24.1.12

Argentinoir

Dicen en Italia que Alfred Hitchcock no ha muerto, que vive en el cuerpo de una señora de Buenos Aires y hace novelas bacanas
La escritora argentina Claudia Piñeiro. foto: Leo Vaca.fuente:elmundo.es

¡Elementaaaal, boluuuuudos! Si los 'ragazzos' del 'Corriere della Sera' aseguran que Hitchcock, el mismo Alfred Hitchcock que dirigió 'Psicosis' o 'Los pájaros', entre otros muchos clásicazos, alias 'El Gordo', "es una mujer que vive en Buenos Aires", habrá que aplicarse un poco y empezar a leer las novelas de Claudia Piñeiro, la 'Miss Hitchcock' en cuestión, y hacerlo como si no existiese un mañana. E ideal, para comenzar, se muestra esta 'Betibú', su última novela, que se publica ahora en España, de la mano de Alfaguara, tras haber cosechado un enorme éxito en Argentina. Vuelta de tuerca al género negrocriminal e hiriente repaso a una sociedad devorada por la corrupción del poder, de las autoridades policiales y de los medios de comunicación. ¡Vamos, que por muy ambientada en Argentina que esté la cosa, podría perfectamente haberse escrito aquí, en casa, en esta desdichada España nuestra, país de negruras y horrores alentados por voraces primas de riesgo!

Basta con echar un vistazo a las reseñas que ha aparecido en los periódicos del otro lado del charco para constatar que Betibú va en serio. En 'El Atlántico de Mar de Plata': "Es mucho más que una novela. Es un pequeño manual de periodismo, pero no porque explique la técnica de cómo construir una buena nota en pirámide invertida, sino porque transmite –a través de sus personajes– el amor por una profesión. 'Betibú' es, ante todo, una novela exquisita e ineludible". En 'ADN': "La suya es a la vez una escritura de género y también una escritura popular. Como tal, al modo folletín de Eugéne Sue, es una literatura crítica, pero también recepcionista y consoladora". Y, finalmente, en 'La Nación': "Con 'Betibú', su reciente novela, vuelve a estar en el podio de los autores más vendidos. La muerte, los fantasmas, las claves de su literatura popular y el doble filo del éxito, según Claudia Piñeiro, primera dama del policial argentino". ¿Alguien da más?

Claro que sí. Ella misma. Doña Claudia 'Hitchcock' Piñeiro. Al regalarnos esta enérgica historia de crímenes y venganza en la que, en vez de buscarse un detective al uso, traspasa el caso a la redacción de 'El Tribuno' y adopta como investigadores a Jaime Brena, un viejo periodista de sucesos de los que echaron sus primer diente babeando tinta frente a una desvencijada Olivetti; a un pibe recién salido de la facultad que cree que va a encontrar todas las respuestas en Twitter, Facebook y Google; y a Nuri Iscar, la tal 'Betibú' del título, escritora de 'best-sellers' que anda de capa caída después de editar una última obra fallida y vive apartada del mundillo literario. ¡Ojalá pudiésemos contar por estos pagos con dos o tres Claudias Piñeiro! Pero no se puede tener todo. Ahí van tres impagables párrafos, extraídos de la novela, sobre el periodismo de nuestros días. ¡Prestad atención, porque contienen tres verdades como sendos puños! Es más, no tienen desperdicio. ¡Chau!

"¿Sabes cuál es tu problema, pibe?, mucho Internet y poca calle. Un periodista policial se hace en la calle. ¿Cuántas veces te escondiste detrás de un árbol, vos?, ¿cuántas veces llamaste a un testigo de un crimen o a un pariente muerto haciéndote pasar por el comisario Fulano de Tal?, ¿cuántas veces te disfrazaste para meterte en un lugar donde no te dejaban entrar? El pibe no contesta, pero es evidente que nada hizo de lo que le pregunta Brena. Acordate, pibe, mucha calle, ser entrador y mimetizarte con la situación: vos tenés que ser el ladrón, el asesino, el muerto, el cómplice, lo que haga falta para entenderles la cabeza. Y largá un poco la computadora, tanto Google te está haciendo mal".

"Hacételo, el tiempo, hacételo, y lee ficción. Si querés ser un buen periodista, tenés que leer ficción, pibe, no hubo ni hay ningún gran periodista que no haya sido un buen lector, te lo aseguro".

"Se sacan de encima empleados con sueldos que fueron ganando aumento a lo largo de los años y los reemplazan con periodistas recién recibidos que contratan por la mitad. Por eso pagan, para que se vayan. No importa que los nuevos conjuguen mal los verbos, que no sepan cuándo tienen que escribir concejo y cuándo consejo, o que confundan a Tracy Austin con Jane Austen. Ya lo corregirá alguien en el camino. Y si no, mala suerte. Lo importante es que los viejos y caros se vayan, sin prisa pero sin pausa".

23.1.12

Semana Negra: futuro gris

El certamen podría cambiar de sede o desaparecer
Visitantes de la Semana Negra, en el campus de Viesques de la Universidad de Oviedo, en Gijón.foto:Paco Paredes. fuente:elpais.com

"Construyamos fantasía en tiempos sin fantasía y en los que el destino es una puerta que conduce a ninguna parte", decía Paco Ignacio Taibo II, escritor y director de la Semana Negra en la recepción en el Ayuntamiento de Gijón el pasado viernes por la tarde. A su lado, Rafael Felgueroso, primer teniente de alcalde y concejal de Seguridad Ciudadana del Foro de Asturias -partido de Francisco Álvarez-Cascos, presidente del Principado-, aguantaba estoico la ovación que algunos de los 140 autores que participan en el evento daban al escritor asturmexicano. El cambio político en la alcaldía de la ciudad asturiana puede significar que la edición 24ª de este festival literario sea la última.

Este año el tren negro no paró a su paso por Oviedo. Francisco Álvarez-Cascos no se unió al convoy, como tampoco lo hizo Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón por el Foro de Asturias, en la llegada a su estación final. Semanas antes, la regidora anunciaba que revisaría el convenio que desde hace 24 años el Consistorio suscribe anualmente con la Asociación Semana Negra, organizadora del evento. "No diré no por no", declaraba Moriyón en una entrevista con Europa Press, "pero si el coste es cercano a los 300.000 euros y continúa la polémica por el emplazamiento con la Universidad o el ruido con los vecinos, todas las partes tendremos que repensarlo". La alcaldesa aboga por replantear la actual oferta cultural municipal y defiende más eventos del estilo de un torneo de golf en el que participan 400 niños. Desde el Principado, que también colabora en la aportación económica, afirmaron que "el Ayuntamiento de Gijón tiene autonomía absoluta para tomar las decisiones que considere necesarias".

El festival está blindado: Paco Ignacio Taibo II, director de la Semana Negra, en Gijón. foto:Juan González

Felgueroso, en sustitución de Carlos Rubiera, concejal de Cultura que no asistió a la recepción y con el que este periódico ha tratado de ponerse en contacto sin conseguirlo, desgranaba "el esfuerzo" que en su opinión hace el Ayuntamiento. La subvención se cifra en una aportación económica de 230.000 euros de la que participan otros organismos públicos, como el teatro Jovellanos, donde se celebran algunos conciertos. A esta cuantía se añaden varias partidas por la cesión del terreno y la prestación de servicios a cargo de empresas municipales, como la seguridad vial, el sistema de aguas, la presencia de la Policía Municipal, los bomberos y Protección Civil, además de los servicios sanitarios. El teniente de alcalde no pudo concretar la cifra exacta a la que asciende el monto final. José Manuel Sariego, exconcejal de Cultura del PSOE, explicaba en una esquina de la sala del Ayuntamiento que esta subvención es "perfectamente asumible porque solo supone el 20% del total del coste del evento. Quien decida suspenderla estará robando a los gijonenses parte de su patrimonio".

El Ayuntamiento concede una ayuda de 300.000 euros, según la alcaldesa

El resto de la financiación se sustenta en patrocinadores privados como Pepsi, Mahou y Air Europa, entre otros, además de las cuotas que hosteleros y comerciantes pagan por poner sus carpas en el recinto. "La Semana Negra será imposible sin el apoyo municipal, no se trata solo de la aportación económica, sino de la voluntad de colaborar por parte del Ayuntamiento", explicaba Taibo II.

En la carpa del Conseyu de Mocedá se ha creado una suerte de muro de las lamentaciones donde los semaneros cuelgan mensajes de apoyo a la Semana Negra y en contra de la valla que, por primera vez en la historia del festival, delimita el recinto. Taibo II la denomina "el muro de la ignominia" del rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, principal opositor a que esta edición se celebrara en el campus de Viesques, a las afueras de Gijón. Existe una sentencia del pasado 19 de julio que da la razón a la organización de la Semana Negra en contra del criterio del rector, quien arguye que el festival provoca problemas con los vecinos por los posibles ruidos y molestias a los estudiantes.

El Consistorio se desentiende de la linde, que ha supuesto un coste de 70.000 euros para la Universidad, al que se añade el del personal de seguridad que deambula por el recinto. Y, aunque Felgueroso recuerda a Gotor que "los terrenos pertenecen al Ayuntamiento" -pese al litigio que mantienen por la propiedad-, la alcaldesa Moriyón se comprometió con la institución académica a que no se volvería a celebrar allí el festival literario.

Vicente Álvarez Areces, alcalde socialista de Gijón durante 12 años y presidente del Principado otros 12 -hasta el pasado 22 de mayo-, fue uno de los veteranos que inauguraron esta fiesta literaria, a falta de representación del Gobierno municipal. Areces fue el regidor que hace 24 años creó la Semana Negra con el historietista Ángel de la Calle, el editor Juan Cueto y el propio Paco Ignacio Taibo II. "Es el paradigma de festival de libertad, crítico, una demostración de convivencia abierta al mundo", contaba frente a la carpa de Encuentros presidida por un gran póster del cuadro de Delacroix La libertad guiando al pueblo, espacio donde se celebran algunas de las charlas. "Ahora parece que el nuevo Gobierno, como consecuencia del cambio político, tiene dificultades de relación con la Semana. Sería un error no potenciarla, un retroceso. Nadie se cree que esto se monte con otra finalidad que no sea favorecer a Asturias".

El expresidente socialista remachó este argumento en el homenaje a los fundadores de la Semana Negra organizado el martes por la tarde. Areces, Cueto y Taibo II aseguraron que "el festival está blindado". "A mí me va la guerra", manifestó el director del encuentro, "y cuanto más tontos son los oponentes mejor me lo paso". Durante la charla, los ponentes recordaron que esta no es la primera vez que se enfrentan a "una cruzada conservadora", en referencia a la oposición del PP en la primera edición en 1988.

Para Carmen Veiga, concejal socialista y exdirectora del teatro Jovellanos, la ubicación es la clave que determinará si la Semana Negra se vuelve a celebrar en Gijón. "El año que viene no quiero trasladarme a 28 kilómetros", contaba en referencia a la posibilidad de que el festival se traslade a Avilés. Una oferta que Taibo II ha aclarado que aún no se ha hecho formalmente. Román Álvarez, concejal de Cultura de Avilés, gobernado por el PSOE, confirma desconocer esta propuesta.

Los semaneros, mientras tanto, alcanzaron ayer el ecuador del festival abarrotando cada día el recinto. Los escritores, los otros protagonistas de la Semana Negra, aunque concentrados en crímenes, relatos fantásticos y cazas de zombis, son conscientes del momento que vive el certamen. En la terraza del hotel Don Manuel, sede de algunos de los encuentros literarios, un pequeño cónclave latinoamericano cebaba el mate al fresco de la mañana del sábado. "No se va a suspender porque es una semana de duros y los duros no lloran ni se ríen", decía el escritor argentino Miguel Ángel Molfino. Kike Ferrari, ganador del premio de relatos policiacos de la pasada edición, avanzaba un poco más en el argumento: "Es una disputa ideológica disfrazada. No se atreven a decir que esto es un nido de rojos". El tercero en debate, el escritor uruguayo Híber Conteris, finalista del Premio Hammett, cree que "aquellos que piensan que existe una contradicción entre lo popular y lo académico tienen una mentalidad oscurantista y medieval".

"Paco ha demostrado que nadie ni nada le puede parar. Quiero que haya una Semana Negra, no quiero que haya una semana cualquiera, aunque sea en Gijón", decía el escritor Fernando Marías, cicerone de Carmen Posadas. La autora hispano-uruguaya ha encontrado en este festival una cura de humildad para la literatura: "Camino entre los puestos de comida y atracciones y me doy cuenta de la labor desacralizadora del festival. Baja la literatura de la torre de marfil donde lamentablemente muchas veces se instala".

Habrá que esperar hasta la clausura del domingo. Ese día Taibo II desvelará el futuro de la Semana Negra. Si, como desde hace 24 años, se celebrará en alguna de las esquinas de Gijón o virará su rumbo en busca de nuevos misterios por Asturias.

Ficha policial

A.M.

- En 1988, el escritor Paco Ignacio Taibo II, el historietista Ángel de la Calle y el editor Juan Cueto fundan la Semana Negra con la ayuda del entonces alcalde de Gijón, Vicente Álvarez Areces.

- En estas 24 ediciones han pasado por el certamen autores de novela negra como Dennis Lehane, Fred Vargas y Ramsey Campbell; y poetas como Ángel González y Juan Gelman.

- Y de todo ello ha dado cuenta el diario oficial A Quemarropa, decano de la prensa negra.

21.1.12

Petros Márkaris, Anne Perry, Patrick Bard y Lorenzo Silva, en el BCNegra 2012

El griego Petros Márkaris; la reina de la novela de detectives, Anne Perry; el autor de Huérfanos de sangre, Patrick Bard, y el madrileño Lorenzo Silva serán algunos de los participantes en la séptima edición del festival de novela negra de Barcelona BCNegra, que se celebrará del 2 al 11 de febrero
El escritor griego Petros Márkaris. foto:EFE.fuente:lainformacion.com

Su comisario, el librero Paco Camarasa, ha presentado hoy la programación del evento, que homenajeará al fallecido primer director de la Oficina Antifraude de Cataluña, David Martínez Madero.

También se ha organizado una exposición sobre "Gimlet", una revista sobre novela negra que dirigió Manuel Vázquez Montalbán, y en la Biblioteca Arús se mostrará, por primera vez ordenada y clasificada, la colección Joan Proubasta sobre Sherlock Holmes, una de las mejores del mundo sobre el investigador londinense.

En declaraciones a Efe, Camarasa, alma de la librería "Negra y criminal" de Barcelona, ha invitado a los aficionados al género y al público en general a asistir al festival, donde "podrán descubrir las pistas necesarias para cometer el crimen de la lectura".

Con un presupuesto que ha sufrido un recorte del tres por ciento, Camarasa destaca la colaboración con la empresa privada -este año participan 36 editoriales, más que en ediciones anteriores- y con instituciones como las bibliotecas municipales o los clubes de lectura juvenil.

Sobre el premio Carvalho, que en pasados certámenes se ha otorgado a autores como Henning Mankell, PD James o Michael Connelly, Camarasa ha indicado que en esta ocasión recaerá en Petros Márkaris, uno de los representantes de la denominada novela negra mediterránea.

El comisario de BCNegra subraya que se trata de un escritor que retoma la tradición del género popular, con un policía, Kostas Kharitos, que ha considerado "el más policía de todos los investigadores literarios".

Asimismo, entiende que con sus novelas plasma "la indignación ciudadana que sienten los habitantes de Atenas, una de las ciudades mediterráneas que están soportando desde hace meses la dictadura de los mercados".

Anne Perry comentará con sus lectores el proceso de creación de sus inspectores Thomas Pitt y William Monk, mientras que otros escritores como Patrick Bard, los nórdicos Anders Roslund y Borge Hellstrom y los norteamericanos Jeffery Deaver y Karin Slaughter también se reunirán con el público.

Por otra parte, habrá una exhibición de la Unidad Canina de los Mossos d'Esquadra y se debatirá por qué no existen todavía los gatos policía, que sí aparecen en algunas novelas resolviendo casos.

Nuevos autores españoles como Laura Fernández, David C. Hall, Julián Sánchez, Carlos Zanón, Marta Banús, Juan Bas, Gabriela Cañas o Carles Salem presentarán sus obras.

Las islas Canarias, asimismo, tendrán un papel en la semana más negra de Barcelona, puesto que además de constituir un destino vacacional idílico son literariamente un "bullicio de actividad delictiva".

La treintena de actividades organizadas estarán presentes en las diferentes redes sociales que, entre el 2 y el 11 de febrero, "serán más negras que nunca", según Paco Camarasa.

20.1.12

Winslow: "Me han llamado 'autor de culto' tantas veces que me siento Charles Manson"


Don Winslow toma el legado del legendario Trevanian y resucita la novela de espías

"¿Que qué pienso de la CIA...?" .foto.fuente:elmundo.es

En los años 70, en pleno 'boom' del thriller internacional, entre Forsyth y Le Carré surgió un nuevo elemento misterioso que firmaba con el misterioso pseudónimo de Trevanian. Mucho se especuló sobre su autor. Sus lectores fueron aplicándole atributos extraídos de sus tramas exóticas y con un punto perverso. Ex agente secreto, gourmet, alpinista, crítico de arte, diplomático, científico...

Se sabía que escribía en lengua inglesa. Hoy tenemos su verdadero nombre, Rod Whitaker. Murió en 2005. Supo vender millones de libros sin enseñar foto suya alguna en las solapas de sus libros. Sus dos grandes creaciones son Jonathan Hemlock (protagonista de 'Sanción en el Eiger' y 'Sanción de Loo'), profesor de Arte y agente del servicio secreto inglés, y Nicholai Hel nacido de padres europeos en la China de la Primera Guerra Mundial, asesino a sueldo y con aspiraciones místicas.

Hasta ahora, era el protagonista de su intriga 'Shibumi'. Hasta ahora. Hasta hace poco. El admirado superventas Don Winslow lo ha retomado para 'Satori' (Roca), que ha aparecido recientemente en España y va por la segunda edición. El autor de 'El poder del perro' responde a las preguntas de ELMUNDO.es haciendo un hueco en su trabajo de coescribir el guión de la versión al cine de 'Satori' para Warner Bros. Nicholai Hel (el de Winslow, y el de Trevanian, y el de todos) será interpretado por Leonardo DiCaprio.

Pregunta.-Supongo que usted es un fan de Trevanian. Es un caso extraño de escritor de best-sellers y ficción 'de culto', ¿no? Algo así como usted.

Respuesta.- Soy fan de Trevanian, y lo he sido durante mucho tiempo. Escribió más o menos lo que quiso, del modo en que quiso escribirlo, y admiro eso. Y hay un culto de fans devotos además de aquellos que leen sus best sellers, como 'Sanción en el Eiger' y 'Shibumi'. 'El verano de Katya', por ejemplo, es un libro increíble. Es gracioso lo que hace a un autor ser 'de culto', ¿no? Supongo que una cierta pasión de parte del lector, y cierto toque especial por parte del autor. Me han llamado 'escritor de culto' tantas veces que me siento como Charlie Manson.

P.- Pero continuar la obra de ficción de un escritor famoso tiene quizá algo de desventaja, por ponerse uno en contraste con el trabajo anterior, ¿no?

R.- Bueno, a no ser que quieras escribir un solo libro en tu vida, es un problema inevitable. Como escritor, tienes que aceptar que los lectores van a preferir unos libros a otros, o que ellos van a defender tu primer libro incluso en contra de los más nuevos. Me da igual. Mientras a un lector le guste alguno de mis libros, estoy satisfecho.

P.- ¿Cuáles son los elementos de las películas de espionaje de Guerra Fría que se había propuesto continuar y homenajear específicamente aquí en 'Satori'?

R.- Usted lo dice implícitamente en la pregunta. Quería dar una idea de la complejidad de la Guerra Fría en Asia. Generalmente, la ficción de espías ha tratado aspectos europeos de aquella era, pero los componentes asiáticos eran igual de interesantes y complejos. Tendemos a cometer el mismo error en la ficción que los políticos en el mundo real. Ver aquella época como un estricto combate bipolar entre capitalismo y comunismo, cuando, de hecho, era multi-dimensional, especialmente en el Sudeste asiático.

P- ¿Qué opina de la cultura oriental, usted, por ejemplo, cree en el "satori", esa "iluminación"?

R.- Estoy muy interesado en las culturas asiáticas. Es una de las razones por las que salté ante la oportunidad de hacer este libro. Yo trabajé en China, por ejemplo, y me encantaría volver algún día. Y, en lo que respecta al "satori", sí creo en ello, aunque no lo he experimentado. Aún.

P.- ¿Tenemos aún, en 2012, material para escribir novelas de espías, para invenntar algún Nicholai Hel real trabajando para los gobiernos?

R.- Claro. Mientras la fuerza sea un instrumento de política extranjera, tendremos Nicholai Hels trabajando para los estados. Pienso que las recientes noticias de Irán, por ejemplo, lo evidencian.

P.- ¿Cómo era, en su opinión el esquivo Trevanian?

R.- Nunca le conocí, pero tengo entendido que era cariñoso, gracioso y (como se podría imaginar) un poco excéntrico. Tenía opiniones muy rotundas. He estado en contacto con la familia y son gente encantadora.

P.- ¿Cuál es su opinion de la CIA?

R.- Vaya... ¿cuánta extensión tienes? Creo que la CIA ha sido tenida por el 'hombre del saco' de las últimas décadas. Se les han atribuido todo tipo de cosas de las que no son siquiera capaces. Dicho esto, ha estado envuelta en asuntos en los que no me hubiera gustado que estuvieran. Pero es una cuestión complicada en la que la mayor parte de los gobiernos (especialmente las verdaderas 'potencias') tienen que afrontar. Se necesita a la CIA, pero ¿cuánto poder debe acumular? Las acciones secretas son contradictorias con la democracia, mientras la democracia no las necesite para sobrevivir.

13.1.12

'Y que la 'veldá' pueda 'llegal' a tu alma, Conde'

Mario Conde, desencantado como nunca, investiga en el Barrio Chino habanero

El novelista cubano Leonardo Padura. foto: Antonio Moreno. fuente:elmundo.es

La verdad es que nunca se fue, pero el caso es que nos sentimos como si hubiera vuelto. Y ha regresado (La cola de la serpiente. Leonardo Padura. Tusquets Editores) todavía mas desencantado, hastiado y comemierda. Más cabrón recordador, que diría su amigo el flaco Carlos.

Mario Conde nos vuelve a llevar a La Habana de 1989, la de Pasado perfecto, cuando aún era teniente de policía y lo de abandonar la Brigada Criminal y dedicarse a los libros antiguos todavía quedaba muy lejos. Investiga la muerte de un chino porque así se lo pide su compañera Patricia Chion, una china mulata con uno de los culos más exultantes del Caribe a la que el Conde se quiere templar desde hace demasiado tiempo, potenciado, sin duda, "por aquél botón de la blusa siempre abierto al filo del abismo".

No es esta la mejor historia del Conde ni mucho menos, ni falta que hace, aunque le venga a huevo a Padura para mostrarnos dos fotografías en blanco y negro que nos llevan, reptando, por la estela de la citada serpiente: en la primera vemos a un tipo cansado y cansino, de vuelta de casi todo sin haber llegado a ninguna parte, al que cada vez le resulta más difícil vivir que morirse, mortalmente herido de desesperaciones y de amores, que intenta ser policía y al mismo tiempo sufre por el mero hecho de serlo, que sigue en pie, y al que no parece que el ron le conceda el alivio del olvido.

No es esta la mejor novela de las protagonizadas por Mario Conde, ni falta que hace.

En la segunda imagen contemplamos, y así nos lo cuenta Padura en el epílogo, la desgarradora historia de los chinos que emigraron a Cuba, prácticamente esclavos y víctimas propiciatorias de la soledad, el desprecio y el desarraigo, a los que no salvó ni la madre que los parió ni mucho menos la patria del socialismo.

Con esos dos daguerrotipos (lo de la muerte del chino casi es lo de menos en este caso y se resuelve en unas pocas cuartillas), vamos recorriendo las páginas tristes de una triste historia que tiene en el Conde al paradigma del perdedor sin excusas, del soñador al que le han arrebatado los sueños, al que la realidad le ha robado demasiados trozos de sí mismo y que bordea el abismo recorriendo "lugares tristes y percudidos, maltratados y agonizantes".

Y si lo de la muerte del chino no es lo realmente importante ("Es una cosa de paisanos que hacen 'blujelías de neglos y de neglos que hacen blujelías con cosas de chinos'", le dice al Conde un compatriota del asesinado) si lo es el trasfondo de las conversaciones chinocubanas en torno al detective. Cada persona, le vienen a decir, llega a este mundo con su propio camino diseñado, con su propio tao, con su alma repleta de finísimas partículas materiales llamadas "tsin tsi" que llegan y se van dependiendo de la limpieza o suciedad del órgano de pensar, el "tsin". "Limpia tu tsin, Conde, limpialo bien, pala que la veldá, pueda llegal a tu alma".

Lo que faltaba que le dijeran a este jodido recordador, que limpiara su "tsin". Él, que siempre estaba buscando lo que no encontraba, cansado de habladeras de mierda, de amores que arrasan, de sentimientos crecientes; él, que no paraba de pensar en lo que ha hecho y estaba haciendo con su puta vida, y en la soledad y en el miedo que a ésta le tenía. El Conde, que se desmontaba por el sexo caliente de la china Patricia o por el erotismo desbocado de la pelirroja Karina, pero que única y exclusivamente pensaba en Tamara cuando la nostalgia apretaba sinmisericordia y creía necesitar un ancla en su lamentable existencia.

Tamara, que lo dejó desarmado y desalmado cuando se fue, "en estado de indefensión psicológica y hormonal", jodido como nunca pero como siempre, ha vuelto y lo está buscando. Y para qué carajo lo quiere ver. "¿Solo para hacerlo sufrir con la contemplación de aquellos ojos color avellana, siempre húmedos, y el movimiento de trapiche moledor de caña de su retaguardia prodigiosa que enloqueció, enloquecía y enloquecería a Conde?".

Tamara, viejo amor del instituto, ex de un alto cargo del régimen ya muerto y novelado, le ha dicho ven y él acude presto al llamado porque no hay otra; porque no hay forma de deshacerse de los amores que matan, porque se desmonta ante ella, porque siempre la va a estar esperando, porque es especialista en estas pendejadas, porque se pasa la vida pensando, "aunque no resuelva nada de lo que piensa".

Y en medio de tanto olor a chino muerto, que se pega en las entretelas del Conde como un sobrepaso más, el todavía policía alcanza una vez más la meta; y lo hace como siempre, con dolor, cansado y jodido por las historias siempre sórdidas que salen a su paso; porque nada debería ser como es, porque hace sufrir al que no debe.

"Vivimos", le dice el Conde a su pez Rufino, que deambula por la pecera, en una declaración de intenciones que suena casi a epitafio, "todo el tiempo dando vueltas en el agua sucia, hasta que nos jodemos. Aunque siempre habrá otro dispuesto a empezar a girar...".

11.1.12

Pinche poli pendejo

La prueba del ácido es una biografía de un país que más parece un campo de batalla permanente


Negro sobre negro con un tratamiento irónico bien pinche. foto.fuente:elmundo.es

Un fracasado. Así se ve él. Edgar 'el Zurdo' Mendieta. El Zurdo para casi todos, zurdito solo para algunos. "Un pobre infeliz sin más futuro que ser un desgraciado nadie, porque un don nadie sería demasiado". Que se pregunta con demasiada frecuencia qué vale, y si merece la pena seguir viviendo. Y que tiene por vecino a un perro que le gusta ladrarle a la luna de madrugada mientras él juguetea con su arma planteándose cuestiones peligrosas. A este pinche poli se le nubla la vida misma cuando se arrima al cadáver y observa los rizos revueltos de Mayra Cabral de Melo (de profesión prostituta de lujo, además de bailarina de striptease, además de presunta novia a tiempo parcial del detective); Mayra, la que le había dicho que era "el poli más romántico" que había conocido, días antes de que le descerrajaran un tiro en la sien y rebanado el oscuro pezón de su teta izquierda.

El pendejo se queda recordando cierta canción de Roberto Carlos ('Debaixo dos caracóis dos seus cabelos, uma história pra contar') mientras retiene en su imaginación los ojos de Mayra cuando aún tenían vida: uno verde y el otro color de miel. "De verdad tienes bonitos ojos", le había dicho la muerta. "Claro que puedes hablar de los míos, aunque te costará ser original". Quién cojones, se pregunta el viudo sabiendo que no hay respuesta, ha podido acabar con esta morra, esta hembra superlativa, de labios apabullantes, cuerpo esplendoroso, pechos insultantes y cueva devoradora; quién cojones, se lamenta este placa de mierda que olvidó que no trae a cuenta enamorarse de una puta. "¿Eres poli?", le había dicho. "No tienes cara, te ves tan inocente, tan dulce, como que no rompes un plato y todos los tienes rotos".

Y por si todo esto fuera poco, el país lleva camino de convertirse en una morgue, el Gobierno mexicano le ha declarado la guerra al narco y este responde como sabe: matando y matando. Todos parecen que se han vuelto locos: balaceras por doquier; ajustes de no se sabe bien qué cuentas; oscuros políticos de bragueta fácil, corruptos y gallinas; Los Tigres del Norte aullando en Hummer que derrapan a toda hostia; narcos que podrían ser polis y polis que hacen de narcos. Hasta hay un hueco para el padre del presidente de los Estados Unidos, que gusta de cazar y follar al otro lado de la frontera, y que sale ileso de un intento de darle boleto. Y por si todo esto aún fuera poco, el Gran Capo, Marcelo Valdés, muere tranquilamente en su cama y su hija, Samantha Valdés, con tantos huevos como su papá, se hace con las riendas... Y esto significa efectos colaterales, voladuras controladas, más sangre y más muerte, muuuuuuuucha más muerte.

[foto de la noticia]
Mendoza narra sin parar un segundo. Sin puntos aparte. Para dejarnos sin aliento. Con diálogos que parecen nomás sacados de un AK-47.

(De corrido nos cuenta Élmer Mendoza -'La prueba del ácido', Tusquets Editores- esta historia. Sin parar un segundo. Sin puntos aparte. Para dejarnos sin aliento. Con diálogos que parecen nomás sacados de alguno de los AK-47 que van soltando casquillos página tras página. Las palabras parecen vómitos, las frases caen como bazucazos, los capítulos son lanzallamas y el libro, una biografía de un país que más parece un campo de batalla permanente. Mendoza nos adentra a tiro limpio en el lenguaje del narcotráfico, en su cultura, en su vocabulario sin aristas, sin verbos reflexivos. Y parece querer hacer buena la frase de Rubem Fonseca que podemos leer antes de empezar el festejo: "¿Será tarea del escritor traer más miedo a este mundo?")

Pero El Zurdo se caga en todo esto y no hay dios que le detenga en el camino de darle madre al hijo de la gran chingada que licenció a su morra, aunque nunca fue suya del todo y posiblemente jamás lo hubiera sido. "Ánimo", le había pedido, "eres un superhéroe: mi superhéroe, el que me salvará de los malos". Pero no la pudo salvar y por eso ahora la rabia le llega a los huevos, pone en marcha la gramola y ya no hay carajo que pare esta música. Todos empiezan a bailar: licenciados ignorantes, terratenientes compradores de sentimientos, invitados cinco estrellas, narcos prendados, españoles enamoradizos... Todos locos por Mayra y todos ahora en el punto de mira de un pringao pendenciero y despechado que por no tener no tiene ni una puta ex. "La vida es extraña, Edgar", le taladra el alma. "Creo que contigo podría hacer vida, otra vida quiero decir, la vida que una mujer sueña".

Y entre las piernas de esta historia penetran también traficantes de armas con ambiciones, federales asesinos, coleccionistas de guitarras destrozadas y de chalecos antibalas, hijas que quieren matar a su padre, periodistas, ex boxeadores sonados... y Samantha, la nueva capo, la que tiene que acabar con los que quieren su corona antes de que los aspirantes acaben con ella. "Eres igual que tu padre", le dice un muerto cuando todavía habla. "No creo, él era buena persona y a mí no me dejan serlo", le escupe antes de depositar tres balas en su cabeza... Samantha, que como su padre, tiene debilidad por los polis rectos. La suerte de los pendejos es que siempre hay alguien que los quiere, le habían espetado al Zurdo:

-Necesito hablar contigo, comandante.

-No soy tu hombre, Samantha, soy demasiado pendejo y todavía un poco honesto.

-Precisamente por eso me interesas, Zurdo Mendieta, ¿crees que no necesitamos gente honrada en nuestras filas? Aunque no lo hayas pensado, este negocio no funcionaría sin grandes dosis de fidelidad y honradez...

Pero para que el Zurdo continúe siendo una sombra de sí mismo, para seguir esas chingadas de la fidelidad y la honradez tiene que cazar al que rebano el oscuro pezón de la teta izquierda de su sueño. Y lo caza. Vengo a por ti, pinche criminal...

Y aunque salda la deuda que tenía con ese futuro que nunca iba a llegar, Edgar 'el Zurdo' Mendieta sigue sabiendo lo que ya sabía: qué siente un cero a la izquierda, un idiota que está robando oxígeno y que no ha hecho nada en la vida salvo chuparse el dedo y ladrarle a la luna... porque, a fin de cuentas, no es más que un pinche poli pendejo

Culto al género negro

En pleno barrio de la Barceloneta existe una librería especializada en la novela negra y policiaca que se ha convertido referencia internacional en el sector

Un aspecto del culto al género negro: el arma es de
juguete. foto.fuente:elcultural.es


Lo suyo siempre ha sido pura pasión por los libros y devoción por los lectores. Y es que Paco Camarasa (Valencia, 1950) se ha dedicado a ellos toda su vida, ejerciendo de librero, "la profesión más maravillosa del mundo" -dice- "basada en el viejo oficio de leer, escuchar y ejercer de intermediario entre autor, editor y lector, y en convertirse además en la corriente de transmisión entre un conjunto de lectores". Por eso, cuando se quedó sin trabajo en 2001, decidió liarse la manta a la cabeza y seguir en la brecha. Junto a Montse Clavé (Cádiz, 1946) abrió en Barcelona, en diciembre de 2002 y en plena Barceloneta, uno de los barrios más canallas y negros de la ciudad, la que hasta la fecha continúa siendo la única librería de España especializada en novela negra y criminal. Y ése es justamente su nombre.

La Librería Negra y Criminal es un espacio ágil y muy vivo, que tiene como objetivo contagiar, desarrollar y hacer crecer el amor por el género a los lectores. Ahí se persiguen autores, se rastrean primeras ediciones y libros descatalogados, se venden ejemplares de segunda mano, se celebran presentaciones de libros, concursos literarios, clubes de lectura, coloquios y hasta visitas culturales y recorridos temáticos (como la ruta barcelonesa de Carvalho) relacionadas con el mundo policíaco y criminal. Y cada sábado, a las 13 horas, aperitivo de mejillones y vino tinto para todo el que se acerque por allí y tenga ganas de intercambiar opiniones y recomendar últimas lecturas. Esa frenética actividad es lo que ha situado a este pequeño reducto de lo negro en un centro de referencia internacional en el sector del libro. Y puedo dar fe: en el día de nuestra charla Camarasa prepara afanosamente un kilométrico pedido para una librería de Paraná (Argentina). "No cabe duda de que Internet nos ha ayudado muchísimo", reconoce.

"Cuando era universitario -cuenta- cayó en mis manos Cosecha Roja, de Dashiell Hammett, en una edición de bolsillo de Alianza Editorial y con un prólogo de Luis Cernuda, que en la universidad franquista era un autor de referencia, un símbolo de la diferencia. Quedé totalmente fascinado por el hecho de que un género tan popular como el policíaco pudiera definir tan bien y con tanto realismo los distintos mecanismos de la sociedad". A partir de entonces Camarasa rastreó como un sabueso, buscando novelas negras y policíacas aquí y allá, fascinado por la altísima implicación que, como lector, experimentaba al zambullirse en historias tan bien urdidas. "En aquella época -continúa- estaba mal visto leer ese tipo de novela, puesto que se consideraba un género poco interesante y de pura evasión. Pero entonces apareció un intelectual de prestigio como Manuel Vázquez Montalbán, que nos dio al detective Pepe Carvalho. Y esa fue la coartada perfecta para rescatar el género y acercarnos a él".

Camarasa define las dos subdivisiones del género, calificando la novela negra de más crítica y realista mientras que la policíaca es más juguetona y se apoya más en la intriga. "Y sus lectores tienen en común que conocen muy bien este tipo de literatura porque le son muy fieles, han leído muchísimo, se saben todos los trucos, códigos y recursos y, por tanto, no pasan por alto ni un solo fallo. La novela negra y también la policíaca tienen una gran capacidad de atrapar al lector y llevarlo por sus derroteros, tanto por el juego que proponen como por la atmósfera que crean, los personajes que definen y su habilidad en iluminar las zonas más oscuras de la sociedad y del alma humana. En definitiva, el lector de novela negra es una mosca cojonera que se las sabe todas y siempre está alerta para pillar al autor en un renuncio", define.

Gran admirador de la facilidad que tienen los autores de novela negra para plasmar, de una manera casi visual, realidades sociales, Camarasa afirma conocer muy bien los países nórdicos sin haberlos visitado, debido a la gran cantidad de novelistas de esas nacionalidades que han pasado por sus manos. Pero la moda escandinava ya ha tocado a su fin, y ahora le toca el turno a Asia, sobre todo a los chinos y japoneses, vaticina. "Yo soy muy ecléctico en mis gustos -concluye- disfruto enormemente con los grandes clásicos como Ellery Queen, Edgar Wallace, Raymond Chandler o Gene Thompson. Y me encanta descubrir nombres nuevos, como Michael Koryta y Maurizio di Giovanni. Últimamente he leído con muchísimo interés El caso de los bombones envenenados, de Anthony Berkeley, Jarraga, de Antonio Lozano y El poder del perro, de Don Winslow".