20.1.10

La viuda de Stieg Larsson recuerda que dejó una cuarta obra sin finalizar e insinua que ella sabe el final

"Me ofrecí para acabar el libro, pero la familia lo rechazó cuando supo que tendría que obtener los derechos a los beneficios que generen las otras tres obras", explica
Eva Grabielsson, viuda de Stieg Larsson. Foto Archivo. fUENTE: La Vanguardia. es

"Para conocer todas las maneras de discriminar a las mujeres quizás deberíamos mirar en una enciclopedia", denunció hoy Eva Gabrielsson, la viuda del escritor Stieg Larsson, autor de la trilogía 'Milennium', sobre el problema de la discriminación y violencia contra la mujer.
abrielsson está en Madrid para recoger el Premio a los Valores Humanos del Club Internacional de Prensa y de la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera (ACPE) junto a la periodista sudanesa Lubna Hussain, que se quedó conocida internacionalmente tras ser detenida y recibir 40 latigazos por vestir pantalones en su país. "Son dos mujeres que han demostrado que son fuertes y que saben enfrentarse a la realidad", afirmó Carmen Enriques, presidenta del Club Internacional de Prensa.

La viuda de uno de los escritores más celebrados de los últimos años (fallecido de un ataque del corazón poco antes de que sus libros se publicasen) recordó la lucha de Larsson para alertar sobre la violencia contra la mujer, plasmada en sus novelas 'Los hombres que no amaban a las mujeres', 'La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y ´'La reina en el palacio de las corrientes de aire'. "La ficción sí es una manera sencilla de contar la verdad. Te identificas con ella, no es como mirar un trabajo académico o una enciclopedia. Pero no es la única. Los periodistas también deben hacerla", sentenció Gabrielsson.

Rumores y beneficios
La viuda de Larsson demostró cierto cansancio respecto a los diversos rumores que envuelven la obra de su marido y, sin entrar en detalles, declaró que "hay mucha mentira" y que en breve va a publicar un libro "para librar todas las especulaciones".

También recordó que Larsson dejó una cuarta obra sin finalizar, con 200 páginas, y dio a entender que sabe cómo el autor quería que la historia terminase. "Me ofrecí para acabar el libro, pero la familia rechazó la idea cuando se enteró que para eso yo tendría que obtener los derechos a los beneficios que generen las otras tres obras", explicó.

La relación entre Gabrielsson y la familia del escritor se rompió cuando el padre y el hermano de Larsson, protegidos por la ley sueca, se quedaron con todos los derechos, mientras que Gabrielsson, compañera del autor por tres décadas, no puede acceder a los beneficios por no haberse casado oficialmente. "Me enteré por la prensa estadounidense en noviembre que su familia pretende llegar a una solución conmigo sobre los derechos para el cine, pero hasta el momento no me han comunicado nada. Ahora ésta es una cuestión entre nuestros abogados. Dejé en sus manos para evitar más rumorología", detalló.

Asimismo, Gabrielsson reveló que todo lo que sabe de beneficios y recaudación de la obra y las películas se debe a la prensa. "Vi en la televisión que la trilogía ya vendió 22 millones de libros en 42 países, recaudando 30 millones de euros, sin contabilizar los derechos para el cine y los libros de bolsillo", matizó, añadiendo que "Hollywood no quiere polémica" y que "Estados Unidos es un país moralista, que no desea envolverse".

Respecto a "mal ejemplo" que puede suponer el comportamiento de una las protagonistas, Lisbeth Salander (que tiene problemas con la anorexia, es violenta y vengativa) Gabrielsson piensa que "no se puede pensar que todo es sólo negro o blanco, sino también gris". "Los buenos no son perfectos y los malos no son siempre monstruos. Nelson Mandela era un terrorista antes del Apartheid", declaró.

Cerca de 43.000 mujeres detenidas
Por su parte, Lubna Hussain declaró que premios internacionales como el que vino a recoger a España "ayudan a llamar a la atención" para la discriminación y violencia contra las mujeres en Sudán.

"En el último año, sólo en Jartum, cerca de 43.000 mujeres han sido detenidas por llevar pantalones", reveló la periodista, que, después de haber cumplido su pena, sólo consiguió exiliarse del país al salir de Sudán vestida con una burka, para que no la reconocieran, puesto que no tenía permiso para viajar al exterior.

Hussain destacó que todavía hay mucha censura y control de los medios de comunicación ("diariamente los censores visitan a las redacciones"), y que no se sintió "sola", pues, al ser detenida, cerca de 2.000 personas fueron protestar en el día de su juicio.

"Yo no pudo llorar en el momento, pero ahora lloro por cerca de un millón de mujeres que sufren con eso", reveló Hussain, quien también trabaja para Naciones Unidas y contó con un abogado de la organización."Lubna, sin perder el humor, envió una 'invitación' a sus amigos y colegas para que asistieran a su castigo, como si fuera una invitación de boda o bautismo. Creo que Larsson se sentiría muy orgulloso de compartir un premio con ella".

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