31.1.11

Camarasa: "Barcelona es una ciudad de novela negra por excelencia"

BCNegra, el encuentro literario del género negro y criminal, inicia su sexta edición

Paco Camarasa, comisario de BCNegra, en su librería 'Negra y Criminal'.foto.fuente:lavanguardia.es

Barcelona se convertirá hasta el próximo cinco de febrero en una ciudad de espías. Por lo menos en lo que a la literatura se refiere. Se ha dado el pistoletazo de salida a la sexta edición del encuentro de novela negra que pone en contacto algunos autores de este género, nacionales e internacionales, con los lectores. Durante estos días están programadas distintas conferencias, una de ellas impartidas por el Juez Baltasar Garzón, ciclos de cine y actividades, desde cómo hacer un retrato robot hasta un homenaje a los grandes de la novela negra a través de los cócteles. Se apagan las luces y para conocer más los entresijos del género negro y criminal, tal como le gusta decir al entrevistado, conversamos con Paco Camarasa, propietario de la librería 'Negra y Criminal' de la Barceloneta y comisario de BCNegra.

- BCNegra 2011 ya llega a su sexta edición., ¿ha ganado peso este festival con el paso de los años?
- En los festivales literarios y sobre todo si son de novela negra, que no estamos habituados, cada año se gana peso.

-¿Qué aporta BCNegra?
- Barcelona es una ciudad que lo necesitaba porque es muy dulce para un autor. Aquí los autores se lo pasan muy bien y además hay un contacto importante con los lectores. Por otro lado, lo que ha consolidado este festival es que Barcelona es una ciudad de novela negra por excelencia de editoriales, personajes y realidad.

- Usted es valenciano aunque desde hace muchos años está afincado en Barcelona con una librería especializada en novela negra. ¿Cómo está este género en su tierra natal?
- Tuvo Ferran Torrent durante un tiempo y después lo ha dejado un poco. En Valencia están pasando cosas muy graves y éste es el problema de la novela negra joven. Continúa con unos esquemas y no llega a la realidad de las cosas. Por ejemplo, hace un año mataron a un alcalde en un pueblo y eso no está en la novela negra. Hay que recordar que Esperanza Aguirre llegó por un fraude importante de la Asamblea. Aquí hablamos de Berlusconi o el caso Malaya pero nadie ha pasado a la novela negra.

- ¿Faltan autores más arriesgados?
- Sorprende que ha tenido que ser un tipo como Manuel Rivas que hable de una cuestión importante como es el narcotráfico en Galicia. Como la realidad es la que es yo creo que cada día habrá más novela.

- ¿Se puede decir que la novela negra es la mejor crónica social de la actualidad?
- Hay que diferenciar entre la novela negra y policíaca. Por eso, muchas veces para englobar todo hablamos de novela negra y criminal. Carmen Posadas no hace novela negra o Agatha Christie no es novela negra pero sí policíaca. La novela policíaca como juego, entretenimiento y olvidarte de determinadas cosas es una herramienta perfecta. La novela policíaca te hace entrar en el juego del autor y te engancha. Coge la parte chafardera que cada uno tenemos. Averiguar quién es el asesino y jugar a este juego.

-¿Y qué me dice de la novela negra?
- La novela negra es la que explica mejor según que cosas. Los poderos cada vez son más poderosos y tienen mejores abogados. Por lo tanto, el periodista lo tiene más difícil ya que lo demuestra todo o no lo puede demostrar. Seguramente lo puede demostrar. En el caso de Wikileaks nadie ha dicho que esto sea verdad o no. Todo el mundo sabe que es verdad. En el caso de 'Ciudad Juárez' o 'El Poder del Perro' de Don Winslow los personajes algunos los conocemos pero si dices que el hermano del presidente de Salinas de Gortari era un narcotraficante, lo demuestras o te arriesgas a una querella criminal.

- Como en el periodismo…
- Donde no llega el periodismo puede llegar la novela negra. Y donde no llega el periodismo con datos concretos puede llegar la ficción o la realidad transformada en ficción. Como dice Andreu Martín, Premio Pepe Carvalho de este año: "Estoy harto de que la realidad no sea verosímil".

- ¿La novela negra es para 'outsiders'? ¿Los protagonistas tienen pocas posibilidades de ganar?
- Los autores de la novela negra son de una raza especial. Tienen que tener la voluntad de denunciar determinadas cosas. Explicar aquellas cosas que no sabemos. Puedo repetir el 'El Poder del Perro', la gran novela sobre el narcotráfico, pero también puedo mencionar 'La Trilogía de Argel' de Yasmina Khadra.

- ¿Qué técnicas novedosas se han introducido últimamente en el género negro y criminal?
- Desde Estados Unidos continúan llegando los asesinos en serie pero como novela espectáculo. Creo que las tendencias son la novela negra como novela crítica, social y realista. Por otro lado, la parte de novela enigma o acertijo, como la queramos llamar, cada vez estará más pegada a la realidad. En este momento, si hay un género que ha ido transformándose y adaptándose a los cambios de la realidad ha sido la novela negra.

- Con la pasión que demuestra por la novela negra, ¿no le ha dado por escribir un libro?
- Un librero es el mejor escritor. Cuando entra un cliente yo le hago una novela a su gusto con los mejores materiales. Eso sí. Un poco plagiario sí que soy (sonríe).

-Si tendría que seleccionar un tema de actualidad para hacer una novela, ¿cuál sería?
- A mí las novelas de espías me encantan. Yo como librero cuando leo el diario hay temas que me recuerdan a una novela.

-Este año el Premio Pepe Carvalho se queda en casa ya que lo ha recibido Andreu Martín. ¿Qué ha pesado más para que el jurado se lo otorgue?
- Se lo merecía mucho por toda su trayectoria. Andreu Martín es la vanguardia pura y dura de este país. Ha sido el primero en hablar de muchos temas como con la novela 'El caballo y el mono'. Además son de esos autores que se apuntan a un bombardeo. Ha hecho cómic, cine, guiones de teleseries…

- La semana dedicada a la novela negra está llena de actividades y conferencias. En una de ellas tendrá como ponentes el juez Baltasar Garzón y el ex fiscal José María Mena. ¿Sobre qué se hablará?
- Una cuestión importante de BCNegra es la realidad. El otro día leía un artículo que terminaba con la frase 'será legal pero es injusto'. Un juez lo que hace es aplicar la ley pero no sabe que hace justicia. La ley y la justicia ya son diferentes desde un principio. El Don Quijote de turno es el detective privado e intentará hacer justicia. Queremos hablar de todo esto y sobre todo de unos cambios importantes de la delincuencia en los que tanto Mena y Garzón han sido testigos privilegiados.

- ¿BCNegra también es una buena oportunidad para que los lectores conozcan a los autores?
- Ponemos en contacto los lectores con los autores. Algunos conectan y otros. Si te gusta un autor de novela no lo quieras conocer. No es mi caso pero es un riesgo. Lo importante en BCNegra es que el protagonista es el lector.

Connolly:“Atormento a mis personajes”

El autor que se atrevió a incluir elementos sobrenaturales en sus novelas policiales dice que los lectores del género quieren que les cuenten lo mismo de mil maneras diferentes

John Connolly, firmando ejemplares de El Ángel Negro.foto:internet.fuente:Revista Ñ

Tratándose de un irlandés, católico, y de un referente de la novela negra con componentes sobrenaturales, es extraño que a John Connolly lo sorprenda la cerveza argentina. Incluso a sabiendas de que su inspector Charlie Parker es casi un bebedor empedernido. "Es un monstruo", dijo sobre el envase de litro que acostumbramos a destapar acá. Y agregó que en adelante sólo beberá vino en Buenos Aires. Vino, acompañando toda la carne posible. Afable y reflexivo, habló con Ñ sobre sus novelas de misterio, que son un éxito de ventas. Y dijo que prefiere llamarlas así "porque me amplía el panorama y puedo incluir los temas sobrenaturales".

En relación a la inclusión de lo sobrenatural, ¿cuál es el límite para ser creíble? Es una pregunta de un millón de dólares. Depende del lector. Algunos encontrarán que en mis libros lo sobrenatural hace sombra, pero para otros cualquier pizca de condimento sobrenatural es demasiado. Soy muy consciente de no sobrecargar los libros. El padre Ronald Knoxs, en los comienzos del siglo XX, formuló las siete leyes de la literatura policial. Una de ellas era no a los fantasmas. Los fantasmas no pueden cometer crímenes. Pero también decía que no podía haber chinos. Esas reglas no son aplicables hoy, pero entonces las raíces de la novela negra, sus normas, estaban basadas en el racionalismo. Lo sobrenatural era todo lo que un policial no era. En cambio, yo lo veo como si fuera otra faceta de la novela negra.

¿Qué dice cuando lo comparan con Stephen King? Es inevitable. Los dos escribimos sobre Maine y hemos convertido ese lugar en un mito. Hay poco de lo sobrenatural en lo mío y mucho en lo de él, pero sospecho que él influyó en mi escritura. Creo que está subestimado por el género al que se dedica, y porque es muy prolífico. Parece que mientras más produces menos valor tiene tu trabajo.

¿Le preocupa el prestigio que la crítica les otorga a los autores de policiales? Es una vieja discusión, no sólo referida a los autores de novela negra sino a cualquier literatura popular. Los autores populares siempre han querido que la crítica los reconozca y los más literarios han querido tener las ventas de los populares. Y eso es incompatible. Pero los autores de novela negra hemos ganado mucha consideración, ya no vivimos en un ghetto. Estamos en un lugar muy afortunado, así que es hora de no quejarse más.

Como autores prolíficos, generadores de series, sagas, necesariamente repiten estructuras narrativas y personajes, ¿cómo maneja esa situación para no aburrir al lector? Lo curioso es que los lectores no quieren ser sorprendidos. A la larga buscan lo mismo, contado de manera diferente. Tal vez el impulso del escritor sea distinto al del lector. Mi solución es hacer que cada libro sea bien diferente del anterior, estructural o temáticamente. Y la otra forma es crear una historia general y de fondo, que subyace a todas estas novelas. Pueden leer la quinta novela y disfrutarla, pero si han leído las otras cuatro tendrán un panorama general mucho más rico.

Ese panorama es la vida de Charlie Parker. Una vida muy cruel, ya que perdió a sus padres, a su mujer y a su hija… Yo he sido muy cruel con él. Yo soy su dios.

¿Cree realmente que alguien puede salir airoso de semejantes catástrofes? El lector espera que salga. Parker ha sido dañado pero no está muerto. Los lectores pretenden que el personaje de la novela sea más fuerte de lo que ellos serían. Física, emocional e intelectualmente. No es Superman, tiene fragilidades que destruirían a otro ser humano, y lo equilibro con cualidades que le permiten sobreponerse a las calamidades. Parker es muy humano y lleva dentro la fuerza que muchos desearíamos tener. Y esa fuerza viene de estas terribles circunstancias. Hay algo interesante en el sufrimiento, que no está en la felicidad. Los autores de novela negra somos culpables de atormentar a nuestros personajes centrales. Hay algo de sadismo en eso.

Pero es un sadismo que usted balancea con su mirada espiritual de la vida… Espero que en mis novelas Parker vaya hacia la redención. Esto sucede mucho en la novela negra, particularmente en las escritas por autores católicos. Los conceptos de redención, perdón o salvación están siempre presentes.

Además de Parker, hay dos personajes intrigantes, Theo y Angel, ambos violentos y homosexuales.

Excepto en Japón.

¿Perdón? Sí, en Japón les quitaron todas las referencias a que fueran homosexuales. Los convirtieron en dos muy buenos amigos que viven juntos.

¿Cómo sucedió? La traducción lo modificó por nuestras diferencias culturales. Y no hay ningún tipo de control sobre esto, no hay manera de saberlo hasta que sucede. Es muy curioso.

Parece no molestarle, ¿cómo hizo frente a esta situación? Ya era demasiado tarde cuando me enteré de que esos personajes ya no son gays. Pero es una buena pregunta, porque una buena traducción no se hace de manera directa. El acto de traducir es creativo, y los mejores traductores tienden a hacerlo, son escritores muy raros, sin esos egos enormes, hay que tener muy poco ego para utilizar tus dones y beneficiar a otro.

Desde el primer libro de la serie, "Todas las cosas muertas", hasta el último recibido aquí, los niveles de violencia explícita han ido decreciendo, ¿por qué? Cuando escribí Todas las cosas muertas , quise que los lectores entendieran cómo un hombre puede ser dañado tanto. Así que el prólogo es demasiado violento. Hubo lectores que no pudieron superarlo, que no pasaron de allí. Hoy sería mucho más sutil. Es muy fácil usar la violencia como motor para que las novelas marchen. Me preocupo entonces por mantener al lector interesado en el argumento y busco que, cuando la violencia aparece, sea un shock. Pero si hay menos violencia es porque espero estar convirtiéndome en un mejor escritor. Sin embargo, muchos de mis lectores dicen que Todas las cosas muertas es mi mejor libro. Entonces debería pensar que malgasté mis últimos diez años.

¿Cuál es su mejor libro? Yo creo que El libro de las cosas perdidas es mi mejor libro, porque es una novela muy personal. Dentro de la novela negra, creo que Los atormentados es un buen libro, allí me planteo un desafío: tocar el tema del abuso infantil sin que haya un solo caso de abuso infantil en sus páginas. Y el otro es Los amantes , pues hay en esta novela un truco, y todo lo que sucede en el libro ya sucedió en el comienzo del libro. Y gran parte de él son personas contándose las cosas que han sucedido.

¿Hay algo personal en el personaje de Wallace, el periodista que se volvió insensible de tanto practicar su oficio? En el caso de Wallace tengo muchos conocidos que han pasado por esa situación. Y en muchos universos paralelos tal vez yo sea él. Se hace las preguntas que a veces yo me hago. Por ejemplo, si debiera incluir o no elementos sobrenaturales en sus libros. Ese personaje es muy importante, porque es la primera persona que ve y sabe lo que Parker ve.

Ya hay dos libros más sobre la serie Parker, ¿que puede decirnos de "The Whispers"? No es un libro que contribuya a la mitología personal de Parker. En realidad, Los amantes trataba tanto de él, que en este libro lo volví casi un personaje periférico. Este es un libro sobre los efectos de la posguerra. Y el libro que estoy escribiendo ahora, después de terminar un cuento para niños, es un libro que se destaca por su no violencia. Es muy íntimo, está ubicado en una comunidad muy aislada, sobre un hombre que cuando era adolescente mató a una chica con un amigo. Y todo el efecto posterior de ese acto. La historia está guiada por una pregunta: ¿Qué es lo peor que has hecho?

19.1.11

La Semana Negra de Barcelona calienta motores

Los crímenes de medio mundo. El 31 de enero se abre la cita barcelonesa con invitados internacionales como Johan Theorin, R. J. Ellory, Craig Rusell y Mari Jungstedt

Johan Theorin es uno de los nuevos valores de la novela negra sueca.foto.fuente:larazon.es

En los crímenes, no existe denominación de origen. Un muerto con un disparo en la sien no es muy diferente en China que en Suecia o en Japón. La novela negra, esa gran dramatización escénica del crimen, ha conseguido convencernos de lo contrario y que un asesinato cometido por un sueco parezca mucho más interesante que el cometido por un gallego. La Semana de Novela Negra de Barcelona, BCNegra 2011, presenta este año a más de 50 autores con la firme intención de demostrar lo contrario, que todos son interesantes. Las novelas transcurren en Suecia, Alemania, Italia, Francia o España. Cada una tiene marcado ese gen local tan específico y demuestra la buena salud de un género capaz de que cada asesinato parezca el primero de la historia.


Dentro de restaurantes
Del 31 de enero al 5 de febrero, Barcelona se llenará de actividades en torno al lado más oscuro y salvaje de la vida. Entre los invitados, este año destaca la presentación de autores consolidados en el extranjero que sólo últimamente han visto traducidas sus obras al castellano. Son el relevo de los Mankell, Camilieri, Ellroy y compañía. Así, de Gran Bretaña llegan los ingleses R. J. Ellory, David Peace y Craig Russell, además del escocés Peter May. «No es que tengan una característica común, salvo que todos son narradores muy potentes, de extremada dureza, con una prosa excelente», señaló ayer Paco Camarasa, comisario de la BCNegre.

Los nórdicos volverán a tener su protagonismo con dos de los nombres que más ruido han hecho en los últimos meses. El primero, Johan Theorin, habitual ganador de premios a la mejor novela criminal sueca, o la periodista Mari Jungstedt, que intentará responder a una complicada pregunta: «¿Por qué se mata tanto en Suecia?». De Alemania llegarán Zoran Drvenkar y Volker Kutscher, que, como Philip Kerr, ha inventado a un detective en el Berlín de los 30 y 40. «Todos son recién llegados, pero puedo asegurar que dentro de diez años serán los grandes nombres del género», señaló Camarasa con seguridad. Como novedad, también se involucrará a restaurantes y coctelerías de la ciudad en el programa, con menús especiales y bebidas que llevarán nombres de escritores. El último día del certamen servirá para otorgar el Premio Carvalho a Andreu Martín.


Garzón y los espías
Los espías y el crimen organizado tendrán un fuerte protagonismo durante la Semana de Novela Negra. Una de las mesas redondas que más expectación ha causado es la protagonizada por el juez Baltasar Garzón, que hablará de organizaciones criminales, poderes políticos y económicos. Será el último acto «académico» del certamen, el 4 de febrero. Junto a él estarán el ex fiscal José María Mena y el periodista José Martí Gómez. «Y para 2012 queremos traer a Julien Assange», dijo Camarasa.

15.1.11

Detectives, a clase

Paco Camarasa, experto librero negrocriminal y responsable de las clases de Historia de la Novela Negra

Paco Camarasa en su librería, en una foto de archivo. foto: Quique García.fuente:elmundo.es

Acaban de dar las cinco, y forenses, abogados y amantes del crimen literario ocupan su pupitre en una de las salas de mesas blancas y alargadas del Ateneo Barcelonés. Frente a la pizarra y el proyector, Paco Camarasa, experto librero 'negrocriminal' y responsable de las clases de Historia de la Novela Negra que tienen lugar cada miércoles (entre las cinco y las siete de la tarde) en dicho espacio y a las que no sólo acuden profesionales de sectores vinculados con el crimen, sino también aspirantes a escritor.

"Algunos vienen del Aula de Escritura del Ateneo", confiesa Camarasa, propietario de la librería Negra y Criminal, pequeño oasis para los amantes del género (pues en ella puede encontrarse de todo, desde ediciones raras y ejemplares descatalogados hasta las últimas novedades, algunas incluso firmadas por sus autores), y responsable del encuentro BCNegra, que tendrá lugar a finales de mes en Barcelona, y que reúne a escritores con lectores en una larga semana en la que no se hace otra que hablar de detectives (y sus cosas).

Volviendo a la clase, hay alrededor de una docena de alumnos, que anotan en sus libretas que todo empezó con Edgar Allan Poe y 'Los crímenes de la calle Morgue', y que sin el desarrollo industrial (la máquina de vapor, la imprenta), el folletín no hubiera sido posible y la novela enigma que cultivó Wilkie Collins primero y luego Agatha Christie (y otro buen puñado de autores), no hubiera existido. "En parte fue la Revolución Industrial y sus cambios los que convirtieron la novela en un fenómeno popular", asegura Camarasa.

Este es el tercer año en que el librero se mete en la piel de profesor y da rienda suelta a su pasión por el género ante otros amantes del mismo. "Los aspirantes a escritor vienen para descubrir si, por ejemplo, pueden hablar en una posible historia de que existía el test de ADN en los años 70, y detalles por el estilo", cuenta el profesor, que dice que el año pasado tenía en clase "incluso jueces". El temario, que arranca con Poe y se sumerge enseguida en el folletín, se divide en dos cuando aterriza en el siglo XX: por un lado avanzará la novela enigma (de Christie) y, por otro, surgirá el 'hard-boiled', o novela negra americana, con Raymond Chandler y Dashiell Hammett a la cabeza.

Pero no sólo eso. El temario también aborda la novela negra católica (o el fenómeno del Padre Brown de Chesterton); la novela de espías que surgió tras la Primera Guerra Mundial; la diferencia entre los detectives privados (esencialmente norteamericanos) y los funcionarios públicos (que investigan) europeos; la invasión de la historia (el Mayo del 68, el caso español), y un largo etcétera con apartados dedicados a nombres propios, como es el caso de Martin Beck, el comisario de la Brigada Nacional de Homicidios de Estocolmo que creó la pareja de escritores formadas por Maj Sjöwall y Per Wahlöö.

"Los alumnos podrán descubrir que el desarrollo de la novela negra ha estado desde el principio vinculado al desarrollo social y el momento cultural en el que nos encontrábamos", afirma Paco Camarasa que cada miércoles (durante las próximas diez semanas) tiene una cita con la historia 'negra' de la literatura. Como todos sus alumnos. Sean o no futuros creadores de detectives.

11.1.11

Protegiendo el secreto

"Escribo para divertirme", declaró hace décadas Patricia Highsmith, quien ofrece en Suspense notas de una apabullante sencillez sobre el arte de escribir y quizás construidas para no revelar de verdad cómo hizo sus libros

Dennis Hopper y Bruno Ganz en una imagen de El amigo americano (1977), de Wim Wenders.foto.fuente:elpais.com

Releer suplementos literarios de antaño puede parecerse a profundizar en el rostro cansino de las ovejas que un día nos narcotizaron. Pero no todos los suplementos operaron siempre como somníferos, los hubo también dinámicos y estimulantes y leerlos hoy puede devolvernos de golpe a un cierto clima de entusiasmo que casi habíamos ya olvidado. Recuerdo un Babelia de primera generación (entonces llamado El País Libros) que abría con un reportaje ultramoderno sobre Roland Barthes, visto no como un pensador únicamente, sino como un pensador y un frecuentador de discotecas. Eran tiempos en los que, como veníamos de mojigatas épocas de cerebro plano, todo lo que parecía nuevo nos creaba la sensación de estar alejándonos de la sempiterna gravedad de nuestro paisanaje.

Ayer di con un El País Libros (3 de agosto de 1980) que dedicaba tres páginas a una entrevista a una "desconocida" llamada Patricia Highsmith. Lo hallé perdido en un viejo tomo de filosofía, y estaba ya totalmente ambarino, sin duda aburrido de haber permanecido olvidado tantas décadas, y más aún en un tomo tan severo. Nada más encontrarlo, recordé de inmediato la Gran Sensación -así con mayúsculas- que en su momento me causaron aquellas tres páginas ligeras y heterodoxas, tan desprovistas del polvo de lo metafísico. En ellas, la desconocida era entrevistada por Óscar Ladoire y Fernando Trueba, a los que les decía cosas que entonces a nosotros -pasajeros todavía del túnel estalinista- nos chocaban: "No soy muy popular en Estados Unidos, lo sé, y me da igual. Escribo para divertirme".

¿Para divertirse? No era frecuente escuchar eso en un escritor, y menos en un entorno de viejas baladas familiares, porque el suplemento lo completaban severos artículos sobre Hoyos y Vinent y Xavier Zubiri, reseñas de libros de León Trotski y Salvador de Madariaga. En aquel duro entorno casi iraní, aquella desconocida que decía en el suplemento que escribía para divertirse parecía la vedette francesa que caía despistada en un pueblo castellano en Nunca pasa nada de Juan Antonio Bardem: "Más leída en Francia, Inglaterra y Alemania que en su país de origen, prácticamente desconocida en España, Patricia Highsmith es la maestra indiscutible de un género que parece pertenecerle, un género donde lo cotidiano y lo psicológico no son sino un anzuelo...".

El género era el de la "novela policiaca", que, según contaban Ladoire & Trueba, acababa de conocer un boom editorial en España, "con el regreso de algunos clásicos, el descubrimiento de otros y el injusto olvido de los no favorecidos por la lotería editorial". Precisamente esa mención a los olvidados les permitía introducir, por primera vez en España, el nombre de la escritora americana que vivía sola en el pueblecito francés de Montcourt, en la región de Seine-et-Marne, donde, refugiada del mundanal ruido, soñaba crímenes.

Aquella entrevista no habría sido la misma sin la tensa descripción inicial de un viaje por carretera hasta la emboscada finca de la creadora del asesino Ripley. La descripción de Ladoire & Trueba, releída hoy, sigue recordándome a la de Eça de Queiroz en El misterio de la carretera de Sintra. Era una narración que iba creando un clima de intriga, muy adecuado para ir acercándonos al Lugar del Crimen, como habría podido llamarse perfectamente la casa de la escritora: "Para llegar a Montcourt hay que atravesar multitud de carreteras de segundo orden y cruzar el río Loing. Este y los bosques que lo rodean se nos antojan sembrados de cadáveres. Se diría que a quien vamos a visitar en realidad es a Tom Ripley, el asesino de Dickie Greenleaf, aquel inseguro joven americano...".

No hacía mucho que Wim Wenders había adaptado con éxito al cine El amigo americano, basado en una novela de Highsmith, Ripley's game. Aquella entrevista del dinámico dúo Ladoire & Trueba la completaba la curiosa inclusión de un recuadro conteniendo la bibliografía de Highsmith íntegramente en inglés, lo que me permitió imaginar una obra tan enigmática como fabulosa. La exótica bibliografía, que parecía querer indicarnos que todavía estaba por publicar entre nosotros la obra entera de aquella señora genial, le abrió sin duda el paso en estas tierras y en noviembre de 1981 aparecían ya dos libros en Anagrama: La máscara de Ripley y A pleno sol (El talento de Mr. Ripley).

Releo la entrevista y observo que los visitantes de la señora de Montcourt analizan con agudeza los métodos utilizados por ella para escribir algunos de sus libros. Le dicen, por ejemplo, que Ripley comete grandes torpezas, mata impulsivamente, no prepara sus crímenes, los elabora después, cuando dedica todo su esfuerzo a la forma de camuflarlos. Creo yo también que uno de los encantos de Ripley radica en su sofisticada máquina de confeccionar laberintos para no ser descubierto. Pero Highsmith no está por la labor de ser analizada y, tratando de proteger el secreto de su talento, interrumpe la disertación de los entrevistadores:

-A veces no entiendo exactamente las preguntas. No las preguntas de ustedes, sino todas las preguntas. No acostumbro a reflexionar sobre mi trabajo, a dar opiniones definitivas.

Falso. No fue tan alérgica a las reflexiones. Escribió unas estupendas notas recogidas en Suspense, notas de una apabullante sencillez y quizás construidas con la envidiable simpleza de quien sobre su oficio reflexiona lo justo, en realidad lo justo para no entrar en una deriva intelectual innecesaria, seguramente para no revelar de verdad cómo ha hecho sus libros... A veces con su falsa inocencia recuerda las actitudes no intelectuales de Simenon, que también buscaba divertirse cuando escribía. En realidad, tanto ella como él vienen de Chéjov. Y los dos coinciden en la forma simple pero enigmática, de llegar al corazón de las historias después de haber pasado por el hallazgo de un comienzo banal. En Suspense precisamente Highsmith habla de esos acontecimientos insignificantes que pueden poner en marcha una narración: "En todo hay el germen de una idea: en un niño que cae sobre la acera y derrama el helado que lleva en la mano; en un señor de aspecto respetable que está en una verdulería y, furtivamente, se mete una pera en el bolsillo sin pagarla".

Aquella tarde, sin embargo, ante sus visitantes españoles, como seguramente ante todos los que le hacían preguntas, no estaba dispuesta a soltar prenda y se hizo la inocente y quizás jugó -como Ripley- a camuflar sus delitos, si los hubiere. Su conducta, vista ahora treinta años después, pone en marcha una narración; la historia de una mujer que no está dispuesta a revelar el sencillo secreto de su arte a nadie. Esa actitud de Highsmith me recuerda a Simenon cuando, con ganas de jugar (de divertirse, en definitiva) se mostraba totalmente perplejo con André Gide, que no paraba de escribirle cartas, llenas de preguntas, casi todas sobre sus mecanismos creativos. Según Simenon, "durante toda su vida Gide tuvo el sueño de ser un creador y no un filósofo, y yo era exactamente su opuesto, y creo que estaba interesado en mí por ese motivo". Simenon tampoco le dio pistas fiables a Gide sobre su proceso creativo y éste murió -ahí habría también una buena historia para una novela- sin saber cómo se podía ser tan sencillote y al mismo tiempo tan extremadamente creativo.

Desde el primer momento, lo que envidié de Highsmith fue que supiera ser una escritora tan astutamente simple. Es muy posible que por eso guardara ese suplemento de aquel 3 de agosto. Haberlo ahora reencontrado puede ayudarme en mi camino. Highsmith me parece alguien que se dedicó siempre a proteger su secreto, suponiendo que lo tuviera, porque cabe sospechar que su único secreto era el poder de su imaginación: "Una calle miserable en alguna parte, llena de cubos de basura, chiquillos, perros vagabundos, es tan fértil para la imaginación como una puesta de sol en Sunion, donde Byron grabó su nombre en una de las columnas de mármol del templo de Apolo". Dicho de otra forma: todo en esta vida es tan misterioso como la carretera de Sintra, y todo es novelable. Y sencillo. Qué envidia. Envidia sana, claro, pero también dolorosa.

Suspense. Cómo se escribe una novela de intriga. Patricia Highsmith. Traducción de Debora Vázquez y Matías Serra Bradford. Mosaico Bolsillo, 2010. 153 páginas. 6 euros. www.enriquevilamatas.com

Las memorias de la viuda de Stieg Larsson revelan la trama de Millenium IV

Eva Gabrielsson reconoce que ayudó al marido a escribir los tres primeros libros y que del último solo hay 200 páginas

Eva Gabrielsson, viuda del escritor sueco Stieg Larsson.foto: ÁLVARO GARCÍA.

El escritor sueco Stieg Larsson.foto:fuente:elpais.com

De la existencia de un cuarto libro de la saga de literatura negra Millenium, de la que se han vendido más de 30 millones de copias en todo el mundo, ya se ha hablado. La pelea entre la viuda del escritor sueco Stieg Larsson y su padre y hermano sobre los derechos de autor también era conocida. Pero los primeros detalles sobre la trama de este cuarto volumen son la novedad que Millenium, Stieg y yo, autobiografía de Eva Gabrielsson, añade al enredo que rodea a su fallecido marido.

En sus memorias - publicadas el pasado 5 de enero en Francia y que Domino sacará a la venta el próximo 5 de abril en España - la viuda de Larsson revela que la novela cuenta la venganza paulatina de Lisbeth Salander, contra todos los que le hicieron daño, fisica o psicológicamente. Por cada "fantasma o enemigo del que se libera", Salander borra de su cuerpo el tatuaje que representa a aquella persona, según publica The Sunday Times, que obtuvo la autobiografía unos días antes de su publicación.

Gabrielsson reconoce también lo que muchos críticos de Larsson venían diciendo desde hace tiempo: que ella ayudó a su marido -quien murió en 2004 antes de la publicación del primer volumen Los hombres que no amaban a las mujeres- con la escritura de los tres primeros libros. La viuda se dice dispuesta a terminar el cuarto manuscrito, del que Larsson dejó tan solo 200 páginas y que se titula, según ella, La venganza divina. El problema es que no puede hacerlo, ya que la pareja nunca llegó a casarse y Larsson falleció antes de escribir su testamiento. Por tanto los herederos legítimos del legado del escritor y periodista y de los ingresos millonarios generados por la venta de sus libros son su padre Erland y su hermano Joakim. "Un insulto a Stieg, a su vida y a los 30 años que pasamos juntos", según escribe la viuda en su autobiografía, en la que añade que los dos apenas mantenían relaciones con el escritor.

Las polémicas entre los Larsson y Gabrielsson, quien rechazó una oferta de 2 millones de euros por parte de los familiares para compartir la herencia, y la autobiografía de la viuda no harán sino aplazar la publicación de Millenium IV. Los lectores tendrán que esperar hasta 2015, según Kurdo Baksi, periodista y amigo de Larsson: "Entre las condiciones que ha puesto la familia, que ella no acepta, y el empeño de Eva de publicar sus memorias no hay manera de llegar a un acuerdo". Baksi publicó a principios de 2010 Mi amigo Stieg Larsson, una biografía contradictoria del escritor en la que le describía como un héroe pero también como un compañero malo de trabajo. Gabrielsson pidió que ese libro fuera retirado del mercado por estar lleno de falsedades.

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Larsson, ¿héroe o villano?
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Stieg Larsson al descubierto

10.1.11

Medio siglo sin Dashiell Hammett

El inventor de la novela negra El creador del detective Sam Spade renovó el género y amplió su alcance como testimonio de las alcantarillas de la sociedad

El novelista Dashiell Hammett (1894-1961), autor de El halcón maltés.foto: ARCHIVO.fuente:elpais.com

Una gabardina, tabaco, alcohol, desencanto y un inquebrantable código moral, que no necesariamente coincide con el de la sociedad, son los atributos con los que Dashiell Hammett, de cuya muerte se cumplen 50 años, vistió al detective Sam Spade en El halcón maltés e inventó de paso la novela negra. El 10 de enero de 1961, Hammett moría en su Estados Unidos natal.

En su haber tenía dos guerras, un valiente compromiso con la izquierda política a pesar de su paso por la mítica agencia de detectives Pinkerton -germen del FBI- y una mala salud de hierro macerada en alcohol pero, sobre todo, cinco novelas y dos libros de relatos con los que sentó las bases de un nuevo género. Antes de Hammet, existía la novela policíaca, aquella que cultivaron Edgar Allan Poe o Agatha Christie, de detectives desdeñosos con ayudante algo bobalicón que desprecian a la policía y cuya mente prodigiosa se revela capaz de desentrañar los más retorcidos crímenes.

"En cambio, el detective de negra suele ser un tipo solitario, desengañado, y ese modelo lo inventó Hammett con Sam Spade. Le metió músculo a la novela policiaca y la convirtió en un testimonio social", afirma a Efe el escritor David Torres, merecedor en 2008 del premio Dashiell Hammett que otorga la Asociación Internacional de Escritores de Novela Policíaca. Para Torres, Spade es el detective por excelencia, y el resto, "variacones más o menos afortunadas" de este personaje "más filósofo que policía", que se mueve en las tinieblas, que ha de decidir constantemente entre el bien y el mal hasta el punto de entregar a la justicia a la mujer que ama.

Un código moral de caballero andante, quizá espejo del propio Hammett, a quien su negativa de delatar a supuestos militantes comunistas le valió unos meses de cárcel en 1951. "Un hombre debe mantener su palabra", dijo la noche antes de ocupar su celda, según relata Diane Johnson en su biografía del autor.

Spade llega al cine con la cara de Bogart

La aparición de semejante personalidad no escapó al séptimo arte, y en 1941 Humphrey Bogart se enfundó la gabardina de Spade en "El Halcón Maltés" bajo las órdenes de John Houston. Si Hammett fue el padre de la novela negra, con esta película Houston fue, sin duda, el del cine negro. Hammett inventó también un nuevo lenguaje: diálogos que son todo aristas, cortantes y secos -"echan chispas", dice Torres- mientras su protagonista patea las calles a trompicones, de charco en charco, para encontrar a un criminal a la vez que descubre "que en realidad es la sociedad la que está podrida".

Y es que fue el escritor quien, como recuerda Torres, inició una "larga y compleja estirpe de escritores que usaron el género negro no tanto para resolver un misterio como para descubrir la podredumbre del entramado social y las miserias del alma humana". Porque Dashiell Hammet desconfiaba de su sociedad, como escribió en su panegírico la dramaturga Lillian Hellmann, con la que mantuvo una relación extramatrimonial de varias décadas: "No pensaba bien, tal como ya sabéis, de la sociedad en que vivimos, pero incluso cuando ella lo castigó no se quejó, y no le tenía miedo al castigo".

"Nunca mintió, nunca fingió, nunca se rebajó"

"Creía en el derecho del hombre a la dignidad y jamás, durante toda su vida, jugó a otro juego que al suyo propio: nunca mintió, nunca fingió, nunca se rebajó", leyó Hellmann en el funeral de Dash. Además, pese a que despreciaba profundamente la violencia, fue quien la introdujo explícitamente en la literatura criminal, donde hasta entonces aparecía velada, sugerida.

Hammett dejó un legado que va mucho más allá de El Halcón Maltés: creó al "agente de la Continental", protagonista de "Cosecha Roja" y de varios relatos, a la pareja formada por Nick y Nora Charles (El hombre delgado) y al detective Ned Beaumont de La llave de cristal. Desde 1934 a su muerte no volvió a publicar nada memorable. O como diría Josephine Hammett en la biografía que escribió sobre su padre, "no dejó de escribir, no hasta el final de su vida, lo que dejó de hacer fue acabar lo que escribía".

Modernos y mafiosos

Don Winslow fue investigador privado y luego comenzó a escribir novelas policiales especializadas en el mundo de la mafia, revelando a qué negocios se dedican los herederos de El Padrino en tiempos de mercados diversificados y globalizados


Don Winslow, autor de El poder del perro.foto.fuente:pagina12.com.ar

En la colección Roja & Negra publicada por Mondadori –fiel heredera de la vieja Séptimo Círculo y de la no tan vieja Serie Roja– su editor, Rodrigo Fresán, sumó a su catálogo una novela llamada El poder del perro, estremecedor y megalómano relato sobre las últimas noticias del narcotráfico a nivel mundial. El autor, Don Winslow, era un total desconocido para el público hispanoparlante, al igual que sus anteriores trabajos en el género. Ahora, en el caudal de best sellers veraniegos aparece una novela de Winslow de 2006 a considerar: El invierno de Frankie Machine.

A Frank Machiano le gusta surfear, vender carnada en un parador de la costa, hablar con la gente, ser un buen tipo. Claro que eso no le alcanza para costear la educación de su única hija, así que también está en el negocio inmobiliario. Pero un día, unos chicos vienen a buscarlo para pedirle un trabajo distinto del de vender lombrices o casas. Un trabajo vinculado con el antiguo oficio de Frank; ser un matón de la mafia de San Diego, con una intachable trayectoria en su haber, alimentada por las leyendas que inspiran su singular seudónimo: Frankie Machine. Desglosar aquí la trama resultaría un tanto contraproducente, ya que cada eslabón de información que Winslow suelta cuidadosamente con cuentagotas y en lugares estratégicos de su novela, reformularían en buena medida el cuerpo del relato. Vale decir que con un tono seco, heredero del famoso hard boiled de Cain, Hammett y los desconocidos de siempre, el ritmo de lectura, más cercano al montaje vertiginoso de Buenos muchachos que a los largos protocolos de El Padrino, avanza imparable hasta el último punto.

El invierno de Frankie Machine. Don Winslow Planeta 413 páginas

Mientras Frank se oculta y escapa tanto de la policía como de un grupo de mafiosos que quieren su cabeza como trofeo, recuerda, y asistimos al pasado reprimido de Frank, quien estuvo fuera de "servicio" por más de veinte años. Winslow entonces arma la estructura de su novela como si fuera un juego de black jack y él nuestro croupier omnisciente: para entender por qué lo quieren matar, Frank vuelve a su pasado en distintos flashbacks, que funcionan dentro del relato como pequeños cuentos, o episodios cerrados, sobre su sentimental educación mafiosa. Al igual que en una novela de aprendizaje, o como los guionistas del cine clásico norteamericano lo llamaron (y los siguen llamando) "el camino del Héroe", descubrimos en los recuerdos de Frank cómo fue que devino en matón de la mafia. Hacen su aparición entonces los referentes: El capo Bap, cuyas enseñanzas Frank recapitula a cada rato; el compañero de aventuras, Mike Pella; los distintos capos que ascienden y caen al ritmo de los nuevos negocios. Winslow recapitula aquella vieja enseñanza de Scott Fitzgerald (pasada por Chandler): el carácter de un personaje define la acción.

A pesar de que a Frank no le tiembla el pulso a la hora de bajar muñecos, tiene un código. Como Phillip Marlowe, es un tipo moral dentro de un mar de inmoralidad. Aunque su moral es personal, al igual que su ética. No soporta a los soplones, pero no duda en trabajar para un policía a la hora de capturar a un violador de niños.

El género policial –sea del color que fuere– nunca dejó de tener un fuerte lazo con la realidad. De ahí que muchos escritores del género consideren a sus novelas como verdaderas crónicas de denuncia sobre relaciones de poder que se articulan en la sociedad capitalista; aquello de que, al decir de Brecht, no hay diferencia entre robar un banco y fundarlo. El propio Winslow denunció en su novela El poder del perro, con datos reales, las nuevas rutas del narcotráfico y las víctimas que quedan en su camino.

Si bien con un menor grado de ambición literaria, El invierno de Frankie Machine, además de ser un entretenimiento, corre el velo de la realidad norteamericana para mostrar las distintas caras que tomó el dinero en los últimos treinta años; la industria pornográfica, el gran auge de la cocaína en los estratos más altos, y estafas financieras a prestamistas y ahorristas. Pero, a pesar de que los negocios cambien de forma, como ya lo señaló James Ellroy en Los Angeles al desnudo, la cara del poder sigue teniendo la misma expresión: el trasfondo de corrupción política que sostiene el entramado y se alimenta de esos negocios hasta agotarlos y desecharlos cuando ya no le sirven más, y se convierten en un mal recuerdo, una cuenta pendiente.

Como dice el propio Frank: "Todo va a parar al dinosaurio de todos modos. No importa quién apague la luz; siempre está oscuro".

7.1.11

I Concurso de Microrrelatos de la Bòbila

I Concurso de Microrrelatos de la Bòbila

I Concurs de Microrelats Negres de la Bòbila



La Biblioteca y el Centro Cultural la Bòbila, con la colaboración de la editorial RBA, pone en marcha un nuevo concurso de microrrelatos negros con la intención de fomentar la creación de ficciones criminales y el uso de las redes sociales.


BASES (en castellano)

1. Los participantes deberán ser mayores de 18 años, y participar desde una cuenta de Twitter o Facebook. Se considerará autor al propietario de la cuenta.

2. Los microrrelatos podrán estar escritos en catalán o en castellano, y deben tener una extensión máxima de 140 caracteres en Twitter, incluyendo la etiqueta #relatsnegres. Para los participantes que lo hagan desde la plataforma Facebook, deberán ajustar el texto con un contador de caracteres que encontrarán en: bobila.blogspot.com.

3. Los microrrelatos deberán ser obras originales e inéditas, y se podrán presentar a partir del 1 de febrero desde las 00.00h. hasta el 20 de febrero de 2011 a las 23.59h, en GTM+1.

4. Se podrán enviar tantos relatos como se quiera, pero sólo se optará a un premio por cuenta.

5. Habrá 2 ganadores, uno escogido por los lectores y otro por el jurado. Cada uno de ellos ganará un lote de libros de género negro y policiaco, que se le hará llegar a casa.

6. El jurado se reunirá en el Centro Cultural la Bòbila y dará a conocer el veredicto el 16 de marzo.

7. Todos los contenidos estarán sujetos al tipo de licencia bajo la cual hayan sido generados por su autor, es decir, los relatos son de sus creadores y su uso dependerá de sus autores.

8. El jurado estará formado por el comisario de BCNegra, un responsable de Biblioteques de L'Hospitalet, el director del Centro Cultural la Bòbila, el director de la Biblioteca la Bòbila y un miembro del Club de Lectura de Novela Negra.

9. La participación en el concurso comporta la aceptación de estas bases.
La Biblioteca i el Centre Cultural la Bòbila, amb la col·laboració de l'editorial RBA, engega un nou concurs de microrelats negres amb l'intenció de fomentar la creació de ficcions criminals i l'ús de les xarxes socials.

BASES (en català)

1. Els participants hauran de ser majors de 18 anys i participar des del seu compte de Twitter o Facebook. Es considerarà autor el propietari del compte.

2. Els microrelats poden estar escrits en català o en castellà, i han de tenir una extensió màxima de 140 caràcters a Twitter, incloent l'etiqueta #relatsnegres. Per als participants que ho facin des de la plataforma Facebook, caldrà que ajustin el text amb el comptador de caràcters que trobaran a: bobila.blogspot.com.

3. Els microrelats hauran de ser obres originals i inèdites, i es podran presentar a partir de l'1 de febrer des de les 00.00h. fins el 20 de febrer de 2011 a les 23.59h, en GTM+1.

4. Es podran enviar tants relats com es vulgui, però només s'optarà a un premi per compte.

5. Hi haurà 2 guanyadors, un escollit pels lectors i un altre pel jurat. Cadascun d'ells guanyarà un lot de llibres de gènere negre i policíac, que se li farà arribar a casa.

6. El jurat es reunirà en el Centre Cultural la Bòbila i donarà a conèixer el veredicte el 16 de març.

7. Tots els continguts estaran subjectes al tipus de llicència sota la qual hagin estat generats pel seu autor, és a dir, els relats són dels seus creadors i l'ús que se'n pugui fer dependrà dels seus autors.

8. El jurat estarà format pel comissari de BCNegra, un responsable de Biblioteques de L'Hospitalet, el director del Centre Cultural la Bòbila, el director de la Biblioteca la Bòbila i un membre del Club de Lectura de Novel·la Negra.

9. La participació en el concurs comporta l'acceptació d'aquestes bases.

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5.1.11

Policía sueca confirma que actor de "Millenium" falleció en un incendio

Per Oscarsson y su esposa, Kia Ostling, murieron quemados durante un siniestro en su casa

Lo único que quedó en pie tras el incendio fue la columna de una chimenea.foto.fuente:emol.com

El actor sueco Per Oscarsson, quien fue galardonado como mejor actor en Cannes en 1966 y participó en una cinta basada en la trilogía "Milenium" de Stieg Larsson, murió en un incendio en su casa, confirmó la policía sueca.

El vocero Ulf Edberg dijo que los restos hallados en la residencia de Oscarsson fueron identificados el miércoles como los del actor sueco de 83 años y su esposa Kia Ostling, de 67.

La vivienda, ubicada en un área remota a las afueras del pequeño poblado de Skara, en el suroeste de Suecia, quedó totalmente destruida. Sólo la chimenea permanecía en pie cuando los bomberos llegaron al lugar el viernes.

Oscarsson ganó el premio al mejor actor en el Festival de Cine de Cannes de 1966 por su interpretación del escritor Pontus en la cinta "Hambre". Durante su carrera, trabajó en más de 100 películas y series de televisión suecas.

Más recientemente apareció en "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina", en el papel de Holger Palmgren, guardián legal de la heroína Lisbeth Salander.

En su reseña de la película, el crítico estadounidense Roger Ebert destacó la actuación de Oscarsson, a quien describió como "un gran actor sueco... que sorprendentemente nunca trabajó con Bergman".

3.1.11

El seminarista

La historia es de un asesino a sueldo que decide ; después de cierta fatiga con el crimen pagado, retirarse

Portada de El seminarista de Rubem Fonseca.

Es la undécima novela de este autor brasileño, Rubem Fonseca, un verdadero maestro de la consición con la palabra, desde su primera novela: El caso Morel. La historia es de un asesino a sueldo que decide; después de cierta fatiga con el crimen pagado, retirarse. Pero fuerzas oscuras no lo dejan salir de su antiguo y eficaz oficio de sicario.
La historia es envolvente, y de una precisión en la estructura, que me hizo recordar los viejos thrillers de los denominados, clase B de la época dorada del cine negro norteamericano de los años cuarenta y cincuenta. Es más, sentí la historia como si Fonseca la hubiera dejado con esa aura de color sepia, de las películas de época, -y qué época- en ese cromatismo del blanco y negro.
La trama lo va llevando a uno de la mano maestra de este narrador eficaz, con las decisiones de este asesino que no tiene reato, que no se arruga ante ningún asesinato, sea hombre o mujer; -y sin caer en contar la historia tal y cual se sucede en la prosa contundente y precisa- fue seminarista- que nos salpica, através de sus breves páginas toda una serie de sentencias en latin de muchos autores romanos, citas atrayentes y filosóficas sobre la condición humana.
¡Ah! Y los sicarios colombianos, nuestros tristemente célebres asesinos a sueldo, tienen su mención, que sale de la boca del propio Zé; así se llama el personaje central, los valora diciendo: " son sujetos de la peor calaña". Ni más faltaba cuyos nombres no son tan ajenos a nosotros; uno se llama Rafael, y el otro de apellido, Pérez.Y son de paso traficantes de cocaína.
Vale leerse este thriller a lo Fonseca, sin retorcimientos de trama, una historia sencilla pero ejemplar-me refiero a la esencia literaria que corresponde, y en ningún caso al paradigma moral,al contario, supremamente amoral y nada edificante del personaje sicario- en su planteamiento algo esteticista, como siempre en Fonseca, que nos deja perturbados, con estos personajes suyos que igualmente son tan nuestros, pero totalmente educados y llenos de crudo cinismo como eruditos y cultores del cine, y por supuesto las infaltables mujeres. Oh! las mujeres...

El seminarista
Rubem Fonseca
La otra orilla
Editorial Norma
172 páginas.
$39.000