton, su editor en Londres: "Bogart es mucho mejor que cualquier otro actor de 'tipo rudo'. Como decimos por aquí, Bogart puede ser rudo incluso sin revólver. Posee además un sentido del humor que mitiga ese irritante tono de desprecio subyacente. (Alan) Ladd es duro, agrio y, en ciertas ocasiones, encantador, pero nunca pasa de ser la idea que de un tipo rudo tiene un muchachito. Bogart es la cosa genuina".

4.6.10

El ex jefe de la inteligencia cubana participará en la Semana Negra de Gijón

Así lo ha informado hoy la organización del certamen, que se realizará entre el 9 y el 18 de julio próximo en una zona habilitada en la costa del Mar Cantábrico, junto a la playa de El Areyal, al oeste de Gijón

foto:archivo.fuente:adn.es

Considerado el hombre clave de la inteligencia castrista, Escalante ha sido invitado al festival multicultural como autor de tres libros en los que desvela algunos de los "secretos mejor guardados" de la CIA y de la conflictiva relación entre Estados Unidos y la isla caribeña

El ex jefe de los servicios secretos de Cuba, el general Fabián Escalante, que dirigió la investigación sobre la vinculación del exilio cubano en Miami con el magnicidio de John Fitzgerald Kennedy, será uno de los participantes de la Semana Negra de Gijón.

Considerado el hombre clave de la inteligencia castrista, Escalante ha sido invitado al festival multicultural como autor de tres libros en los que desvela algunos de los "secretos mejor guardados" de la CIA y de la conflictiva relación entre Estados Unidos y la isla caribeña.

Así lo ha informado hoy la organización del certamen, que se realizará entre el 9 y el 18 de julio próximo en una zona habilitada en la costa del Mar Cantábrico, junto a la playa de El Areyal, al oeste de Gijón.

También ha sido invitada la periodista colombiana Patricia Lara, conocida internacionalmente por sus investigaciones sobre los grupos paramilitares, que participará con su última novela.

También intervendrán en distintos actos el novelista griego Petros Markaris, la rusa Iulia Latinina, la británica Sophie Hannah, el argentino Guillermo Orsi, y los españoles Francisco González Ledesma, Julián Ibáñez y Juan Madrid, entre otros.

3.6.10

Los conflictos y la novela negra en Latinoamérica

En la Biblioteca la Bòbila estará el escritor de novela negra y analista de seguridad venezolano, Marcos Tarre

El escritor de novela negra y analista de seguridad venezolano Marcos Tarre.Biblioteca La Bòbila.foro,fuente:lavanguardia.es

El escritor de novela negra y analista de seguridad venezolano, Marcos Tarre, (Nueva York, 1950) ofrecerá hoy, apartir de las 19 horas, una conferencia en la Biblioteca la Bòbila de L"Hospitalet de Llobregat sobre los conflictos en Latinoamérica y como éstos salen reflejados en la novela negra.

Tarre Briceño, graduado en arquitectura por la Universidad Central de Venezuela, es también columnista de prensa desde 1987 y especialista en el estudio de la delincuencia y la violencia en Latinoamérica.

Ha publicado en Venezuela novelas negras como Colt Comando 5.56 (Sarbo, 1983), Sentinel 44 (Sarbo, 1985) Operativo Victoria (Sarbo, 1988), BAR30: narcotráfico: la conexión paraguaná (Sarbo, 1993), Bala morena (Alfadil, 2004) o Atentado V.I.P (Libros Marcados, 2008); así como el ensayo Para vivir seguros (Alfadil, 2005).

En España publicó un cuento en el volumen que reúne las obras finalistas del XVIII Concurso Internacional de relatos policiacos de la Semana Negra de Gijón, Cuentos policíacos del Centenario (Semana Negra, 2005).

La Biblioteca la Bòbila es el primer centro bibliotecario del país con un extenso fondo especial dedicado al género negro y policiaco, y periódicamente organiza actividades relacionadas con el género

2.6.10

El escritor Henning Mankell, testigo a bordo durante el ataque israelí

El autor sueco, defensor de la causa palestina, estaba a bordo del barco "Mavi Marmara", atacado por el ejército israelí. Pese a muchas versiones, ahora aseguran que no sufrió heridas y está a salvo

Henning Mankell, escritor sueco, defensor de la causa palestina.foto.fuente:Revista Ñ

OFICIAL. El Ministerio del Exterior, en Estocolmo, informó que Mankell logró salir ileso, rechazando versiones de medios suecos según las que el autor había resultado herido por disparos.

El autor de bestsellers sueco Henning Mankell es un socialista convencido y un hombre controvertido. Hace tiempo que defiende la causa palestina. Es por eso que apoyó la "Flotilla de la Libertad" no sólo con palabras, sino también con hechos y se subió a uno de los barcos, el "Mavi Marmara", que fue hoy tomado por asalto por el Ejército israelí.

Y así es como, al parecer, se convirtió en testigo de la acción militar contra la flota, en la que murieron al menos nueve personas.

Sin embargo, según informó hoy el Ministerio del Exterior en Estocolmo, logró salir ileso.

De esta forma, el ministerio rechazó las versiones de los medios suecos según las cuales el autor de las novelas policiales protagonizadas por el detective Kurt Wallander había resultado herido por disparos.

Antes de que partiera la flota de la organización "Free Gaza", Mankell había explicado que era tan importante llevar víveres a Gaza como mostrarle a los palestinos que viven allí que no fueron olvidados.

Para el escritor, "solidaridad" no es una palabra hueca. "Solidaridad", según escribió Mankell en la página web de la editorial alemana dtv, "significa actuar, no sólo palabras".

Asimismo, escribió que ve "muchos paralelos atemorizantes" entre la Sudáfrica bajo el apartheid y el conflicto en Cercano Oriente. Según dijo, los palestinos necesitan ayuda. "La situación es indignante sobre todo en Gaza; es como una cárcel al aire libre".

Debido a su compromiso con la "Flotilla de la Libertad", el escritor canceló algunos compromisos de la gira promocional de su última novela "El hombre inquieto", en el marco de la cual iba a presentarse hoy en Zúrich y el martes en la ciudad alemana de
Constanza, según informó Christina Knecht, portavoz de la editorial Paul Zsolnay en Múnich. "Actualmente no tenemos ningún contacto con el", señaló Knecht a dpa.
Con el regreso de su famoso personaje, el inspector Wallander, Mankell logró una edición que ya lleva 40 millones de ejemplares vendidos y es con ello uno de los novelistas de literatura policial más exitoso. La serie también fue adaptada exitosamente al cine y a la televisión. En la versión del canal británico BBC, el actor
irlandés Kenneth Branagh interpretó a Wallander.

Antes de dedicarse a partir de fines de los 60 a las novelas y la dirección teatral, trabajó en la Marina Mercante sueca. Primero escribió libros sobre el movimiento obrero y trabajó como director, director artístico y autor de teatros de provincia suecos.

Antes de la primera novela sobre Wallander, en 1991, Mankell convirtió a Maputo, la capital de Mozambique, en su segundo hogar. Allí vive hasta hoy en día la mitad del tiempo, cuando no está en Suecia, y dirige el "Teatro Avenida" por él fundado. "No sé por qué, pero cuando me bajo del avión en µfrica tengo la extraña sensación de
que llegué a casa", escribió Mankell en su página de Internet.

"Entiendo más del mundo desde que vivo con un pie en la nieve y con otro en el polvo", dijo en una entrevista con "Times".

Tiene cuatro hijos y está casado en terceras nupcias con Eva Bergman, una hija del director sueco Ingmar Bergman. Su pasión por África y las personas que viven allí quedó plasmada en novelas como "Comedia infantil", acerca de un niño de la calle. Asimismo, escribió un ensayo sobre el sida en África titulado "Moriré, pero mi memoria
sobrevivirá: una reflexión personal sobre el sida".

Asimismo, este famoso y ya rico autor de novelas policiales sigue escribiendo libros
juveniles y obras de teatro. En Estocolmo también dirige su propia editorial, Leopard.

Sin embargo, la fama mundial se la debe al detective de Ystad. De esta forma, logró generar un verdadero "boom" turístico en la ciudad el sur de Suecia. Miles de fans se acercan al lugar para descubrir los lugares en los que se ambienta la novela.

Con "El hombre inquieto", Mankell rompió su promesa de no volver a escribir sobre Wallander después de una pausa de diez años. Según explicó, lo llevaron a escribir conflictos suecos no superados de tiempos de la Guerra Fría y la lucha de muchas personas de más de 60 con los problemas de memoria. De hecho, la lucha del investigador de 60 años contra algunos problemas de demencia senil se vuelve más
importante que la trama policial.

Así, el escritor también aprovechó para despedirse del personaje: Mankell afirmó que iba a dejar solo a su personaje, cerrar la puerta y abandonar la casa.