14.10.16

"La novela negra y las fábulas son iguales": Ian Rankin Read

En sus comienzos, el escocés Ian Rankin quiso ser como Robert Louis Stevenson

Ian Rankin durante su entrevista en Madrid SERGIO GONZÁLEZ VALERO./elmundo.es


 Puesto a ello escribió una novela en la línea de El extraño caso del doctor Jekyll y el Mr Hyde J. Pero la obra en cuestión, Nudos y cruces, fue saludada como uno de los relatos criminales más sobresalientes de finales de los años 80. Al día de hoy, Rankin es uno de grandes de la ficción policiaca en la escena internacional y, más allá de géneros, uno de los escritores más leídos en el Reino UnidoPerros salvajes, su nueva entrega, le ha valido el Premio RBA de Novela Negra y le ha traído a Madrid como primer visitante de la novena edición de Getafe Negro.

¿Hay más justicia en la novela negra que en la vida real, donde tantos crímenes quedan impunes?
Sí, probablemente. Uno de los atractivos para el lector es que, en las novelas, los crímenes se resuelven. Siempre se hace justicia y, en la vida real, no siempre sucede así.
Desde ese punto de vista, dado que en sus páginas el crimen siempre paga y en la realidad hay veces que no, cabría decir que el relato criminal tampoco está tan apegado a la realidad como se asegura...
Lo que pasa realmente es que a los lectores les gustan las historias cerradas, que resuelven los misterios que plantean, cuando comienza el trabajo de investigación policial. Después viene el juicio, que es donde muchas veces se absuelve a los criminales en la vida real. Pero en mis novelas no hablo de juicios, me limito a cerrar la investigación policial. Por lo demás, por eso precisamente, dejo en mis libros un final abierto.
¿Puede decirse, por tanto, que el relato criminal obedece a una idealización de la investigación, más que al retrato fidedigno de su realidad?
La verdadera investigación policial es muy aburrida, aunque muy eficaz. Sin esas partes tediosas no se resolverían los crímenes, pero serían un tostón incluidas en una novela policiaca. Sí, estas ficciones representan el ideal de lo que debería ser una investigación policial.
Todos hemos envejecido en los casi treinta años transcurridos desde la primera entrega de la serie de John Rebus, Nudos y cruces (1987), y esta Perros salvajes (2016). ¿El de Rebus es un trasunto de su propio envejecimiento?
No exactamente. Cuando empecé con la serie de Rebus, lo que me interesaba era dar cuenta de los cambios en la sociedad. Aunque, naturalmente, él también va envejeciendo. Prácticamente, cada nuevo libro corresponde a otro año en la vida del inspector Rebus. De hecho, en la última entrega, que se publicará en español el año que viene, ya tiene ciertos problemas de salud.
Philip Marlowe, Sam Spade, Ed Johnson y Sepulturero Jones..., los detectives clásicos no envejecen. Sin embargo, el ex inspector John Rebus ya está jubilado y aparece en Perros salvajes como asesor de la policía... ¿A qué debe?
En el Reino Unido, en la edad dorada de estos relatos, tampoco pasaba el tiempo por su personaje principal. No es el caso de John Rebus, a medida que va viviendo más, le empiezan a afectar las nuevas cosas que ve y lo que investiga. Les acechan los fantasmas hasta hacer mella en su personalidad.
¿Cuál es la edad dorada de la novela policiaca británica? ¿Coincidió con la estadounidense?
En mi país fue anterior, en los años 20 y 30, con las obras de Agatha Christie. Raymond Chandler decía que su obra era una reacción ante la novela policiaca británica, que presentaba asuntos en los que todas las piezas encajaban como en un puzle y estaban localizadas en los ambientes de la alta burguesía, cuando no en las mansiones de la aristocracia. Siempre gente adinerada, en cualquier caso. Chandler reaccionó contra toda esta pompa y localizó sus ficciones en ambientes urbanos. Sus protagonistas son pobres, vulnerables y desfavorecidos.
¿No hemos metido en el mismo saco la novela negra y la novela detectivesca?
En el mundo anglosajón no hay diferencia entre una y otra. No es como aquí, en Francia y en otros sitios.
En alguna ocasión, usted se ha referido a la novela negra como a un género fácil" para el lector. ¿Es más fácil la novela negra que la psicológica, por poner un ejemplo?
No lo sé. Lo que sí es cierto es que la novela se enmarca en la misma tradición que las fábulas y los cuentos de hadas con que nos duermen cuando somos niños. Aunque parezca algo imposible, tanto el relato criminal como el cuento infantil tienen uno de sus pilares en su afán moralizante. Unos y otros vienen a decirnos que no hagamos determinadas cosas porque traen horribles consecuencias. Desde ese punto de vista, puede que sí sea más fácil la novela negra que la psicológica. La estructura de la novela negra late en nuestra mente desde los cuentos de la infancia.
¿Qué atrae más al lector: la acción de un relato criminal o la supuesta veracidad de lo que cuenta?
Es difícil decirlo. Depende de cada uno. Los hay que se quedan con la acción. Pero no faltan quienes prefieren los temas sociales tratados en la novela negra. Lo bueno de esta narrativa es que te metes en la historia y, si es buena y te entretiene lo bastante, no adviertes los cometarios políticos que subyacen en lo que estás leyendo. Eso es lo que cuenta, no darte cuenta de que, en medio de tu entretenimiento, te estás planteando cuestiones de enjundia, como puedan ser qué nos parece que se cometan los crímenes y las atrocidades mostrados.

23.9.16

Agatha Christie: 126 años del nacimiento de la reina del suspenso

 Agatha Christie escribió a lo largo de su vida más de 150 cuentos, 80 novelas y 21 obras de teatro, entre las que destaca La Ratonera, que llegó a estar 63 años en el teatro 

 Agatha Christie, en su cocina./lavanguardia.com

Agatha Christie, la indiscutible reina literaria del suspense, nació tal día como hoy hace 126 años. Considerada como una de las escritoras más exitosas de todos los tiempos, Agatha Mary Clarissa Miller debutó en el mundo de las letras en 1920 con la novela El misterioso caso de Styles, donde conoceríamos a su personaje más icónico, el célebre detective Hércules Poirot.

En su carrera como novelista, en la que figuran obras como Muerte en el Nilo (1937) y Diez Negritos (1939), brilla con luz propia una obra: Asesinato en el Orient Express (1934), que se ha convertido en su título más popular y que ha sido llevada al cine en varias ocasiones.

Agatha Christie escribió a lo largo de su vida más de 150 cuentos, 80 novelas y 21 obras de teatro, entre las que destaca La Ratonera, que llegó a estar 63 años en el teatro.

La novelista británica, que desafió en ochenta puzzles policiacos a las mentes de millones de lectores, murió pacíficamente el 12 de enero de 1976 a los 85 años, un año después de su célebre personaje Hércules Poirot tras una “buena vida”, según aseguró ella misma en su autobiografía.

De niña tuvo un carácter tímido y retraído, y rechazaba sus muñecas para jugar con amigos imaginarios. Su padre, que vivía de rentas, se pasaba el día jugando a las cartas, murió cuando ella tenía 11 años, dejando a su mujer e hijos en bancarrota.

Durante la I Guerra Mundial trabajó como enfermera en un hospital, de donde sacó la inspiración para escribir una historia policial cuya víctima moría envenenada. La novela fue El misterioso caso de Styles (1920), y con ella inauguró su carrera como escritora.

EL MISTERIO DE SU DESAPARICIÓN

Se casó el 24 de diciembre de 1914 con Archibald Christie, pero se divorciaron en 1928 cuando la abandonó para irse con su secretaria. Esto, unido a la muerte de su madre, le causó una gran crisis nerviosa que dio lugar a una amnesia. En una noche de diciembre del año 1926, apareció su coche abandonado cerca de la carretera, pero no había rastro de ella. Sobre el suceso se hicieron muchas especulaciones. Apareció once días más tarde en un hotel de la playa registrada con el apellido de la amante de su marido. Al no saber quién era publicó una carta en un periódico para ver si alguien la reconocía, pero como firmó con otro apellido nadie lo hizo. Afortunadamente su familia la encontró y pudo recuperarse de este golpe con tratamiento psiquiátrico.

Sus historias han sido llevadas al cine y la televisión, especialmente las protagonizadas por Hercules Poirot y Miss Marple. Se calcula que se han vendido unos cuatro mil millones de sus novelas que fueron traducidas a unos 103 idiomas. En 1971 fue condecorada con la Orden del Imperio Británico.

16.9.16

Literatura negra en Medellín

 Del miércoles 14 al viernes 16 de septiembre, se realiza Medellín Negro, un congreso sobre la literatura policíaca en Colombia

En esta edición, Medellín Negro tendrá como invitado especial al escritor y periodista argentino Leonardo Oyola/semana.com




En el Salón Humboldt del Jardín Botánico se desarrolla Medellín Negro, un evento que cumple seis ediciones como el congreso más grande de literatura negra -también conocida como policiaca- en el país. Con el apoyo de instituciones como la Universidad de Antioquia y la Universidad de Los Andes  se reúnen los amantes de este género y lo debaten.
Para esta edición el tema central es la noción de justicia, pues la idea, además de exaltar la producción que se ha adelantado los últimos años, es generar una discusión real en torno al contexto que inspira cada una de las historias. De acuerdo a Mallory N. Craig – Kuhn, una de las personas que lidera la iniciativa de la Universidad de Antioquia, “al tratarse de una narración realista, nos inspiramos en lo que nos ocurre. Por eso, es muy importante preguntarnos cómo entendemos la justicia y a qué tipo de justicia podemos y queremos llegar”.
No obstante, Mallory no es la única que reconoce la importancia del contexto social en la producción de novela negra. Autores como Santiago Gamboa, Fernando Vallejo, Gustavo Forero, entre muchos más, no solo son grandes exponentes nacionales del género, sino que también tienen como ejes temáticos el crimen en las sociedades contemporáneas.
“La novela negra está en uno de sus mejores momentos porque hay mucha experimentación. Antes solamente había producción con estructuras clásicas, es decir que los personajes siempre eran los mismos y generalmente había una sanción -legal o social- al final del los relatos. Hoy en día, los personajes  son indígenas, mujeres y clases bajas, y además, los finales son más flexibles”, agrega Mallory.
En esta edición, Medellín Negro tendrá como invitado especial al escritor y periodista argentino Leonardo Oyola, autor de la novelas Chamamé y Kryptonita. Adicionalmente, el congreso exaltará las múltiples posibilidades del género de crimen en un momento en que no solo hay muchos estímulos para producir novela, sino también historias por contar.
*La entrada es libre.
Para más información visitar este enlace