Enigmas y efectismos
Backlist edita dos novelas de misterio del detective francés
Álvaro Cortina
Gaston Leroux (1868-1927) ha pasado a la historia de la literatura por hacer de la Ópera Garnier de París un vasto laberinto de trampillas y subterráneos. Colocó dentro a un lírico monstruo, Erik, el espectro enamorado que ensaya al órgano su 'Don Juan Triunfante'. Savater llamó al autor de 'El fantasma de la ópera' "folletinista prodigioso".
Segundo en celebridad, y parejo al anterior relato en prodigio y folletín, estaría el 'El misterio del cuarto amarillo'. Ahora Backlist lo edita junto con su continuación, 'El perfume de la Dama de Negro'. En el pabellón apartado de un viejo palacete, entre encinas y hojarasca, está el cuarto amarillo, un casillero donde todo un aparatoso cluedo da el pistoletazo de salida. Los periódicos hacen crónica con los interrogantes (que son muchos) y el juez de instrucción abre el caso, por hacer algo.
El inspector Maigret, de Simenon, encontró muchas turbiedades en la provincia, fuera de París. También Joseph Joséphin, alias "Rouletabille", de Leroux, deja las aceras capitalinas alentado por aromas de intriga local y toma un tren para Corbeil. Como en las encrucijadas absurdas de Chesterton, la presentación se impone por su propia estética (estética de crimen). Una estancia sin salidas, un pañuelo manchado de sangre, la señorita Stangerson desfalleciente, y el arma hipotética: un hueso de cordero con usos de piqueta. Después igual todo es postizo, igual alguien miente.
El escenario sin escape para el malo ya se aborda en relatos de Dupin ('Los crímenes de la calle Morgue') y de Holmes ('La aventura de la banda de lunares'). Pero en ambos casos Poe y Conan Doyle se valen de la intervención de animales. El autor parece cubrirse las espaldas de eventuales trucos zoológicos:
"...no vienen a revelar ningún pasadizo practicable, no sólo para un ser humano, sino para cualquier otro ser, si el techo no tiene agujeros, si el suelo no oculta algún subterráneo, ¡habrá que creer en el diablo!"
Así, el enigma del “cuarto maldito”, puede recordar más a 'Los crímenes de la viuda roja', de Dickson Carr. Si bien las pesquisas llevan el asunto más allá del escenario. Al entrar por la verja del castillo de Glandier, “Rouletabille”, detective aficionado, acepta un duelo de prestigio con con el investigador Frédéric Larsan. El acopio de minucias y las pistas, tan crípticas, están para los dos clarividentes, el resto del cuerpo policial está dormido, ausente de aquellos mágicos jardines de los Stangerson.
Inventario esotérico
Los personajes son el inventario esóterico de una noche de Walpurgis. Un gato del tamaño de un basset maúlla por todas las noches en el bosque, donde, se dice, está la tumba de Santa Genoveva. Lo llaman "El animalito de Dios". Se habla de fantasmas, se detectan fingimientos, pero para "Rouletabille", reportero y detective, los alcances de su thriller no van más allá de una motita de polvo, una huella de zapato fino junto al estanque con nenúfares, o alguna palabra a destiempo.
Leroux se despliega, al estilo Wilkie Collins, en varios puntos de vista. Se dice que en la resolución, en un tribunal de Versalles, las muchedumbres se agolpan para escuchar al detective como a un oráculo. Le llaman "Rouletabille" por su cabeza redonda y pequeña. Es joven, implacable, racional, y un poco insípido. Volviendo a Savater, dijo de éste que prefigura a Tintín.
Suele ocurrir que el esclarecimiento de los crímenes resulta menos asombroso que su propuesta primera, de ahí que los detectives tengan algo de antipáticos, aguafiestas de lo paranormal. Es el caso. Sobre 'El misterio del cuarto amarillo' pende la congoja de un pasado (¡tan insistente, el pasado!), de un barullo de secretos que sólo se dicen a media voz, ya avanzada la trama. En 'El perfume de la Dama de Negro', la secuela, la autobiografía del reportero de 'Le Matin' cobra más peso, adquiere todo trazas de auténtico melodrama. Decir más sería destripar la fórmula del folletín que se abre con la verja del castillo de Glandier, al abrigo del encinar, con arrullos efectistas de gato místico.
'El misterio del cuarto amarillo', y 'El perfume de la Dama de Negro', de Gaston Leroux. Backlist, 2009. Traducción: J. L. Samo. 432 páginas. 24, 50 euros.
fuente. elmundo.es
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