31.1.15

Diez años de BCNegra: nueve hitos para ilustrar la revolución de lo criminal

El festival de novela negra que invade Barcelona celebra una década. Repasamos sus hitos

El escritor Marcelo Luján recrea una escena policiaca. / Samuel Sánchez./elpais.com

Si Manuel Vázquez Montalbán viera en qué se ha convertido el festival que nació dos años después de su muerte como homenaje a su figura literaria y a su detective Pepe Carvalho se quedaría alucinado. Creado a la sombra de la Semana Negra de Gijón, en 10 años BCNegra ha pasado de la modestia y el sólo apto para fanáticos a ser una referencia mundial, un escenario por el que han pasado y pasan las principales figuras del género negro. La celebración de su décima edición (hasta el sábado 7) nos sirve para mirar a la novela negra y ver cómo ha evolucionado y cómo se ha convertido en el género más vendido. Mucho más que una moda, la ficción criminal ha pasado de lo marginal al éxito absoluto. ¿En qué se basa esta revolución?

1.- De la clandestinidad al riesgo a morir de éxito

Cuando nació BCNegra, sólo existía en España un festival, el de Gijón, pionero y referencia durante décadas. Antonio Lozano, periodista y uno de los implicados desde el inicio, lo recuerda así: "Escritores, público y presentadores formábamos una modesta comisión de investigación. Espacios reducidos, presupuestos ajustados y escaso pica pica en la fiesta de cierre. Todo compensado con ilusión y entrega". La situación diez años después no puede ser más distinta. "Fuera de Gijón no había nada", comenta por teléfono Paco Camarasa, comisario de BCNegra. "No había librerías, ni clubes de lectura, ni todas las colecciones que hay ahora en cada editorial. Gijón sigue siendo el faro que nos ilumina, pero ahora hay 14 festivales más". Getafe, Salamanca, Valencia, Cuenca, Pamplona y un sinfín de puntos se han unido a la fiesta. ¿Demasiado? Expertos, lectores y escritores creen que no.

Misha Glenny, Kostas Vaxevanis, José Martí Gómez, Ernesto Ekáizer y Carles Quílez, en la mesa redonda sobre la corrupción en BCNegra 2013, con el aforo del teatro lleno. /Albert García

2.- Las editoriales se entregan

Hace una década era raro encontrar alguna editorial con sello de novela negra; en 2015 la situación ha dado un vuelco total. "Ahora, la novela negra se publica tanto en sellos especializados, como en colecciones de literatura general: no hay discriminación. Hemos pasado de que lo raro fuera publicar novela negra a que lo raro sea no publicarla", resume Anik Lapointe, responsable durante años de la serie negra de RBA y ahora al frente de Salamandra Black.
BCNegra tiene parte de culpa en esto y toda la responsabilidad en un fenómeno fascinante: que el principio de año se haya convertido en un hervidero de publicaciones para llegar con libro fresco a la gran fiesta. "La primera semana de febrero se eligió a propósito porque no hay nada en esa fecha y los periodistas no tienen ninguna novia. ¿Qué hemos conseguido? Que hace unos años nadie publicaba novedades y este año habrá unos 20 libros para presentar en BCNegra", resume ufano Camarasa.

3.- Larsson y el botín escandinavo

Han vendido decenas de millones de ejemplares en todo el mundo, han llevado nombres impronunciables de pueblos y detectives al lenguaje común de miles de lectores, la literatura negra de los países del norte de Europa es en responsable del auge del género. En BCNegra han estado siempre. Henning Mankell recibió el segundo Premio Pepe Carvalho en 2007, pero fue en 2010 cuando la explosión de la trilogía de Stieg Larsson desboca el fenómeno. Ese año estuvieron en el festival Ann Holt y Arnaldur Indridason. El círculo de complicidad entre este boom y el del festival se cierra en 2013 con la concesión del Pepe Carvalho a Maj Sjöwall.

4.- Más y mejores lectores y cómplices


Lectores y escritores a las puertas de la librería Negra y Criminal el año pasado en la famosa firma de libros con vino y mejillones para los asistentes.
Los aficionados a lo criminal siempre han sido un grupo un tanto especial. Ahora son legión, y con un entusiasmo desconocido en cualquier otro género. "Son más, son más listos, leen mejor", observa Camarasa. "El entusiasmo creciente de los lectores de siempre y de los nuevos adeptos al género se ha notado en blogs, webs, Twitter, en club de lecturas", resume Lapointe.

5.- La televisión y la novela negra, juntas en el crimen

La edad de oro que está viviendo la televisión tiene un marcado carácter negro. The Wire, Los Soprano, Boardwalk Empire, Fargo, True Detective o Breaking Bad son sólo algunos de los ejemplos. En los últimos años se ha producido una contaminación entre los dos ámbitos, reflejada en el festival el mismo año pasado en forma de mesa redonda. Autores de la talla de Dennis Lehane o Richard Price han pasado de un lado a otro con notable éxito. El último en iniciar el viaje, pero en este caso de la televisión a la novela es Nick Pizzolatto, responsable de True Detective, creador de Galveston, uno de los libros del año en el superpoblado y ultracompetitivo mundo de la ficción criminal.

6.- De Montalbán a Zanón, llega una nueva generación

A finales de los setenta, Montalbán gana el Planeta y Andreu Martín, Jorge Martínez Reverte y Juan Madrid publican sus primeras novelas. Son los padres del género en España. En estos primeros años del siglo XXI, el relevo lo han cogido escritores como Carlos Zanón, Alexis Ravelo, Rosa Ribas o Víctor del Árbol. "Están publicando y vendiendo, no venden 100.000 pero venden", asegura Camarasa. Y se dan fenómenos editoriales como el de Dolores Redondo. Entre las dos generaciones han sabido mantener el pulso y el listón bien alto Lorenzo Silva (responsable, además, de Getafe Negro) y Alicia Jiménez Barlett, premio Pepe Carvalho 2015.

7.- Prestigio, premios y dinero. Lo criminal es 'mainstream'


Andrea Camilleri tras recibir el Pepe Carvalho./Gianluca Battista
El género negro ha contado siempre con el lastre, azuzado por ciertas prácticas editoriales que no han ayudado, de ser un mero entretenimiento, un hermano pequeño de otros géneros literarios de más fuste. Imaginamos que los críticos se olvidaban de Jim Thompson o Dashiell Hammett, pero ahí quedó la mancha. La entregada inmersión de John Banville, Pierre Lemaitre y otros en el género parece que han dado la vuelta a la situación.
Los premios y el dinero también han llegado. En 2013 se celebró en BCNegra un acto titulado El tercer planeta. Cuando la novela negra se lleva el premio, que sirvió para celebrar que un autor del género, Lorenzo Silva, ganara el Planeta en 2012. Como muestra de la fortaleza del género, otro jugador del equipo negro, Jorge Zepeda Patterson, se lo ha llevado en 2014. La novela negra es mainstream.

8.- Una constante: el amor por lo italiano y lo Mediterráneo

BCNegra nunca ha olvidado su pasión mediterránea y especialmente italiana. Por Barcelona han pasado desde 2005 Gery Palazzotto, Massimo Carlotto, Roberto Saviano, Marco Malvadi o Maurizio de Giovanni. Esta historia de amor vivió su bella culminación el año pasado, con la entrega del Pepe Carvalho a Andrea Camilleri, quizás el mayor responsable no escandinavo del boom del género en España. Prueba de que ese interés no desfallece es la presencia este año de una de las voces más interesantes que han surgido en los últimos años en la ficción criminal italiana: Antonio Manzini, bien acompañado por Donato Carrisi. Petros Markaris, premio Pepe Carvalho en 2012, visionario griego y hombre que arrastra, literal, a cientos de personas cada vez que habla y a miles cada vez que escribe sobre su maltratada Grecia, completa el panorama.

9.- Otra constante: la corrupción

Como género por excelencia para preocuparse de la realidad social, la novela negra, y por extensión los festivales, tratan el tema con especial fruición. No hay edición de BCNegra en la que no haya actos mucho más pegados a la realidad. En estos diez años España ha dado mucho material a la ficción. Falta por producir la gran novela de la corrupción en España, que habrá de ser negra por definición. Aquí, una gota de esperanza: "Hace 10 años había muy pocos corruptos en la cárcel. Ahora cada vez hay más. El que la hace, puede salir en una novela pero además puede acabar entre rejas", zanja Camarasa, comisario y alma de BCNegra. Feliz décimo cumpleaños.

'Un señor llamado John Connolly'

Antonio Lozano
No sé si encaja como hito del festival en un sentido global o histórico, pero la visita de John Connolly en 2010 sin duda supuso un hito particular y sospecho que también para todos aquellos que se cruzaron en su camino. Comencemos por lo personal. Cuatro o cinco años atrás había coincidido por primera vez con el autor irlandés, de visita promocional a Barcelona con uno de sus “Charlie Parkers”, no logro recordar cuál -es lo que tienen las series, ejércitos que suelen admirarse por la fuerza épica del conjunto antes que por actuaciones individuales -pero sí que charlé con su responsable en un encuentro con lectores en la librería Negra y Criminal y que luego nos fuimos a cenar una paella en grupo por la Barceloneta, a tocar del mar. Se abusa del término “encantador”, un comodín empleado bajo cualquier comportamiento mínimamente afable, pero Connolly lo encarnó en todas sus letras. Con todo, mi impresión es que no hubo tiempo de conversar con calma y que este periodista pasaría a ese limbo donde moran tantos y tantos compañeros con los que el autor se topa fugazmente en sus giras internacionales. Craso error. Cuatro o cinco años después, cuando el escritor regresó a la Ciudad Condal invitado por Tusquets y el Comisario Camarasa, la primera imagen que dejó en el firmante es recibirlo en el hall de su hotel con un regalo: un pack de DVD con las dos primeras temporadas de una serie de televisión que recordaba haberle recomendado durante aquella lejana paella degustada junto a la playa.
Y ahora lo colectivo. Los asistentes al acto en el que Connolly presuntamente debía hablar del Mal en sus novelas y aprovechar de paso para promocionar su última entrega traducida, Los amantes, se toparon con una lección magistral sobre la naturaleza y las aspiraciones del género negro, donde cualquier mención a su propio universo fue orillada de cara a rendir tributo a su mayor inspiración, su dios particular, ese Ross McDonald que utilizó como hilo conductor para conducir al público a las entrañas del noir. La periodista Laura Fernández y un servidor éramos los teóricos encargados de entrevistarlo pero, a la hora de la verdad, nuestros cuestionarios fundidos en una larga cita desarrollada en una cafetería del centro de la ciudad quedaron en papel mojado y nos limitamos a ejercer de felices comparsas. Desde el minuto uno, Connolly se levantó, agarró el micro y durante una hora encandiló a todos con sus conocimientos y un punto de showman que sabe cuándo colocar los chistes y donde lanzar los dardos (Dan Brown fue crucificado con argumentos irrebatibles). Nunca este periodista, que ya ha participado en un buen número de actos en el festival, ha escuchado al público reírse tanto y romper a aplaudir con tata frecuencia (definitivamente esto sí es un hito). En la hoja de servicios del creador de Charlie Parker también cabe resaltar que mostró idéntico entusiasmo en una librería bien modesta de Terrassa el día antes (o el día siguiente), frente a 15 personas como mucho. Después hemos vuelto a coincidir en Dublín y en Madrid, me ha incluido en los agradecimientos de un libro de cuentos policíacos que editó porque simplemente le sugería a una autora, me ha regalado más DVD y animado a que le pida prestada su casa en Maine. Y todo esto ha hecho el hombre que quizá mejor ha teorizado desde la ficción sobrenatural sobre las raíces y los componentes del Mal.
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