31.10.11

Novelas como balazos

Rosamund Lupton ha desbancado a Stieg Larsson del número uno del Reino Unido. Hermana es una relato criminal lleno de literatura, contundente e irresistible
Rosamund Lupton, escritora inglesa que debuta con Hermana, novela negra cargada de literatura. foto: Charles Hopkinson.fuente:elmundo.es

Benditos sean Dios, los 'spaghetti nero di sepia', Messi y las modestas editoriales patrias que publican todas aquellas novelas que, vaya usted a saber el porqué, no interesan a las grandes, más ocupadas en tratar de colocarnos el último tostón de su autorcillo de turno. Tal es el caso de Principal de los Libros, editorial mayúscula cuyos escarceos con la vertiente más digna del 'noir' foráneo acabarán logrando que nos convirtamos en adeptos de una nueva religión librera. La suya. ¡Mucha atención porque, después de la agradable sorpresa que fue 'La esquina' –mitad novelón, mitad soberbio reportaje sobre el menudeo 'makoki' en Baltimore, escrito Ed Burns y David Simon, el creador de 'The Wire'–, golpean nuevamente ahora con 'Hermana', de Rosamund Lupton, o lo que es lo mismo, la ópera prima que descabalgó a Stieg Larsson del número uno de las lista de más vendidos en Reino Unido.

Primera novela. Medio millón de ejemplares vendidos en un año. Traducida a 27 idiomas y coronada como mejor debut literario de 2011. Acumula 22 ediciones y ha sido recomendada por 'The New York Times', por Oprah Winfrey, por el Club de Lectura de Richard y Judy y por todo aquel que se ventila, de un tirón, este original relato que echa andar a partir del momento en que el cuerpo sin vida de una tal Tess se descubre en un edificio abandonado de Hyde Park y, automáticamente, es catalogado como suicido. Sin embargo, su hermana Beatrice sabe que la policía ha cometido un error. Está convencida de que Tess fue asesinada y emprende por su cuentea una búsqueda impulsiva de pruebas para demostrar que Tess no se suicidó. Es algo tan sencillo como esto. Contar una historia atractiva de forma novedosa. ¿Alguien da más?

Rosamund Lupton, su autora, lo tiene al parecer bastante claro. A sus 47 castañas, y después de haberse licenciado en literatura inglesa en Cambrigde, ganó el concurso de nuevos guionistas de Carlton Television y fue seleccionada por la BBC para asistir a su curso de nuevos guionistas. Ha formado parte del grupo de escritores del Royal Court Theatre y ha sido columnista y crítica en 'Literary Review'. O sea, que su caso no es el de la típica niñata que un día pasaba por ahí, por la editorial de turno, con su primera novela bajo el brazo, y le sonó la flauta. No, se trata de todo lo contrario. No en vano los críticos más prestigiosos, aquellos que currelan tanto en 'The Daily Mail' como en 'The New York Times Book Review', se han visto obligados a tirar de nada odiosas comparaciones a la hora de cantar las excelencias de esta escritora. P.D. James, Kate Atkinson, Patricia Highsmith, Ruth Rendell, Daphne du Maurier, Alfred Hitchcock y un larguísimo etcétera. Lo dicho. ¿Alguien da más?

Pues sí. Jeffrey Deaver, crítico de 'The Washington Post', quien lo ha dejado bastante claro al referirse a este 'bestseller' tan imparable y contundente como el disparo de una Magnum 44. "¡Maravillosa! 'Hermana' habita en ese lugar en el que se unen la novela negra y la literatura". Es lo que ha dicho el tipo, haciendo gala de una inteligencia atronadora. Y es en ese lugar, añade una al hilo de sus palabras, donde muchos lectores nos mudaríamos sin pensarlo si pudiéramos. La pena es que sea hoy por hoy, para nuestra desgracia, una especie de Marina d'Or diciembremente deshabitada. Por mucho que soñemos con lo contrario.

24.10.11

Márkaris: "El crédito es la nueva forma de dopaje social"

El escritor griego presenta la novela Con el agua al cuello, un nuevo caso del comisario Jaritos
El escritor griego Petros Márkaris. foto:Iván Jiménez. fuente:lavanguardia.com

La máxima marxista de que la religión era el opio del pueblo ha dejado de tener validez para el escritor griego Petros Márkaris, que está convencido de que el nuevo dopaje social son los créditos bancarios.

Márkaris, en una entrevista con Efe de que la ha hablado de su nueva novela, Con el agua al cuello, editada por Tusquets en castellano y catalán, ha asegurado que a la facilitad de lograr créditos en los últimos años en su país "yo le llamo dopaje".

"Todo el mundo está dopado - ha añadido el autor griego, creador del inspector Jaritos. Si el objetivo es hacerte rico en el mínimo tiempo posible eso es dopaje y las drogas erosionan el organismo y eso es lo que ha ocurrido en Grecia".

"Con el agua al cuello es un nuevo caso del comisario Jaritos, de la policía de Atenas, en la que se producen varios asesinatos de banqueros de forma truculenta: el asesino utiliza una espada medieval con la que rebaña el cuello a sus víctimas de un solo tajo.

Márkaris ha querido contraponer con este recurso a los banqueros, representantes del éxito social, con un arma medieval: "Una espada es un arma arcaica", remacha el escritor para resaltar la paradoja de estos crímenes.

Esos banqueros representan el nuevo orden económico para Márkaris porque está convencido de que "el capitalismo tal y como lo hemos conocido hasta ahora ha firmado su acta de defunción. Lo que se impone ahora es el sistema bancario", ha dicho.

En la novela, uno de los personajes es un antiguo atleta griego que se hizo rico recurriendo al dopaje para lograr sus éxitos deportivos y que ahora está postrado en una silla de ruedas, una metáfora de la Grecia actual, postrada en una profunda crisis económica de la que Márkaris no ve la salida.

"Estamos pasando por una auténtica tragedia -ha aseverado el escritor. Estamos inmersos en una recesión profunda y no existe una salida clara del túnel".

Márkaris se muestra autocrítico con su país, pero tampoco se muestra muy convencido de la ayuda europea: "No niego -ha dicho- que la mayor parte de la tragedia sea culpa nuestra, pero la intervención europea no ha mejorado las cosas. Han aplicado medidas severas y las cosas van de mal en peor".

La degradación de la vida cotidiana en Grecia la resume Márkaris con varios datos: "El número de suicidios ha aumentado en un 24% durante la crisis y hay gente que tiene miedo de salir a la calle, incluso para comprar, por el temor a la delincuencia".

La brutal crisis de su país es el trasfondo de Con el agua al cuello, aunque también podría afirmarse que es casi como un personaje fantasmal que está presente a diario en la vida de millones de griegos, aunque, como es habitual en Márkaris, los personajes tratan de combatirla en la media de lo posible recurriendo al sentido del humor, la última esperanza de los que tienen pocas esperanzas.

No se olvida de Márkaris de los sufrimientos a causa de la crisis de otros países como España. Jaritos muestra su solidaridad con nuestro país y, cuando tiene que comprarse un nuevo coche, opta por uno de la marca Seat, a pesar de que sus compañeros policías le insisten en que se decante por una marca asiática.

Con el agua al cuello es la primera parte de una trilogía dominada por la crisis económica. La próxima semana aparecerá en Grecia la segunda parte, en la que los banqueros y su ingeniería financiera son sustituidos por un inspector de Hacienda.

Márkaris ha confesado que tiene una buena relación con su personaje: "El primer café del día siempre me lo tomo con Jaritos. Él me cuenta sus planes, a quién va a interrogar, qué pistas tiene sobre el caso y luego yo lo escribo".

22.10.11

Las afueras del 'noir'

El encuentro negro-criminal del sur de Madrid amplía el campo de batalla
Humphrey Bogart, en un fotograma de El cuarto poder. foto.fuente:elmundo.es

Un repaso del cartel de actividades del festival Getafe Negro, traza un camino de miscelánea y saltos mortales. Siempre en torno al tema central: el policiaco. Hoy, a las 10:00 en la Universidad Carlos III, comienza la mesa redonda 'Blogs y novela negra', donde participa David G. Panadero. Cuenta a elmundo.es el blogero coordinador de la revista digital 'Prótesis' y autor de 'Los viejos papeles': "El género negro siempre ha dependido de grandes revistas para su difusión, como lo fue 'Black Mask'. Con un blog se tiene la oportunidad de crear una revista dinámica, que aglutine vídeos, audio, imágenes y texto, que esté llena de enlaces... Ofrecer relatos por entregas en la Red es una maravilla, porque el 'Continuará' está a golpe de click...".

Señala también Panadero: "Muchos autores noveles están publicando en blogs, por entregas, sus novelas. Yo considero que puede ser un error, porque el lenguaje del blog es otro, bien distinto al lenguaje literario. Y en pantalla, la lectura no puede ser tan extensa como sobre el papel. Con todo, no me resisto a citar uno de estos intentos: 'Calles tomadas', de Fernando Cámara. Precisamente porque reinterpreta el texto literario y lo adapta a las posibilidades que ofrece el blog: interacción, hipertexto, hipervínculos".

Cronológicamente, de rama en rama, recalamos en el 'non-fiction'. 'La mafia (también) es española' es el nombre de esta mesa redonda (también en la Universidad Carlos III) posterior. Quico Alsedo, moderador de la tertulia y periodista de la sección de Local de Madrid en EL MUNDO explica: "En España, excepto a niveles 'low cost', no hay crimen organizado, lo que ha hecho que casi todos los crímenes organizados pasen por aquí y puntúen. Eso es lo que dice la Policía. Se sabe que en la Costa del Sol los rusos están muy arraigados, Baleares fue un exilio recurrente para los italianos y luego hay mafias que se dedican sobre todo a extorsionar a sus propios nacionales, como los polacos o los chinos". Considera el cronista: "En realidad, la crónica periodística es un híbrido: buscas lo literario en la realidad. Lo jodido es quedarte en la 'delgada línea roja'... Literariamente, me parece que está poco explotado el género crónica, hay un filón. Ahí se lo dejo a los editores".

Jueves negro de espionaje y cómics

Una pregunta que muy bien puede surgir en el Festival de Getafe Negro, sobre novela policial es ¿el género de espionaje está dentro del género negro? Explica a elmundo.es el periodista y autor del thriller 'Secreto de estado'Pablo Sebastiá, que participó ayer en la mesa redonda 'El lado oscuro de los servicios secretos': "Es complicado. Para los escritores más puristas del género, el thriller policíaco o de espionaje no es, en sí, novela negra. Yo no soy purista. Es más, me considero un rebelde dentro del sector. Para mí, el thriller, o novela de espionaje, es tan negro como la novela más clásica de Hammet o Chandler. La novela de espionaje, normalmente, no se desarrolla en los bajos fondos de una oscura ciudad norteamericana en los años 20 o 30. Es más, suele alejarse del mundo del lumpen y todos sus estereotipos. Por contra, no por ello deja de tener el elemento más característico de la novela negra: la crítica social".

En la ligazón de temas de este encuentro de encuentros de Getafe, el cartel nos lleva del espionaje de altas esferas de Forsyth (autor que destaca Sebastiá) a Juan Luis Iglesias que habló también ayer de su cómic doméstico 'Moscas y dragones'. De crimen de estado pasamos a los malos tratos, o violencia de género.

Dos mujeres y san Jorge

Cuenta a este periódico el responsable de esta novela gráfica ganadora del Premio Drakul de Cómic: "Por un lado, buscaba un tema que hubiera sido poco tratado por el cómic, algo alejado de los géneros tradicionales. Y por otro, tenía escrito un relato sobre la violencia de género, que me pareció perfecto para desarrollar como guión. Así que aquí está el origen de 'Moscas y dragones', que trata sobre dos mujeres, una que sufre el maltrato físico y psicológico de su marido y la otra que es una prostituta. Suena un poco a dramón, pero le dimos un enfoque de cuento, adaptando para nuestro interés argumental la leyenda de san Jorge y el dragón, obteniendo así un enfoque al estilo de las fábulas tradicionales. También dimos especial relevancia a los hijos de ambas mujeres y a cómo los niños viven este tipo de situaciones tan duras". Y añade: "Si alguien se pasa por una librería de cómics, o por la sección de cómic de las grandes cadenas especializadas, encontrará que las temáticas abordadas por el cómic hoy día, son tan variadas como puedan serlo en la literatura o el cine. Un buen ejemplo de ello son los 3 o 4 tomos sobre el movimiento 15-M que han salido a luz en el último mes".

Este trayecto (uno de tantos de esta semana) nos ha llevado del blog la crónica, de la crónica al espionaje, y de ahí al cómic. De los 'alucineros' madrileños, según cuenta Quico Alsedo, y los hipertextos de Panadero, a otras cuestiones. Otros matices, otras dudas. Como ésta de Pablo Sebastiá: "En cine, por ejemplo, podríamos decir que las primeras películas de Bond, y tal vez las últimas, son de espionaje. No así las de Roger Moore. ¿Es 'Moonraker' una película de espionaje o de ciencia ficción?". Salto mortal. ¿Hemos caído de pie?

Los 80 de Le Carré: envejece el espía más famoso del mundo

El escritor británico que reinventó un género masivo cuenta su vida. No sabe si seguirá escribiendo porque no entiende la nueva tecnología. Y sin ella, ¿qué hace un espía?
Feliz cumpleaños. El escritor británico, que está festejando los 80, dice estar en paz consigo mismo. foto.fuente:Revista Ñ

A los autores de novelas sobre espías suele resultarles complicado que se los tome en serio como escritores. John Le Carré, que cumple 80 años, es una excepción. Desde que hace medio siglo publicó El espía que surgió del frío, el británico es considerado un novelista respetable.

Le Carré, David John Moore Cornwell, desarrolló el arte de inventar historias de una forma casi dramática. Su madre, actriz, desapareció cuando tenía cinco años. Su padre, un estafador, vivía entre la cárcel y sus estafas. Incluso se hizo pasar por su famoso hijo para conquistar mujeres.

"Ser hijo de mi padre era algo fuera de lo común", cuenta el escritor. "Tenía caballos pero no pagaba a los corredores de apuestas, entonces me mandaba a mí al hipódromo (...) La gente me decía: 'Eres el hjo de Ronnie Cornwell? Ten cuidado muchacho...'".

"Vivíamos continuamente entre mentiras", recuerda Le Carré. "Decíamos que mi padre estaba de vacaciones, pero en realidad estaba preso". Mirase donde mirase, veía conspiraciones y traiciones. Durante esa infancia, el escritor desarrolló una desbordante fantasía y una búsqueda de estabilidad que lo llevó hasta los servicios secretos británicos. En los 50 llegó a Alemania bajo la identidad de un diplomático, pero no tuvo éxito como espía. Una de sus misiones fue descubrir si un soviético era en realidad un agente doble. "El ruso vino, bebió vodka, tocó el chelo y no dijo una palabra en toda la tarde", cuenta el escritor. Quién sabe hasta donde habría llegado el agente Cornwell... Pero apareció El espía que surgió del frío.

El breve libro, redactado en pocas semanas, cambió la vida de Cornwell y el arte de escribir novelas de espionaje. Buenos y malos se entremezclaban en un terreno más gris y los agentes dejaban de ser héroes para convertirse en personajes de carne y hueso. "La mejor historia de espionaje que leí nunca", dijo al respecto Graham Green, otro veterano del género. La novela salió a la venta firmada por un tal John le Carré. Cuando la identidad del escritor salió a laluz, su carrera como agente ya era historia.

En lugar de trabajar como espía, Le Carré se dedicó a escribir sobre ellos. Pocos años más tarde creó a su personaje de mayor éxito: el desilusionado agente George Smiley, engañado constantemente por su mujer y víctima de un entorno sin escrúpulos. Este año, El Topo recreó la aventura más conocida de Smiley, Tinker, Tailor, Soldier, Spy, con Gary Oldman de protagonista. Y eso, a pesar de que entre la publicación del libro y este filme creció una generación que casi no sabe qué fue la Guerra Fría.

Con la caída de la cortina de hierro, Le Carré dirigió su mirada crítica hacia Europa occidental. Sus libros comenzaron a tratar el tráfico de armas, negocios sucios de las empresas farmaceúticas, la guerra contra el terrorismo o la mafia rusa. Y en sus comentarios, criticó con frecuencia la política exterior estadounidense y pidió más tolerancia con el Islam.

-¿Qué le resulta difícil a la hora de escribir hoy?
-Tengo un gran problema con las nuevas tecnologías de la comunicación. Es complicado escribir un thriller sobre espías cuando uno no entiende como funcionan los sistemas de vigilancia, localización y comunicación. ¿Como funciona ahora la comunicación en el mundo de los espías? No tengo ni idea. Y no quiero escribir sobre cosas de las que no entiendo.

-Pero, ¿no ha escrito ya libros en los que aparecen computadoras?
-En El jardinero fiel el protagonista tenía una notebook, pero no sabía como utilizarla y la tiraba al mar en cuanto conseguía extraerle la información que necesitaba, lo que para mí fue un alivio. Pero en la película pusieron computadoras por todas partes...

A sus 80 años, Le Carré es un ágil caballero de cabello gris, encantador y perspicaz. Con 13 nietos a los que sirvió de puente para vivir la vida normal que su padre nunca le dio, está en paz consigo mismo. "Me siento preparado para morir", confiesa.

21.10.11

¡Asesinas!

Mujeres Vestidas de negro, en esa tradición, larga como el género mismo

Barbara Stanwyck, en una imagen promocional de la Metro Goldwyn Mayer. foto.fuente:elmundo.es

El cartel de tarde de ayer del Festival de Novela Negra de Getafe tuvo de protagonista a la mujeres, de modo que a poco que uno se empeñe, se puede imponer un titular políticamente muy, muy, muy correcto con subtítulo de miembras y miembros. Primero, la mesa redonda 'Mujeres contadas por hombres', con Juan Bolea y José María Guelbenzu hablando de su labor de construcción femenina en la ficción. Después, mujeres (reales) escritoras (consagradas) como Carmen Riera, Carmen Posadas y Ángela Vallvey en la (segunda) mesa (igualmente redonda) de 'Vestidas de negro'. ¿Tiene usted ya un título?

Explica a ELMUNDO.es Vallvey, autora de 'El hombre del corazón negro': "No soy muy partidaria de establecer distinciones de tipo sexual para hablar de literatura. ¡No va a ser necesariamente una predisposición genética! Puede que algo de la minuciosidad femenina se puede filtrar en la labor creativa... pero este tipo de valoraciones no me gustan mucho, la verdad".

El crítico y literato José María Guelbenzu, creador de la saga de la jueza (o juez) Mariana de Marco dice a este periódico: "En cierta medida de eso se trata la ficción. Dar voces a personajes que no es el narrador, sean niños, mujeres u hombres". Y añade: "Desde luego, el escritor trabaja con lo que ha sido su experiencia personal. Y con aquello que ha leído. Yo he conocido a muchas mujeres a lo largo de mi vida, la verdad. Y no pienso en el mundo femenino como algo ajeno, ni mucho menos. Expresivamente, quería tener a una juez, y me interesaba captar su reacción ante todo lo que va surgiendo. La matización de sentimientos en un papel femenino me parecía más interesante".

Ángela Vallvey, que ha firmado ya tres novelas policiacas, como 'La ciudad del diablo', explica (hechas ya las aclaraciones previas), cuenta: "Soy una gran lectora del género. Siempre me ha encantado". Y añade, sobre su último trabajo 'noir: "'El hombre del corazón negro' es una mezcla de género detectivesco y el negro, con una investigación que alimenta la narración de la historia. He hecho un experimento con diferentes géneros. No sé si he aportado mucho, pero, aunque no me he divertido escribiendo sí he aprendido mucho".

Mujeres 'Vestidas de negro', en esa tradición, larga como el género mismo, que va de los adosados de Miss Marple de Agatha Christie al París tenebroso y el campo francés de Fred Vargas, pasando por Highsmith, Rendell, P.D. James y demás "damas del suspense" y la zozobra. Previamente, el itinerario de feliz miscelánea del Festival madrileño pasó por otras mesas (tan redondas como las anteriores), en la Universidad Carlos III.

Siguiendo la vocación de actualidad de este programa getafeño (o getafense), Willy Uribe, Pedro de Paz y José Ramón Fernández (moderados por Carlos Salem) debatieron sobre las nuevas derivas del crimen literario, y después, siempre al hilo de lo contemporáneo, el filósofo José Antonio Marina, autor del libro 'La edad de la ira', habló sobre ideas educativas y su capacidad para evitar tendencias delictivas. ¡Ah, Getafe Negro!

20.10.11

"Vestidas de negro" analizan el género negro

Las participantes han coincidido en que hay muchos casos sin resolver, "miles", han especificado, "y también miles de suicidios cada año"
La escritora Ángela Vallvey. foto.fuente:lainformacion.com

Las escritoras Ángela Vallvey, Carme Riera y Carmen Posadas han profundizado en los misterios del género negro en la charla "Vestidas de negro", que ha tenido lugar en el Centro de Cultura de la madrileña ciudad de Getafe.

En el marco del Festival Getafe Negro, las novelistas han radiografiado qué tópicos de la novela criminal les han influido a la hora de confeccionar sus relatos.

Por ejemplo, Posadas ha confesado que no incluyó a la Policía en su novela "Invitación a un asesinato" porque no sabe qué procedimientos exactos sigue para investigar los crímenes, así que decidió cambiar la trama de su libro.

Riera, en cambio, pasó una larga temporada aprendiendo, junto a los Mossos d'Esquadra, las técnicas y las instalaciones que utilizan, de lo que da buena cuenta en sus relatos, aunque reconoce que fue una época durísima.

La charla ha sido conducida por Javier Marías, y los cuatro participantes han coincidido en que hay muchos casos sin resolver, "miles", han especificado, "y también miles de suicidios cada año".

Vallvey ha añadido que vivimos "rodeados de asesinos y violadores, aunque la persona que tengamos delante pueda resultar aparentemente inofensiva y encantadora".

A pesar de que las tres escritoras han coincidido en que hay muchos más crímenes de los que se comentan en los medios de comunicación, Vallvey ha admitido que vivimos en un país muy tranquilo.

"Primero tienes que aceptar que tenemos una sociedad en la que los crímenes de sangre conmocionan a la sociedad -ha afirmado la escritora- y tenemos un índices de criminalidad en ese aspecto muy bajo. No nos damos cuenta de lo bueno que es eso".

Posadas también se ha quejado de los tópicos que hacen referencia al género del escritor, en referencia a un comentario de Marías sobre aquellos que dicen que una mujer no puede escribir buena novela negra.

Para ella, "no se debe notar quien está detrás de la novela, ni la edad ni el sexo, sea el género que sea".

Las tres han contado anécdotas sobre sus experiencias con criminales y sus visitas a la cárcel.

Vallvey ha admitido que conoció a un asesino múltiple cuando asistía a sesiones con un psicoanalista y Riera lo escalofriante que le resultaron las lecturas que realizaba con los presos de la cárcel Modelo de Barcelona.

Posadas, por su lado, conoció a Ann Perry, condenada por asesinato y también escritora.

Las tres coinciden en que todos los humanos tienen su lado oscuro y que es interesante escribir sobre la dualidad de las personas, "aunque es desesperanzador y horrible escribir sobre cosas que sabes que están pasando en la realidad", ha lamentado Posadas.

También ha bromeado con el hecho de que todos los escritores de novela negra utilizan a personas de la vida real para crear sus personajes. "Yo, si alguien me cae mal, -ha dicho- lo convierto en personaje y lo mato".

John Banville vs. Benjamin Black, y Lorenzo Silva vs. Montero Glez

Getafe Negro organizó el debate "¿Para qué sirve la policía? Un debate entre la libertad y la seguridad"
El escritor John Banville, alias Benjamin Black, durante la presentación de su última novela. Efe.fuente:elmundo.es

En el Centro Municipal de Cultura, el Festival de novela poliaca Getafe Negro organizó ayer el debate '¿Para qué sirve la policía? Un debate entre la libertad y la seguridad'. Montero Glez cuestionó de raíz el papel de la policía en las manifestaciones del 15-M, en Madrid y en Barcelona. "¡A no ser que estén con el Pueblo, no sé qué pintan ahí! Llega a haber estado en el poder el PP en vez del PSOE y ya no sé qué hubiera pasado".

También dijo: "¡Yo soy un hombre de caos! En un Estado ideal no tendría por qué haber policía, que está para defender al poderoso. Botín y la gente como Botín son gente de orden, y la gente como yo no les beneficia a ellos". Lorenzo Silva, contendiente moderado en la discusión, lo llevaba más preparado. Citó a Hayek, se refirió a la Historia de la policía española, y estableció unas gradaciones de violencia (¡faltó otra cita a Max Weber!) y defendió la actuación, en general, en las recientes manifestaciones: "Prefiero que la violencia esté monopolizada por algo que tiene reglas, a lo que podemos pedir cuentas después".

Después de los dos escritores españoles, apareció en salón de actos el célebre novelista irlandés John Banville, con su aire entre Juan José Millás y el actor compatriota suyo Barry Fitzgerald. Si en el anterior acto del festival madrileño había dos voces opuestas, aquí había una sola voz (la de Mr. Banville) que asumía sin problema (y en tercera persona) sus dos diferentes personalidades. Por un lado, la obra de alta literatura de Banville (publicada en Anagrama, como 'El mar'); por otro, la obra policiaca de Benjamin Black (publicada en Alfaguara, como 'En busca de April').

Está ya acostumbrado: "Banville quiere escribir en prosa en un registro poético. Black y su saga de Quirke apareció para escribir lo que el otro no podía. Las obras de Banville están más bien guiadas por nada en particular… por sueños, por reflexiones. Black se guía más por el argumento".

Como una sesión de hipnosis en un caso de desdoblamiento de personalidad, o de espiritismo o posesión. Un poco tenebroso, ¿no? "Banville no sufre como escritor, pero sabe lo difícil que es escribir, lo difícil que es atrapar las palabras. Sabe que incluso el lenguaje es capaz de tomar las riendas y hablar por nosotros. Banville es muy consciente de la fluidez de las palabras. A veces tres frases le cuestan un día de trabajo. Black sólo quiere usar las palabras para describir cosas o acciones".

Quirke, vuelta a la infancia

Pero también habló en primera persona. Con dudas, eso sí. Se le preguntó por su detective Quirke, del Dublín años 50 que retrata en su saga negra: "Es un enigma para mí. Escribo sobre él para saber qué parte de mí tiene". Banville está muy repartido por dentro. También comentó sobre su héroe borrachín forense: "Se puede decir que es inocente, romántico y desengañado". Habló sobre los años de ambientación del mundo de 'El otro nombre de Laura': "Yo creo, como Baudelaire, que todo arte tiene su origen en la infancia. Más allá de los 15 años todo es fantasía".

Comentó al público de Getafe el salto que había dado la sociedad irlandesa desde aquellos tiempos, cuando el poder, según él, estaba ostentado opresivamente por la Iglesia católica, hasta mediados de los 90. Finalmente, integró a Benjamin Black y a John Banville en su primera persona del singular: "La trama no me importa. La vida no es la trama, son los gestos, las situaciones, las palabras los que nos dicen cómo actúa la gente. En mi obra intento describir cómo es estar vivo", si bien concluye en un nuevo desdoblamiento: "Black y Banville tienen el mismo objetivo, pero con diferentes métodos". Banville es dos (o tres, o cuatro) personas incluyendo personajes, estilos y pseudónimos, pero es muy sobrio. No habla a la ligera de "el Pueblo" o de "Revolución". No es un "hombre de caos", como Montero Glez.

18.10.11

La semana del cuervo

Como en ediciones anteriores, la novela negra será el por qué
El festival negro-criminal arranca con Italia como tema central. foto.fuente:elmundo.es

La cuarta edición del festival Getafe Negro liderado por el incansable Lorenzo Silva ya ha comenzado. Vuelve el anagrama del cuervo a Madrid Sur. Vuelven los escritores de asesinato. El tema (del festival, de los asesinatos) es Italia. El viernes pasado dio el pistoletazo de salida no oficial con Marco Vichi, Maurizio de Giovanni y Francesco Forgione, y Gianrico Carofiglio en una mesa redonda. Entonces, Carofiglio explicó a elmundo.es:

"El concepto de necesidad es aquí diferente al de otros campos, no es como la necesidad de comer. Pero hace falta tener temas para que nos ayuden a pensar, a hacernos crecer. Tenemos la necesidad de hablar sobre literatura de novela negra sobre escribir, y festivales como éste cumplen perfectamente la función".

Como en ediciones anteriores, la novela negra será el por qué. A partir de ahí, habrá muchos asuntos de actualidad, muchos detalles que debatir. Educación (con el filósofo José Antonio Marina), periodismo (con Arcadi Espada), o autores, muchos no italianos, que hablarán de su obra. Mesas redondas, ponencias, presentaciones...

El más célebre acaso sea el irlandés John Banville (también conocido por su pseudónimo Benjamin Black), al que siguen Patrick Hennessey, Gauke Andriesse, Frank Thilliez, Belén Gopegui, Ángela Vallvey, Fernando Marías, Gonzalos Suárez, Carmen Posadas, Benjamín Prado. Entre los jóvenes creadores se puede señalar a Jenn Díaz, Luna Miguel o Enrique Rubio.

Y, de tema de fondo, insistimos, Italia. Cuenta el juez escritor Carofiglio: "Hay una Italia que contradice los muchos lugares comunes que se han establecido. Como la corrupción generalizada. En mi caso he querido hacer una escritura moral. Que refiere a individuos que toman elecciones, que tienen que elegir qué es mejor y qué peor. Y sufren por ello. Es una dimensión moral a la que muchos aspiran en Italia, pero que por ahora no tienen".

Hay que destacar igualmente que el domingo 16 el mítico Francisco González Ledesma recibió el II Premio José Luis Sampedro por toda su obra. Este galardón recayó sobre el creador del comisario Ricardo Méndez por unanimidad del jurado, compuesto por Silva, Jesús Ayuso, Luis Alberto de Cuenca, Monserrat Iglesias, Ramón Pernas y Fernando Baeta, director de ELMUNDO.es

El 'Giallo' llega a Madrid

Italia, crónica negra

14.10.11

Francisco González Ledesma gana el II Premio José Luis Sampedro

El comisario del festival, Lorenzo Silva, ha destacado así la capacidad de este periodista, guionista y novelista especializado en género policiaco por acercarse "a lo más vivo y valioso del alma humana"
El escritor, en 2009. foto: C. Maury.fuente:elmundo.es

El escritor barcelonés Francisco González Ledesma ha recibido hoy el Premio José Luis Sampedro, que otorga el festival de la novela policíaca de Madrid, Getafe Negro, como reconocimiento a la "excelencia y los valores humanistas de su trayectoria creadora", según informa el festival en un comunicado.

El escritor barcelonés ha recibido así el segundo premio José Luis Sampedro, un galardón que reconoce "a autores que han acreditado su trayectoria creadora, un nivel de excelencia y/o de originalidad sobresaliente, y otros valores como el compromiso con su tiempo, la contribución al fomento de la cultura, la solidaridad entre las personas y la conformación de una conciencia crítica", indica el comunicado.

El comisario del festival, Lorenzo Silva, ha destacado así la capacidad de este periodista, guionista y novelista especializado en género policiaco por acercarse "a lo más vivo y valioso del alma humana".

La entrega del premio, a cargo del escritor Jose Luis Sampedro y el alcalde de Getafe, Juan Soler, se celebrará el próximo 16 de octubre en el Teatro-Auditorio Federico García Lorca.

Durante el acto, el autor estadounidense David C.Hall recibirá el Premio de novela negra Ciudad de Getafe por su obra "Barcelona Skyline".

11.10.11

'Salvajes', brutal disección del narcotráfico mexicano

Don Winslow retoma los horrores de los carteles en la frontera con Estados Unidos
Don Winslow se muestra profundamente enojado con la barbarie de los narcos mexicanos y la complacencia del gobierno gringo.foto.fuente:vive.in

Don Winslow estaba "muy enojado" cuando escribió Salvajes , una brutal disección del universo del narcotráfico en la frontera entre EE. UU. y México. Sin embargo, la experiencia literaria no menguó su ira contra "una sociedad en la que cada vez más gente cree que necesita 'trabarse' para sobrevivir".

Salvajes le ha cambiado la vida al escritor estadounidense, que sigue agradecido con el diario The New York Times por haber incluido su novela en el top ten de los libros del 2010, lo cual lo catapultó a ligas mayores. "Mi carrera está en mejor lugar que nunca, pero lo básico no cambia: cada mañana me despierto y me pongo a trabajar", cuenta este neoyorquino, de 58 años.

Winslow, valorado por libros como El invierno de Frankie Machine y El poder del perro , reconoce que arriesgó mucho con esta novela y que si no fuera por el laudatorio artículo del rotativo estadounidense, quizás "habría pagado caro" semejante desmesura literaria de la que considera su obra más creativa.

El texto cuenta la historia de dos jóvenes del sur de California, el ex marine, Ben y el "geek" Chon, que cultivan y venden en paz y armonía la mejor marihuana del mundo, hasta que uno de los carteles mexicanos de la droga decide que quiere parte del pastel y secuestra a una íntima amiga y amante de ambos, la peculiar y desinhibida 'O'.

Así, Winslow vuelve a acercarse al mundo de la droga, como lo hizo en El poder del perro , aunque puntualiza que el proceso de documentación no entrañó riesgos. "Cuento historias que las fuerzas de la ley ya conocen. De hecho, los carteles se jactan de sus atrocidades y las suben a Internet, contratan a grupos musicales para que canten sus 'proezas'... No soy ningún héroe. Los héroes son los periodistas que viven en México y se exponen cada día, algo que a menudo les cuesta la vida", sentencia.

De hecho, fue un video colgado en Internet, en el que aparecían siete hombres decapitados por los narcos, lo que lo impulsó a escribir Salvajes , que comienza con una imagen similar. También necesitaba "escribir sobre América en la actualidad", agrega.

Una América retratada con un humor cáustico, tras el que se esconde el descomunal "enojo" del escritor por la guerra contra la droga. "Escribir no ha sido terapéutico ni una catarsis. Esta guerra ha costado cientos de miles de vidas y billones de dólares, para nada. Solo ha servido para hacer ricos a un puñado de sociópatas y para saturar nuestras prisiones, que ahora parecen ser la única industria floreciente en Estados Unidos, donde los pueblos se disputan acoger una", espeta.

8.10.11

Criminales sin palabras

Hay una tradición de relatos de criminales que se ha ido perdiendo, afirma el autor, para quien Dostoievski y Arlt "llevan al terreno del cuerpo lo que en el relato inglés del crimen es un duelo de inteligencias"
Para bien o para mal.. "Quien comete un crimen merece convertirse en alguien memorable", dice el autor. fotoilustración.fuente:Revista Ñ

Aparte de ser uno de los narradores de esa fascinante novela coral que es Crímenes de película , de Jake Arnott, Tony Meehan tiene un raro trabajo. Trabaja como ghost writer de criminales para una editorial londinense que publica la colección Truecrime. La tarea del escritor fantasma exige borrarse y asumir la personalidad del otro para poder escribir su vida. Para quienes lo practican, es un trabajo tan atractivo como desagradecido. El buen ghost writer termina por olvidar que ha sido él quien ha escrito eso que firma otro. Es el precio a pagar para poder hacer causa común con quien lo contrata. A Tony le pasa algo de eso con Eddie Doyle, un ladrón de alta escuela cuya vida debe poner en palabras.

Para cumplir con ese mandato debe meterse en la piel del otro. Y entrar en las razones de un criminal es algo que pone en cuestión a quien lo intenta. No se trata de volcar las memorias más o menos mentirosas de una estrella mediática ni las reflexiones de un hombre que se supone sabio. Son libros que desde la picaresca, el sentido común o el pastiche cuestionan lo más profundo de la moral ambiente. Hoy que el género de la biografía o la autobiografía no incluyen a personajes del delito parece haberse perdido la lógica del crimen, de ese cuestionamiento. Se podrían nombrar como excepciones entre nosotros Postales tumberas de Jorge Larrosa y es de esperar que alguna editorial se decida a publicar las memorias de La "Garza" Sosa.

Larrosa y Sosa se conocen y ambos de algún modo reivindican la historia de los ladrones vocacionales, aquellos que eligen robar, a diferencia de los que lo hacen por necesidad. Son delincuentes que evitan obsesivamente la droga y el alcohol, porque entorpecen los movimientos en circunstancias que requieren mucha velocidad mental y física, y mantienen ciertos códigos de convivencia con la policía, uno de cuyos principales compromisos mutuos es no matar a menos que sea absolutamente imprescindible. Reivindican una cierta épica del hecho criminal que es aquel que individualiza al delincuente y en algunos casos lo convierte en leyenda.


Hoy la lectura del delito es renuente a reconocer sujetos diferenciados que puedan convocar tanto la repulsa como la admiración. La llamada inseguridad divide a la sociedad en mapas inconciliables y los delincuentes son mostrados a través de los medios (sobre todo la televisión) como integrantes de un ejército, pertrechado a base de armas, pero sobre todo de drogas, que son las que alimentan tanto el coraje como la brutalidad. Ese ejército tiene hábitos pero no límites. Nadie se destaca en esa muchedumbre oscura e incluso se tiende a identificarlos por clase social, hábitat y ciertas vestimentas como el anorak, las capuchas, la ropa deportiva y las infaltables zapatillas de marca conocida y origen trucho. En más de un sentido, la biografía de Víctor Manuel, el "Frente", Vital, un pibe chorro, contada por Cristian Alarcón en Cuando me muera quiero que me toquen cumbia , rompe con ese mandato de ver a todos los ladrones por necesidad como un universo uniforme, sin nombre y sin historia personal. Claro que ese mandato cumple una misión social: construir también un ejército indiferenciado de víctimas, que carecen de armas y que sólo se sostienen en su voluntad de sobrevivir a una implacable hostilidad, cuyas razones parecen no importar demasiado.

Hay una tradición de relatos de criminales que se ha ido perdiendo. Tomemos uno hoy bastante olvidado pero que ha dejado su marca en muchas otras historias. Pocos meses antes de ser llevado a la guillotina en 1836, el también poeta Pierre François Lacenaire escribió Memorias de un asesino , donde no sólo cuenta el proceso que lo llevó a matar sino que pone en cuestión los mecanismos de la ley y la existencia misma de la justicia. Fue reivindicado por Baudelaire como un héroe cultural, su libro sirvió de inspiración a Dostoievski para Crimen y castigo y muy recientemente François Girod filmó su vida con Daniel Auteil en el papel principal. El final del libro podría resultar demagógico de no ser las circunstancias en que fue escrito: "Seguramente mi cabeza caerá mañana. (…) Ustedes que me leerán cuando el verdugo haya limpiado el triángulo de tierra que yo habré enrojecido, ¡oh, guárdenme un lugar en su recuerdo!".

En ese párrafo puede leerse una convicción: quien comete un crimen merece convertirse en alguien memorable, para bien o para mal. Su acto cambia el destino de su identidad, el criminal pasa a quedar definido por el momento en que cruzó el umbral de la ley, ese instante lo hace ser. Ese postulado de Lacenaire pasa a cierta zona de la ficción dedicada al crimen, cuyo punto más explícito es Dostoievski, para pasar entre nosotros a Roberto Arlt. En El juguete rabioso y en Los siete locos aparece el tema de los seres que llevan una marca en el cuerpo (el Rengo, Hipólita), la única manera de hacerse de la propia marca (la que no otorga la naturaleza) es el crimen, –la delación en Astier, el asesinato en Erdosain.

Raskolnikov y sus continuadores arltianos llevan al terreno del cuerpo lo que en el relato inglés del crimen es un duelo de inteligencias. Raffles, la contrapartida de Sherlock Holmes, escrito por venganza por E. W. Hornung el cuñado de Conan Doyle, practica apenas una inversión de legalidades, como Arsenio Lupin, ladrón de guante blanco creado por Maurice Leblanc; personajes que tratan de demostrar, casi como si se tratara de un teorema, la posibilidad del crimen perfecto, tal como los detectives existen para que se verifique lo contrario.

Parte de esta saga se continuó en películas sobre el procedimiento del crimen como Rififi , la consiguiente serie de grandes robos de los 60 y setenta y hasta su parodia, la que quedó como la más famosa de este subgénero, Los desconocidos de siempre .

Después de Jim Thompson y de Patricia Highsmith, dos grandes indagadores del alma criminal –influenciados, de distinto modo, por el existencialismo–, hemos vuelto la mirada al alma del detective, aunque esta vez, como ocurre en Mankell o en la trilogía de Steig Larsson, se coloca en el centro de una escena cuya maldad es banal y falta de interés, aunque resulte fatal y uno sospecha irremediable, Claro que la relación con los criminales en la vida real es un tanto más compleja. Los norteamericanos practican una especie de culto del serial killer , cuya serie, en términos de repercusión mediática, fue abierta por Charles Manson. En la red, su club de fans vende remeras (también se consiguen en Mercado Libre a cincuenta pesos), copias de su disco Lie y posters. No es el único en convocar esas adhesiones: Jeffrey Dahmer tiene más de un grupo de seguidores, incluso en Facebook. Otro tanto ocurre con Ted Bundy. De todos modos, hay algo frívolo aunque bastante siniestro en estas formas de admiración, que se sostienen en un fenómeno que, por su horror y por la incapacidad de explicarlo acabadamente, se resiste a ser absorbido por el sistema, aunque la figura del serial killer no represente ni una utopía ni un modelo a seguir. Se lo puede admirar en la medida en que sea un fantasma, por eso en cierto sentido es lo mismo el Manson real que el ficticio doctor Lector, celebrado en pintadas en las calles porteñas.

Desaparecido, esfumado en un paisaje del mal sin matices o convertido en un espectro cibernético, con la construcción de un criminal carente de vida y de representación se ha perdido una dimensión, seguramente no de las más encomiables, de la experiencia humana. Aunque hable bastante de quienes somos y de lo que tenemos que llegar a ser. Ese ser al que Tony busca dotar de palabras, reaparece cada tanto para contar una parte de la historia que nadie parece querer escuchar.

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4.10.11

Petros Márkaris gana el VII Premio Pepe Carvalho

El escritor publica este mes una novela negra sobre la Grecia actual
El escritor griego Petros Márkaris, ganador el VII Premio Pepe Carvalho. foto:Efe. fuente:elpais.com

El creador del comisario Kostas Jaritos, de Atenas, ha obtenido el VII Premio Pepe Carvalho, que se entregará en Barcelona, en la próxima edición de BCNegra, entre el 6 y el 11 de febrero de 2012. Petros Márkaris "es uno de los más claros representantes de la novela negra mediterránea, una forma más próxima a los grandes temas de la novela negra: corrupción, manipulación del poder, diferencias entre justicia y ley o la mezquindad de los poderosos", según el jurado que le ha concedido el premio por unanimidad. "Tanto Márkaris como Manuel Vázquez Montalbán hacen que sus personajes, Kostas Jaritos y Pepe Carvalho, sean testigos críticos de la evolución y transformación de Atenas y Barcelonas, dos ciudades que son coprotagonistas de sus novelas".

Márkaris saca nueva novela este mes, Con el agua al cuello (Tusquets), en la que aborda un tema desolador y de máxima actualidad: la situación de Grecia, al borde de la quiebra. Un antiguo director de banco es asesinado y esta muerte coincide con una campaña anónima contra los bancos, en la que se anima a los ciudadanos griegos a que boicoteen las entidades financieras y no paguen sus deudas e hipotecas. Grecia vive un momento muy crítico y la población sale día sí día también a la calle para quejarse del paro y de los recortes. El jefe de la brigada antiterrorista está convencido de que se trata de un atentado terrorista y convence al Ministerio de Interior para que siga esa línea de investigación. Jaritos queda casi marginado y tiene que apañárselas con sus dos ayudantes para resolver el caso. Pronto habrá un nuevo crimen.

Jaritos era un joven policía durante la Junta Militar de los Coroneles, una época horrible, de la que solo le queda el buen recuerdo de su amistad con un comunista que fue torturado y encarcelado. De mediana edad, al comisario le gusta comer bien, aunque se salte la líneas rojas del colesterol. Su mujer Adrianí es una excelente cocinera y le pirran los tomates rellenos que ella le hace de vez en cuando.

Petros Márkaris (Estambul, 1937, afincado en Grecia) estudió Ciencias Económicas en Viena Y Stuttgart. Guionista de televisión y autor teatral, ha colaborado en varios guiones del cineasta griego Theo Angelopoulos, como La mirada de Ulises y La eternidad y un día. Ha traducido al griego a Goethe, Schniztler, Brecht o Bernhard. De su serie dedicada al comisario Jaritos, cabe destacar Noticia de la noche, El accionista mayoritario o Muerte en Estambul.

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