Los autores, que han sido recibidos a su llegada a Gijón por una manifestación de trabajadores de la empresa Chupa Chups, de funcionarios municipales contra el recorte salarial y de miembros de la Asamblea de Parados, participarán hasta el día 18 en el "único" festival literario del verano "sin escritores nórdicos ni vampiros enamorados", según ha anunciado su director, Paco Ignacio Taibo.
La organización del certamen ha pretendido "romper con la moda" de que todo evento vinculado a la literatura policiaca "que se precie" debe invitar a autores del norte de Europa y tener una estética de "vampiros sin sustancia", y este año ha dado prioridad a los autores sudamericanos.
El festival ha cumplido ya "sobradamente" con la literatura negra nórdica ya que sus autores más destacados han estado presentes en ediciones anteriores y ha destacado el "empuje" de los escritores del "cono sur", fundamentalmente argentinos, según ha explicado su director.
"Es como si los ecos de la crisis económica le hubieran mandado a la literatura un montón de talento que ahora está brotando", ha afirmado.
Dos argentinos, Guillermo Orsi y Carlos Salem; un mexicano, Eduardo Monteverde, y dos españoles, Carlos Bardem y Cristina Fallrás, son los finalistas que optan al premio Hamett que concede en el certamen la Sociedad de Escritores Policiacos a la mejor novela negra publicada en el último año.
Otro argentino, Javier Sinay, competirá con el mejicano Javier Valdés Cárdenas y con el español Mariano Sánchez Soler por el Rodolfo Walsh, que otorga la Semana Negra a la mejor novela de no ficción o basada en hechos reales.
El festival, que se celebra por segundo año consecutivo junto a la playa de El Arbeyal, en la zona oeste de la ciudad, ha visto este año recortado su presupuesto en un 7 por ciento.
De su "multiculturalidad" da idea que la organización ha programado un homenaje al bicentenario del nacimiento del compositor polaco Frederic Chopin.
Intentarán "parar el caos sonoro" del recinto de la playa del Arbeyal para que durante un par de minutos se haga el silencio y se pueda escuchar una polonesa.
Ese objetivo, reconoce Taibo, es "una logística muy difícil", porque a la estridencia de las atracciones de feria, los distintos estilos musicales que se alternan en los "chiringuitos" de la playa y el voceo de los vendedores ambulantes se suma el murmullo de la multitud que acude a un evento por el que pasan en torno a un millón de visitantes y en el que también se venden libros, 54.000 en 2009.
En el marco de la Semana Negra, se celebra el Encuentro Internacional de Fotoperiodismo, que en su decimocuarta edición enfocará el drama de los desplazados del mundo con la exposición "Y sin embargo se mueven", con trabajos de seis reporteros en once países de Iberoamérica, Europa, África y Asia.
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