31.1.14

El ‘Femicrime’, una tendencia en alza en la novela policíaca

La presencia de las mujeres en el género negro,como autoras y como personajes de ficción (detectives o asesinas), aumenta. Es uno de los temas de BCNegra que acaba de empezar


Ilustración de Fernando Vicente./elpais.com

Desde los albores grises del género, cuando la novela enigma, las mujeres han estado presentes, como autoras (Agatha Christie, Dorothy Sayers…) y también como protagonistas, antes incluso que el fundacional Sherlock Holmes: ahí está Mrs. Gladden, primera detective profesional de las letras británicas, creada en 1864 por Andrew Forrester, seudónimo de James Dredding War. Le dio vida con grandes dotes deductivas y un fuerte coraje en The female detective, algo visionario cuando la figura de la mujer policía no existía en la vida real. Pero sin duda, las mujeres nunca habían escrito tanta novela negra como hasta hoy y, sobre todo, la habían protagonizado, ya fuera como detectives o como asesinas. Y así hasta se habla ya en el mundo anglosajón de una variante del género: el femicrime.
“¿Femicrime? No lo había oído, pero el fenómeno está, si bien me parece más un tema de mercado editorial: la irrupción, más que de las mujeres en general, de autoras del género nórdicas, sin discernir mucho la calidad, por cierto”, lanza Anna Maria Villalonga, profesora especialista del teatro del XVIII en la Universidad de Barcelona pero también estudiosa de la novela negra, con blog (A l’ombra del crim) y coordinadora (y autora) de los 13 relatos escritos por mujeres que conforman Elles també maten (Llibres del delicte) que acaba de aparecer. “Esa presencia ha ido a más: tras las damas británicas del crimen tipo Ruth Rendell y P.D. James, que empezaron a incorporar un poco más de sexo y traumas personales a rebufo de Freud tras la Segunda Guerra Mundial, en los 80 llegan ya autoras como Sue Grafton y Sara Paretsky, que convierten a mujeres en detectives protagonistas”, fija cronológicamente Paco Camarasa, librero de referencia con su tienda Negra y Criminal y comisario del encuentroBCNegra que acaba de arrancar en Barcelona con presencia de un sinfín de mujeres: Sophie Hannah (con la novedad La cuna vacía, en Duomo), Ben Pastor (Cielo de plomo, en Alianza), Dolores Redondo(Legado en los huesos, en Destino / Columna), Teresa Solana (La casa de les papallones, en RBA-La Magrana), Alicia Giménez Bartlett, la propia Villalonga…

En BCNegra estarán presentes escritoras como Sophie Hannah, Ben Pastor, Dolores Redondo, Teresa Solana y Anna María Villalonga…

Por ese mapa mental tan claro, Camarasa es el primero en asegurar que las mujeres investigan –y matan— distinto que los hombres, como mínimo en la ficción. “En las obras de mujeres hay muchísima menos sangre y entrañas en el crimen en sí y, en cambio, sus detectives están más atentos a los detalles de la cotidianeidad”, apunta el comisario literario. “Usan más la mirada que las armas y los crímenes no son tan sanguinarios, a excepción de los casos que ve la comisaria foral Amaia Salazar de Redondo, pero que se dan en un contexto rural, donde el crimen es más salvaje al ser pueblos, ollas a presión social”.
“En la literatura negra de mujeres hay crímenes de todo tipo, como los casos con que topa la forense Scarpetta de Patricia Cornwell o en los de Sue Grafton, pero en general a las mujeres les interesa más el mecanismo que lleva a alguien a matar o a ser las víctimas, saber el por qué se produce esa violencia y no tanto el detalle de cómo; se busca más el factor psicológico y humano y la reina de eso es Patricia Highsmith, con sus novelas de atmósfera y personajes tan retorcidos como Ripley”, opina Villalonga. En consecuencia, cree que, amén de que “las detectives son extremadamente más observadoras, ahí está la Cornelia Weber-Tejedor de Rosa Ribas,”, la gran diferencia entre sexos está “en el móvil del crimen: o matan para defenderse ellas mismas o a su familia o por venganza por sufrimientos anteriores: una violación, malos tratos de infancia…”.

A las mujeres les interesa más el mecanismo que lleva a alguien a matar o a ser las víctimas, saber el por qué se produce esa violencia y no tanto el detalle de cómo; se busca más el factor psicológico y humano

“A los hombres les subyuga la violencia; no es que las mujeres sean menos crueles pero sin duda son menos brutas y sanguinarias, su mal es más sutil; las motivaciones, para las mujeres negrocriminales, son cruciales; ahí está Rendell: el 80% es puro análisis psicológico”, ejemplifica Giménez Bartlett, que con su policía Petra Delicado fue en 1996 de las pioneras en España y en Europa en dar protagonismo a una mujer. “Hasta entonces solían ser ayudantes de fiscal, o forenses, a lo sumo; había poquísimas mujeres policía en la vida real en España; pero mi opción fue estilística: me pareció más verosímil que fuera un relato en primera persona y eso me llevó a una mujer”.
Petra es una rara avis porque suele beber y “pega algún que otro mamporro”, dice su madre. “Es anómalo porque las mujeres detectives no tienen esa carga alcohólica, fumadora y de autodestrucción que tienen los hombres”, apunta Camarasa. “Siempre me han recriminado que Petra tenga esos vicios masculinos; el problema es que las feministas toman estos personajes como verdaderos prototipos idealizados de mujer”, dice Giménez Bartlett. Las cosas van cambiando, lentamente: Amaia, la inspectora de Redondo, se lía a puñetazos con uno de sus policías y consigue que la admire y obedezca. La Norma Forrester, de Solana, fue expedientada por atizarle a fondo a un detenido, eso sí, pedófilo.
Para Villalonga, tiene lógica y un punto de modernidad esa ausencia de clichés: “Los arquetipos de los detectives de Hammet o Chandler se van rompiendo porque el protagonismo ha pasado hoy, en aras de la verosimilitud, del detective clásico de agencia a los cuerpos de seguridad y es poco creíble que sean borrachos perdidos o drogadictos; ahora bien, códigos y convenciones se pueden romper hasta cierto punto porque el lector espera unos mínimos del género”.

Los arquetipos de los detectives de Hammet o Chandler se van rompiendo porque el protagonismo ha pasado hoy, en aras de la verosimilitud, del detective clásico de agencia a los cuerpos de seguridad

Solana, de las autoras del género más consolidadas en Cataluña y la primera española nominada a los premios Edgar Allan Poe de relatos policiales en EE UU, tiene en su Norma Forrester las rupturas justas: “No está divorciada pero tiene un amante y su familia no es muy clásica: su hija ha sido concebida con su cuñado; es nieta de brigadista inglés que participó en la guerra civil española, antropóloga…”. Tendría, pues, alguna de las señas de identidad de las últimas tendencias de femicrime: la singularidad del personaje. “A veces viene dado por su origen étnico o por su comportamiento sexual, pero ahora la último es que sean cada vez más especiales”, fija Camarasa.
Lo excesivamente exótico en las trayectorias de los personajes femeninos tiene, para Solana, un peligro, que cree haber detectado ya en televisión. “En series como Homeland o Bones se fuerza el carácter psicopático de las protagonistas, hay un exceso de paranoias que me preocupa que puedan llegar al género negro literario”. Una excepción de libro es la ya mítica Lisbeth Salander creada por Stieg Larsson. El elogio y el beneficio de su existencia para el género es unánime: “Siendo una víctima se niega a serlo y acaba manejando su propia vida”, piensa Solana. “Es fuerte y con agallas y joven, por lo que influirá en que se creen chicas detectives menores de 40 años, así renovaremos el negro femenino, ahora algo vetusto”, ataca Giménez Bartlett. “Su potentísima dualidad de violencia extrema y víctima total ha hecho un favor al género”, cree Villalonga.
“No sé si la Salander generará tanto clones detectivescos pero sí que dará pie a la proliferación de hackers y programadores informáticos”, piensa Camarasa. De esa pericia tecnológica ya se beneficia María Ruiz, la comisaria de Berna González Harbour, que estrena segunda aventura: Margen de error (RBA). Pero el librero y experto está más preocupado por la escasez de autoras del género en todo el arco mediterráneo. “En Grecia, ni hay casi; en Italia, unas pocas, y aquí algo más, que comparadas con la Francia que lidera Fred Vargas, por ejemplo, o las nórdicas, es irrisorio”. ¿Alguna pista? “Quizá influya el tema de la religión católica”. Villalonga apuesta por lo histórico –“hay menos tradición literaria porque son áreas con inestable tradición democrática: con dictaduras hay poco género negro y menos descansando en las fuerzas policiales, identificadas con la represión, como también ocurre en Sudamérica; aquí la cosa estalló tras la Transición”—y Giménez Bartlett, por lo cultural: “Durante años no se tradujo novela negra y han faltado referentes para crear tradición: P.D. James tardó siglos en llegar aquí”. La británica Kate Atkinson, toda una revelación, da pasos de gigante en comparación con sus ilustres colegas predecesoras como James o Rendell.

Quiero pensar que es un bello signo de normalización: creen que esos personajes femeninos les pueden dar más matices literarios

En paradójico contraste, pocos países occidentales tienen tantos escritores con detectives femeninas protagonistas. Carlos Quílez creó a Patricia Bucana; José María Guelbenzu, a Mariana de Marco;Juan Bolea, a Martina de Santo… “Quiero pensar que es un bello signo de normalización: creen que esos personajes femeninos les pueden dar más matices literarios”, opina Villalonga, que detecta un curioso matiz cuando uno se fija en autores nórdicos que manejan mujeres: “Ellas suelen formar parte de un equipo, como hace Arnaldur Indridason; o el mismo Henning Mankell, donde una es incluso la jefe del grupo”. Sin querer dar nombres, Giménez Bartlett cree que “la mayoría de esas mujeres, especialmente las españolas, son vampiresas o inteligentísimas, totalmente arquetípicas. ¿Una mujer policía ha de ser siempre fuerte y bella?”.
Cuando el policía que escriben las mujeres es barón, hay unanimidad: “Suele ser menos violentos, de modos menos agresivos; ahí está Adam Dalgliesh, el protagonista a menudo de P.D. James, o el Brunetti de Donna Leon”, dice la creadora de Petra Delicado. Pero sólo hay una característica planetaria común, dice Villalonga: “Me fijé en los nórdicos, donde hay mucho maltrato a pesar de ser sociedades supuestamente modélicas: sean hombres o mujeres los autores o los protagonistas, las mujeres -y los niños de rebote- son siempre aún las grandes víctimas”. Un caso todavía abierto.

Dos cartas inéditas de Simenon destacan en la exposición inaugural de BCNegra

Se podrán ver en Cuando menos, Simenon, exposición inaugural de la Semana de la Novela Negra de Barcelona


Georges Simenon, autor francés, credor del comisario Maigret./elmundo.es,/lainformacion.com

Dos cartas inéditas escritas por Georges Simenon a su primer editor en España, Ferran Canyameres, así como otras dos de respuesta destacan en la exposición inaugural de la Semana de Novela Negra de Barcelona BCNegra, consagrada al "padre" del comisario Jules Maigret.
En la exposición Cuando menos, Simenon, que se puede visitar hasta el próximo mayo en la Biblioteca Jaume Fuster de Barcelona, se pueden consultar en un ordenador quince de las cartas que se cruzaron el autor belga y el editor barcelonés, así como ver los cuatro originales inéditos, dos de Simenon y otros dos de Canyameres.
Canyameres había fundado la editorial Albor a finales de 1942 en el exilio en Francia junto con los hermanos Ballbé, dos colaboradores de la empresa Indústria Tèxtil, que operaba en París.
Albor, recuerda a Efe el comisario de la exposición, Joaquim Noguero, comenzó publicando ediciones de bibliófilo de artistas como Picasso, Clavé o Grau Sala, pero la idea del editor era trasladar la editorial a Barcelona cuando las circunstancias fueran propicias para editar las obras de Simenon.
El propio Canyameres evoca en sus memorias póstumas el viaje que hizo a Aiguillon-sûr-Mer, donde inició una fructífera amistad con el padre del inspector Maigret, así como la visita que le hizo meses después al castillo de Terre Neuve de La Rochelle, donde se había instalado el escritor belga, y donde cerró un contrato para traducir y publicar en España todos sus libros.
Sin embargo, señala Noguero, los problemas que tenía Canyameres con el régimen le obligaron en 1948 a aliarse con Aymá para publicar entre 1949 y 1953 un total de 72 volúmenes en tres colecciones de Albor, que se pueden contemplar en la muestra con las portadas originales de Ricard Giralt Miracle.
Estas portadas de Giralt Miracle, que normalmente adoptan una escena o algún objeto relevantes en la historia, son, en palabras del comisario, "muy narrativas, pero están hechas con una plástica que tiene que ver con lo que el creador aprendió antes de la Guerra Civil en el cartelismo, con influencias del surrealismo, el cubismo picassiano o los colores y ecos del expresionismo".
Además de las primeras ediciones españolas de Aymá y Albor, el visitante puede ver las portadas fotográficas de Editorial Acantilado, obras de Francesc Català-Roca, que destacan por "su ausencia humana y la única presencia de objetos y espacios"; las de Destino, Bruguera o las del Círculo del Crimen, firmadas por Jorge Simenon.
Para Noguero, Simenon es un autor que, aunque puede ser considerado entre los grandes de la literatura universal, "cambia los clichés asociados al género, de una literatura popular de calidad que llega más allá de lo que el lector preveía, y de una escritura sencilla y clara, naturalísima".
Tanto Maigret como el Simenon escritor, ciudadano, amigo y padre comparten una divisa: "Comprender y no juzgar", porque en toda su obra lo único que pretende el autor es "retratar el mundo cotidiano, observarlo, interrogarlo y analizarlo, más como médico que como policía".
Por esa razón, según Noguero, el comisario Maigret se enfada cuando le preguntan cuál es su método, pues considera que un método encauza, encapsula restrictivamente la realidad, y marca el camino con todo tipo de prejuicios. Simenon empieza nuevo en cada novela como Maigret llega virgen a cada caso".
Las máquinas de escribir de la exposición remiten precisamente a esa filosofía de Simenon, que piensa, a decir del comisario, que "a partir de un objeto se pueden deducir muchas cosas que no se dicen".
Otra de las grandes aportaciones de Simenon a la novela negra es la preponderancia de los perfiles psicológicos frente a la investigación, la preocupación por la vida de las víctimas, así como la introducción de la gastronomía en las tramas, mucho antes de que consolidaran esta línea Manuel Vázquez Montalbán o Andrea Camilleri.

30.1.14

La BCNegra 2014 arranca protagonizada por Andrea Camilleri y con tres días más

El comisario Paco Camarasa, explicó recientemente que esta nueva edición llega después de un año de enormes dificultades editoriales y cierta desorientación entre los ciudadanos

La BCNegra 2014 arranca este jueves protagonizada por Andrea Camilleri y con tres días más./lainformacion.com
 
La semana literaria BCNegra 2014 arranca este jueves prolongándose durante tres días más de lo habitual --hasta el 8 de febrero--, y que tendrá como protagonistas al siciliano Andrea Camilleri --Premio Pepe Carvalho--, y a los internacionales Jussi Adler-Olsen, Gauke Andriesse, Roberto Constantini, Peter James, Sophie Hannah y Ben Pastor, tras anular la asistencia de Philip Kerr.
Esta edición tendrá el mismo presupuesto que la pasada --95.000 euros-- aunque ofrecerá más actividades --más de 60, todas gratuitas-- repartidas en 12 puntos distintos de la ciudad, con la participación de una cincuentena de autores especialistas y 43 editoriales.
El comisario Paco Camarasa, explicó recientemente que esta nueva edición llega después de un año de enormes dificultades editoriales y cierta desorientación entre los ciudadanos.
La visita de Camilleri, de 88 años y gran representante de la novela negra mediterránea, tendrá un gran acto central el 6 de febrero con la entrega del IX Premio Pepe Carvalho, aunque el autor también participará en una conversación en la sala Barts junto a su traductor Pau Vidal, donde los fans podrán enviarle preguntas a través del 'hashtag' #CamilleriRespon.
Camilleri también recibirá un homenaje con la pieza teatral 'Sis personatges en cerca de Camilleri' a cargo de Elisenda Roca y los actores Jordi Boixaderas, Monica Presta, Rosa Vila, Manuel Veiga, Jordi Llordella, Jordi Vidal y Francesca Piñón.
También destacará Sophie Hannah por su encargo de resucitar al detective de Agatha Christie, Hercules Poirot; y que además participará junto al escritor Peter James --que también es productor de cine-- en la mesa redonda 'Crime' no és crim', además de otras actividades de estos autores internacionales.
CORRUPCIÓN, POLÍTICA Y CIENCIA
Como es tradicional, la semana estará repleta de mesas redondas, conferencias y talleres centrados en la corrupción, política, ciencia y religión, entre muchas otras temáticas típicas del certamen, que arrancará con la inauguración de la exposición 'Si més no, Simenon' en la biblioteca Jaume Fuster con algunos manuscritos inéditos del autor francés y las portadas de sus libros en España obra de Ricard Giralt-Miracle.
El encuentro indagará en la calidad de Barcelona como capital de la novela negrocriminal europea y con Catalunya como tierra de crímenes; versará sobre los detectives victorianos de la mano de Sherlock Holmes y sus predecesores; se animará con el concierto 'Blues a la Barcelona negrocriminal' con la Barcelona Big Blues Band y Dani Nel·lo, y especulará sobre el futuro de este género literario.
Esta edición de la BCNegra no olvidará el preponderante papel de las series televisivas en el ámbito negro, con la mesa redonda 'La millor novel·la negra és a la televisió'; ahondará en el moderno 'timo de la estampita' que está en los ciberdelitos, y viajará al Vaticano como lugar con más asesinatos literarios por metro cuadrado del mundo.
Además de estas actividades, el certamen contará con un concurso fotográfico en Twitter e Instagram --con la etiqueta #BCNegra14--, con diferentes exposiciones en bibliotecas públicas y un ciclo especial en la Escola d'Escriptura del Ateneu Barcelonès, entre otros.

29.1.14

Henning Mankell revela que padece cáncer

El creador del inspector Wallander, de 65 años, contará su batalla contra la enfermedad en la columna de un periódico sueco

El escritor sueco Henning Mankell revela que padece cáncer./lainformacion.com
Mankell explicó que hace un par de semanas viajó a Estocolmo para ser tratado por un ortopeda, creyendo que tenía una hernia discal en el cuello, pero que, cuando regresó al día siguiente a Gotemburgo (Suecia), donde reside, lo hizo con el diagnóstico de cáncer.
"Días más tarde, en el centro de tratamiento pulmonar de la Universidad Sahlgrenska me lo pusieron en blanco y negro: era serio. Tenía un tumor en la parte posterior del cuello y otro en mi pulmón izquierdo. El cáncer podría haberse extendido también a otras partes de mi cuerpo", relató Mankell.
El célebre escritor sueco, que en unos días cumplirá 66 años, está realizando las últimas pruebas, antes de que los médicos determinen el tratamiento que deberá seguir contra la enfermedad.
"Mi ansiedad es muy profunda, aunque a grandes rasgos puedo mantenerla bajo control", señaló en un artículo titulado "Una lucha desde la perspectiva de la vida".
Mankell aseguró que desde muy pronto decidió que quería escribir sobre su enfermedad y que lo hará en las páginas de este diario sueco, pero "desde la perspectiva de la vida, no de la muerte".
Mankell lanzó su primera novela, "Bergsprängaren" (El rompedor de rocas), en 1973, y casi dos décadas después, publicó la primera de la exitosa serie protagonizada por el inspector Wallander, que también ha sido llevada a la televisión.
Casado con Eva Bergman, hija del cineasta sueco Ingmar Bergman, Mankell ha escrito, aparte de la serie de Wallander, una veintena de novelas, una docena de libros infantiles y es un respetado dramaturgo en su país, además de activista de izquierdas.
Desde que hizo su primer viaje a África hace cuatro décadas, Mankell reside entre Suecia y este continente, especialmente Mozambique, donde ejerce como director artístico del Teatro Avenida de Maputo.

Lo más oscuro que vino de fuera

El librero de Negra y Criminal elige los catorce libros del género que llenarán 2014 de magníficas lecturas y tortuosos misterios  

Una colección de títulos de las novelas negras y criminales./Ulises./elmundo.es
Ya pasó el año de la mala suerte (el 13), pero el 14 seguirá siendo igual de negro con recomendaciones como las que vienen a continuación. Se trata de novelas llegadas del otro lado del Atlántico, pero no únicamente. También hay recomendaciones de maestros suecos de la novela negra, de los genios británicos, franceses, griegos... Una auténtica proeza en traducciones y retraducciones de las editoriales 

Los terroristas, de Maj Sjöwall y Per Wahlöö

La última novela protagonizada por Martin Beck, la que cierra el ciclo de las 10 novelas, cada una de ellas con 30 capítulos, que nos describen "la traición de la socialdemocracia sueca". Sin esa pareja de suecos de nombre impronunciable, no sé ustedes, pero nosotros no estaríamos aquí. Los verdaderos creadores de la novela negra nórdica y europea. En RBA Serie Negra

Vivir de noche, de Denis Lehane

¿Cómo lo consigue? En cada novela él mismo se sube el listón, para superarlo espectacularmente en la siguiente. La segunda mitad de los 20 en los Estados Unidos. Lo sientes mientras lees. Y con una mujer inolvidable. En RBA Serie Negra, traducción de Ramón de España

Los huesos del invierno, de Daniel Woodrell

Quizá vieran la película. No importa. El libro, como casi siempre, la supera. La demostración que en menos de 200 páginas se puede describir un grupo humano desconocido para nosotros. Solo es necesario dotar de fuerza a la palabra. Que no se les pase. En Alba, traducción de Concha Cardeñoso.

El cazador sordo, de James McClure

Hubo un tiempo en la Sudáfrica olvidada, anterior a Mandela, que el único sitio donde un blanco y un negro podían estar juntos era en el interior de un coche de policía. McClure utiliza la ironía y la investigación policial de Kramer y Zondi para combatir el racismo. En Reino de Cordelia. Traducción de Susana Carral.

Me desperté temprano y saqué el perro, de Kate Atkinson

Es nuestra dama británica del crimen preferida. Desgraciadamente poco leída. En una trama que podría firmar P.D. James, Atkinson introduce pequeñas cargas de profundidad contra la moral tradicional y la familia. Si Rouco la leyera, no le gustaría nada. En Lumen. Traducción de Patricia Antón.

El último lapón, de Olivier Truc

La economía no nos permite viajar, tanto y donde nos gustaría. Pero afortunadamente hay novelas cómo ésta. La mirada foránea de un espectador privilegiado (corresponsal de Le Monde, en Estocolmo) nos acerca la cultura sami, del desconocido pueblo lapón. No es un National Geographic, es una novela. Una muy buena novela. En Destino. Traducción de Joan Riambau.

Pan, educación libertad, de Petros Markaris

Cierra la trilogía de la crisis que la realidad obligó a Markaris a escribir. Quizá no sea el mejor de Markaris, pero, como siempre, el novelista nos acerca más profundamente a la realidad, que los noticieros. No lo lea en un sillón, léalo en la calle. En Tusquets. Traducción Ersi Samará.

Pasaje de las sombras, de Arnaldur Indridason

Merecidísimo Premio RBA de Novela Negra. Pero aunque no tuviera premio, hay que leerla. La modernidad agitando las aguas quietas de una sociedad rural. El pasado es un pesado y siempre vuelve. Lento pero seguro. Un buen aguardiente se paladea. En RBA Serie Negra. Traducción de Fabio Teixidó.

La camarera, de James M. Cain

Inédita hasta ahora, tanto en castellano como en inglés. Escrita al final de sus años, pero conservando los temas que le han hecho un clásico. Triángulo amoroso, codicia, engaño, belleza, traición, y la violencia que conlleva siempre el amor. ¿ Es amor? En RBA Serie Negra. Traducción de Ana Herrera.

La rata en llamas, de Georges V. Higgins

Nadie, ni siquiera Lehane describe el Boston de los 70 como Higgins. Nadie, ni siquiera el añorado Elmore Leonard, escribe los diálogos como Higgins. Policías y delincuentes hablan igual, quizá porque piensan igual. Imprescindible su lectura si piensas escribir un diálogo, aunque sea para la hoja parroquial, o la memoria de empresa. En Libros del Asteroide. Traducción de Magdalena Palmer.

Lo que fue, de Georges Pelecanos

Washington, años 70, los barrios negros. Música, drogas, pantalones campana. La fuga siempre es adelante. Se nota que Pelecanos es de la "banda de The Wire". No hay momentos espectaculares, pero hay detrás un narrador potente. La última novela antes de que Eugenia Broggi, dejara la dirección editorial. En El Aleph. Traducción de Javier Calvo.

El sueño oscuro y profundo, de Craig Russell

Tengo una debilidad por Lennox, el detective canadiense varado en el Glasgow contaminado y duro de los años 50. Entre la niebla y el Canadian Club, nos gusta el homenaje que en cada página Russell hace de un Marlowe que no podría vivir aquí. Falta sol y sobra mezquindad. Vale la pena leer a Craig Russell, pero sin compararlo con Chandler. En Roca Editorial. Traducción de Santiago del Rey.

Ciudad del sol, de David Levien

Alguien del que te fías te llama y te dice: "No te pierdas Ciudad del Sol". No tienes ni idea quien es David Levien. Comienzas a leer despreocupadamente, y no puedes dejarlo. Agradeces haberlo comenzado un fin de semana. Piensas que ya has leído muchas novelas sobre el tráfico de personas, y la pederastia. Pero ninguna como ésta. Muchas de detectives, pero... bienvenido Frank Behr. Me he quedado con tu nombre. En Mondadori Roja & Negra. Traducción de Oscar Palmer.

Y el 14 para el 2014...

No es un libro, es una joya. Es la retraducción por parte de Enrique de Hériz de todos los cuentos de Hammett. Disparos en la oscuridad, se titula este lugar donde volver cuando te encuentres rodeado de banalidad y ego hormonado con autolecturas. Más de 1.100 páginas, sin que sobre ninguna. Una excelente rúbrica final para una notable dirección editorial, la de Anik Lapointe en su Serie Negra.

24.1.14

Philip Kerr no asistirá a la Semana de Novela Negra BCNegra

Philip Kerr ha informado hoy de que por motivos personales no podrá asistir a la Semana de Novela Negra BCNegra, con lo que no participará en el acto Crímenes en una época criminal, el 5 de febrero, según un comunicado del Ayuntamiento de Barcelona


 El escritor escocés Philip Kerr no participará en la Semana BC Negra de Barcelona./lainformacion.com
Viejo conocido de los lectores barceloneses, ciudad en la que ha estado en varias ocasiones, Kerr es autor de la serie del investigador de la Alemania nazi Bernie Gunter.
En el acto de Crímenes en una época criminal, que se celebrará en La Capella, estará presente, en su lugar, el escritor Ignacio del Valle.
Por otra parte, el día 7 de febrero, en la conversación El detective y su método, el periodista Mariano Sánchez sustituirá a la periodista Fàtima Llambrich.
Durante la BCNegra, que este año se celebrará entre el 30 de enero y el 8 de febrero, el siciliano Andrea Camilleri recibirá el premio Pepe Carvalho.

22.1.14

'Kinsey y yo': una gran dama de la novela negra al desnudo

La creadora de Kinsey Millhone nos cuenta su relación con la detective californiana, sus inicios en la escritura, su relación con dos padres alcohólicos a los que luego echó mucho en falta y que la marcaron en lo personal y en lo literario

La escritora, en la librería Negra y Criminal en Barcelona en 2009./elpais.com
 
Hay libros cuya publicación es esperada por unos aficionados incansables pero que también es bien recibida por los lectores ávidos de novedades. Kinsey y yo, Sue Grafton (Tusquets, traducción de Victoria Ordóñez Diví) es uno de esos casos. Con un tono sencillo y directo, Grafton (Louisville, Kentucky, 1940) demuestra por qué es una de las grandes damas del misterio, una mujer con espacio propio y muy destacado dentro de la literatura criminal.
La creadora de Kinsey Millhone nos cuenta su relación con la detective californiana, sus inicios en la escritura, su relación con dos padres alcohólicos a los que luego echó mucho en falta y que la marcaron en lo personal y en lo literario.
Un libro sincero, que incluye además varias reflexiones sobre el género y un conjunto de relatos que a veces parecen ingenuos pero que rebosan ironía, ritmo y diversión.
Grafton comienza a diseñar a Millhone, a pergeñar esa aventura larga en la que escritora y personaje se mezclan, se confunden y se retroalimentan a los 18 años, cuando empezaba también a mirar de frente al futuro, a buscarse y a ganarse la vida. Las dos se parecen y toman cosas la una de la otra a lo largo de las 21 novelas que van desde A de Adulterio (en inglés A is for Alibi, me encanta cómo han encontrado una buena traducción para cada letra) hasta V de venganza, todas ellas editadas por Tusquets en España (en EE UU ya está también W is for Wasted). La propia autora lo explica mejor que nadie:
“Si bien nuestras biografías difieren, nuestro enfoque vital es el mismo. Como he dicho en otras ocasiones, creo que somos un alma con dos cuerpos, y ha conseguido el bueno. Los detalles acerca de su vida suelen ocurrírseme en el mismo momento de escribir. A menudo tengo la impresión de que me observa por encima del hombro y me susurra alguna cosa al oído, me da un ligero codazo y me hace comentarios subidos de tono. De ella proviene el humor, así como las observaciones ácidas y la ternura que se cuela a veces en la narración. Kinsey es un ser maravilloso de cuya creación sólo puedo atribuirme un mérito parcial, aunque probablemente ella se atribuye todo el mérito de lo bueno que puede haber en mí. Me divierte pensar que he inventado un personaje que ha acabado manteniéndome, y estoy segura de que a ella le divierte saber que seguirá viva mucho tiempo después de que yo me haya ido, confío en que disfrutéis de su compañía tanto como he disfrutado yo”.
Los relatos sitúan a Millhone con 32 años, es decir, la edad que tiene al principio de la serie y en el mismo contexto: la localidad californiana de Santa Teresa en la década de los ochenta. Esto implica que no hay nada de CSI, nada de móviles, nada de nuevas tecnologías. En un mundo lleno de violencia y con personajes tan oscuros y tan al límite de la ley cuando no directamente al otro lado (y que tanto celebramos aquí cuando son buenos), Kinsey puede parecer blanda e ingenua. No se confundan. Es una mujer decidida y fuerte, que siempre trata de ser justa, un personaje muy sólido y apasionante. Descubrir algunos entresijos sobre su creación (cómo eligió el nombre, por qué ese coche y no otro) enriquecen al fan. Si las novelas son muy entretenidas (es difícil quedarse con una, pero si me veo obligado elijo K de Kinsey) la distancia corta le sienta genial. Los relatos son ágiles, con una estructura muy clásica, alguna sorpresa y, sobre todo, muy divertidos.
El libro es tan personal que los cuentos de Kinsey se publicaron por primera vez en 1991, en una edición numerada y firmada de 300 ejemplares realizada por Stephen Humprhey, marido de Grafton. Los diez relatos de Kit Blue (una versión más joven de la propia escritora) están escritos después de la muerte de su madre. “Hoy, casi cincuenta años después, me costando sacar a la luz aquel periodo de mi vida tan caótico y confuso”, asegura. Se agradece que lo haya hecho. Hemos gozado con este soplo de aire fresco. Lean y disfruten.

8.1.14

La vida oculta del inspector Wallander

Cuenta Mankell que en 1990, cuando volvió a Suecia después de una prolongada estadía en África, descubrió que en su país el racismo había aumentado de manera alarmante. Como quería escribir sobre ese problema y consideraba que se trataba sobre todo de un crimen, decidió que necesitaría dar vida a un investigador que fuera policía

Kurt Wallander, Inspector de policía de Ystad, Suecia, personaje personificado por el actor sueco Krister Henriksson.
Henning Mankell, escritor sueco creador de Kurt Wallander y la saga de novelas policiacas del inspector de Ystad./adncultura.com

En el último libro sobre los casos de Kurt Wallander, Huesos en el jardín, que Tusquets acaba de publicar, Henning Mankell, a modo de circunstancial despedida de su célebre inspector, agregó un posfacio que hará las delicias de los seguidores del detective sueco. En él no sólo explica su relación con el personaje, sino que cuenta cuáles fueron los motivos que lo impulsaron a crearlo, cómo fue modelando su personalidad y por qué, al cabo de doce libros, decidió decirle adiós.
Cuenta Mankell que en 1990, cuando volvió a Suecia después de una prolongada estadía en África, descubrió que en su país el racismo había aumentado de manera alarmante. Como quería escribir sobre ese problema y consideraba que se trataba sobre todo de un crimen, decidió que necesitaría dar vida a un investigador que fuera policía. Tomó de la guía telefónica el primer nombre que encontró (Kurt) y lo complementó con un apellido que sonara bien. Le dio a la criatura su propio año de nacimiento (1948) y así echó al mundo al inspector Kurt Wallander.
El racismo y sus consecuencias brutales fueron el tema de la primera novela de la serie, Asesinos sin rostro. Acaso sea un gesto de coquetería, acaso sea verdad (Andrea Camilleri dice lo mismo de su pintoresco comisario Salvo Montalbano), lo cierto es que Mankell afirma que no pensaba seguir escribiendo novelas protagonizadas por Wallander, pero el libro y el personaje tuvieron tanto éxito que el escritor se preguntó si no había creado "un instrumento con el que podía continuar interpretando música". En entregas sucesivas envolvió al detective en diversas intrigas internacionales, signadas por los problemas políticos y sociales de la época (la caída del comunismo, la persistencia del apartheid, el tráfico de órganos). Con el tiempo, Wallander se fue convirtiendo en un álter ego tanto de su autor como del hombre común que era su lector promedio. Así, Mankell lo hizo contraer diabetes; y cuando los fans lo paran por la calle o le escriben cartas para conocer la vida privada de Wallander, el escritor responde, por ejemplo, que no cree que el comisario sea un gran lector, excepto por las novelas y ensayos históricos, y por los libros de Sherlock Holmes. Y está seguro de que en la votación en que los ciudadanos de Suecia debían decidir si querían pertenecer o no a Unión Europea, el policía, siguiendo intereses corporativos, habrá votado a favor.
"Una de las diversas misiones del arte y de la literatura consiste en proporcionarnos compañía", reflexiona Mankell en el posfacio de Huesos en el jardín. ¿Por qué entonces decidió despedirse (aunque no descarta un eventual reencuentro) del personaje que lo ha acompañado, a él y tantos lectores en el mundo, a lo largo de tantos años? Simple: porque Wallander había crecido de tal manera que amenazaba con volverse más importante que el relato que lo contenía. Y eso, cree Mankell, habría significado el final de su literatura.

3.1.14

Las mujeres, el fútbol y la novela policiaca

Fuera de juego, de Laura Estévez, es una de las primeras novelas de fútbol escrita por una mujer. El mundo oscuro de los negocios y el periodismo se unen en esta trama

Laura Estévez irrumpe con su novela corta Fuera de juego./Javier Granda.
Portada  Fuera de juego novela de Laura Estévez/elespectador.com

Hoy en día la mujer ha desplazado al hombre de uno de sus terrenos favoritos: el fútbol. Esta proyección femenina ha dinamizado todo lo que concierne al fútbol desde el periodismo y las tribunas, hasta las oficinas de los clubes y los negocios multinacionales. Por eso es común encontrarse con que la directora de operaciones de la selección española de fútbol se mueve como pez en el agua entre jugadores y representantes, o que la contabilidad del Barcelona es administrada por otra mujer. Casos similares al de Marina Granovskaia en el Chelsea o el de Kathleen Krüger en el Bayern de Guardiola.
Pues bien, dentro de ese panorama aparece la primera novela sobre fútbol escrita por una mujer en el ámbito hispano. Una historia que se desliza entre la mafia, la compra y venta de partidos y la intriga al mejor estilo de la novela negra, en una España en crisis por el fracaso del Mundial de Alemania 2006 y con “Calciopoli” a la vuelta de la esquina. Todo empieza cuando Valeria, una joven periodista que apenas empieza a trabajar en el periódico El Mensajero cubriendo las noticias de Oriente Medio, es enviada al Vicente Calderón para cubrir al responsable de deportes. Allí le espera una entrevista a la estrella del momento del Atlético de Madrid.
Entonces, en una suerte de ruleta rusa, Valeria emprende la aventura de ir tras los pasos de los pesos pesados de la mafia escabulléndose por las calles de Madrid para salvar el pellejo haciéndose pasar por una turista italiana. Y todo esto al mismo tiempo que se va empapando del mundo del fútbol del cual no sabe absolutamente nada. De este modo, lentamente, en medio de bandidos e historias futboleras inconcebibles para una mujer como aquello de los “incentivos” a final de temporada donde los que no se juegan nada suelen recibir ofrecimientos de dinero, así también irá enamorándose de Iván, la estrella de aquel Atlético de Madrid.
Laura Estévez, la autora de Fuera de Juego, supo vivir esas misas aventuras como periodista deportiva en Madrid antes de decidirse a escribir la historia de Valeria. Porque si algo fortalece a esta novela, es la mirada hacia el deporte, hacia el espectáculo y hacia el negocio, a través de los ojos de una mujer. Unos ojos que reconocen la lógica de un mercado y de un engranaje podrido y contaminado al cual no le interesa sanearse ni ofrecer ningún tipo de salida. Los mismos ojos que son capaces de recibir un par de entradas para ir a un partido del Atlético de Madrid y no invitar a nadie, por el solo capricho de guardar la entrada sobrante como recuerdo de esa pequeña historia de amor de la que se sabe protagonista.
Asimismo, por medio de Valeria se desnuda el punto cero de esa telaraña que hoy en día es el fútbol gracias a los agentes de jugadores y a la empresa privada quienes viven esperando en su red la llegada inocente de niños, padres y jugadores. Sin embargo, no todo es fútbol en la novela pues lo más interesante del libro es cómo, a la luz del fútbol, se unen dos historias tan distantes entre sí como la de una periodista apasionada por el panorama político internacional, y la de un futbolista español que vive de hotel en hotel con el peso de ser una promesa y una figura pública, sin la posibilidad de tomar un café como cualquier parroquiano.
De este modo, con el pretexto de explicar por enésima vez el fuera de juego, Valeria e Iván agradecen al destino el azar de haberlos puesto en el mismo camino. Al final, juntos terminarán viviendo una pequeña historia de amor al tiempo que descubren todo el complot que hay detrás del amaño de partidos, con Madrid como telón de fondo.
De otro lado, como no podía ser de otra manera, aparece la mafia china. Una mafia china que descubre las intenciones de Valeria y de Iván de destapar sus negocios, por lo que no solo irán por ellos dos sino por sus amigos y sus familiares. No obstante, Valeria llegará incluso a seducir a un par de árbitros con tal de recoger pruebas que sirvan para denunciar a todos los involucrados.
Esta es pues la primera novela escrita por una mujer dentro de la llamada literatura futbolera. Una novela que no solo fue finalista del IV Certamen del Libro Deportivo del diario Marca, sino que además permite el debut de la editorial Popum Books. Una historia que deja en fuera de lugar al fútbol actual.

Fuera de lugar.
Laura Estévez.
Editorial Popum Books.
Cantabira, Santander.
127 páginas.

2.1.14

¡Viva! Sherlock Holmes y Moriarty pasan a ser de dominio público

El fallo del juez federal Rubén Castillo, a finales del pasado mes de diciembre, llega cuando, con mayor o menor fidelidad, Holmes triunfa en la gran serie de la BBC que ya ha estrenado tercera temporada

Los protagonistas de la serie de la BBC./elpais.com
Estamos de fiesta. Este blog, que inició su andadura hace casi un año con un homenaje a Arthur Conan Doyle, tiene la alegría de contarles que muchos de los aspectos de la mayor parte de los personajes de las obras de Sherlock Holmes, incluido el inquilino del 221B de Baker Street, pasan al dominio público.
Básicamente, como bien explica The New York Times,  esto abre la puerta a nuevas  aventuras holmesianas nunca escritas y que, con mejor o peor fortuna, ensayan algunos de vez en cuando y a la explosión de un universo por explorar. Como bien saben los aficionados a Holmes, él aparece en 60 historias y hay al menos otras 102 sólo nombradas y personajes poco perfilados.  Estos huecos han sido rellenados históricamente por autores que inventan nuevas aventuras, entre ellos uno de los demandantes.  Hay algunas de ellas, como La aventura del quinteto inacabado (Santiago R. Santebrás, Anaya) o The seven per cent solution (Nicholas Meyer) que son una delicia.
Si tenemos en cuenta que, como bien es sabido, nunca se pronunció aquello de "Elemental, querido Watson" o que ni siquiera la pipa de Holmes o el sombrero aparecen caracterizados en las novelas tal y como recordamos (todo esto es influjo directo de las adaptaciones cinematográficas y en especial de la del gran Billy Wilder) podemos hacernos una idea de las perspectivas que se abren ahora que no hay que pagar derechos para usar a los personajes.
El editor Leslie S. Klinger interpuso en febrero de 2013 una demanda civil para no pagar derechos por la edición de la obra New Annotated Sherlock Holmes, 3.000 páginas que incluían una nueva colección de relatos escritos por distintos autores y editados por el demandante y Laurie R. King, que a su vez es autora de una serie muy recomendable protagonizada por Mary Russell, esposa de Holmes.
El fallo del juez federal Rubén Castillo, a finales del pasado mes de diciembre, llega cuando, con mayor o menor fidelidad, Holmes triunfa en la gran serie de la BBC que ya ha estrenado tercera temporada y se han hecho adaptaciones como Elementary, con Watson en femenino y en la Nueva York actual.  La sentencia dictamina que todos los aspectos de los personajes de las obras publicadas antes de 1923 pasan a dominio público. Hasta esa fecha se escribieron cuatro novelas y 46 relatos cortos.
Con anterioridad, los demandantes ya habían pagado 5.000 euros por otros relatos inspirados en las andanzas de Holmes, pero en este caso decidieron recurrir a los tribunales cuando recibieron una carta de Conan Doyle Estate Ltd., la entidad gestora de los derechos, con sede en Londres, asegurando que se encargarían de que el libro no se vendiese en Amazon o Barnes&Noble si no se pagaban más derechos.
Hay aspectos concretos introducidos en las historias después de 1923, como por ejemplo la carrera de Watson como jugador de rugby, que quedan protegidos. Los abogados de los herederos de Doyle querían preservar más características de las novelas anteriores a 1923, como algunos rasgos, pasiones y adicciones de Holmes, argumentando que son esencias de los personajes que luego siguen más allá de 1923.
Los fans lo discuten y celebran en la etiqueta de Twitter #FreeSherlock. Esperemos que el resultado de todo este embrollo sea la creación de buenas aventuras. Lean y disfruten.